Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental. Lo que se define como una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo, siendo las más comunes la ansiedad y los trastornos depresivos.
En España, una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún desorden mental a lo largo de su vida, siendo el trastorno de ansiedad el más frecuente, afectando al 6,7% de población con tarjeta sanitaria. Sin embargo, otro porcentaje sufre otros tipos, incluso sin saberlo.
Según la psiquiatra Marian Rojas en una entrevista para Fin de Semana, hay un trastorno mental que sufren muchos de sus pacientes, pero que no lo saben: la aboulomanía o lo que se conoce como la incapacidad para tomar decisiones en la vida cotidiana.
En qué consiste la 'aboulomanía'
La aboulomanía es un trastorno psicológico caracterizado por la indecisión extrema y la incapacidad para tomar decisiones, incluso cuando estas son triviales o carecen de consecuencias importantes. La psiquiatra da algunos ejemplos, como ir o no a un restaurante, acompaño o no a mi madre... "Se trata de una incapacidad paralizante", explica Rojas.
Las personas que padecen este trastorno experimentan un nivel de duda y vacilación que va más allá de lo normal, lo que afecta profundamente su vida diaria y su bienestar general, ya que es un desorden mental que "genera muchísima angustia".
Los individuos se sienten atrapados en un ciclo interminable de deliberación, donde cada opción parece igual de abrumadora y la ansiedad generada por la toma de decisiones se intensifica con el tiempo.
Para entender por qué sucede, Marian Rojas habla sobre la corteza prefrontal, la encargada de tomar decisiones. Esta zona del cerebro "se bloquea por factores en la vida, y uno es el trauma. Una persona que ha sufrido mucho, se queda en estado de alerta, y entonces en la vida lo que va es en modo supervivencia, y toma decisiones en modo supervivencia".
Las personas que sufren aboulomanía no son siempre personas indecisas, sino que puede estar influenciado por traumas, situaciones en las que lo han pasado muy mal o, incluso, personas que tienen problemas de autoestima y criterio propio.
La aboulomanía también puede estar relacionada con otras afecciones de salud mental, como el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión y la ansiedad generalizada. En estos casos, el miedo al fracaso o a las consecuencias negativas se vuelve tan intenso que la persona prefiereno tomar ninguna decisión antes que arriesgarse a tomar una incorrecta.
Cómo superar la 'aboulomanía'
El impacto de la aboulomanía en la vida diaria es muy significativo, ya que las personas que la padecen suelen necesitar mucho tiempo para tomar decisiones cotidianas, como elegir qué ropa ponerse, qué comer o qué actividad realizar.
Este nivel de indecisión puede generar un gran estrés y frustración, tanto en la persona afectada como en quienes la rodean, ya que la constante búsqueda de aprobación o la necesidad de evitar responsabilidades se convierte en una carga.
El círculo vicioso de indecisión y ansiedad se refuerza con el tiempo, creando un estado mental en el que cualquier elección, por pequeña que sea, parece imposible de realizar sin experimentar un gran malestar emocional.
La aboulomanía puede llevar al aislamiento social, la procrastinación extrema y la pérdida de oportunidades en ámbitos importantes de la vida, como el trabajo, la educación y las relaciones interpersonales.
Para poder superarla o tratarla, lo primero que debemos hacer es "reflexionar y tomar las decisiones con libertad y con paz. Si yo soy de los que noto que todo me cuesta, intentar identificar por qué me pasa", explica la psiquiatra al medio citado.
Como ya hemos comentado, uno de los motivos por los que surge la aboulomanía es por inseguridad. Por ello, hay que trabajar la autoestima para mejorar, construir una seguridad en uno mismo que nos permita creernos todas las decisiones que podemos tomar.
Además, la experta invita a quienes sufren de problemas para tomar decisiones a intentar. A tomar pequeñas decisiones e ir formando un criterio para saber qué está bien y qué está mal.