Qué son las lecciones de Séneca: el sencillo método del estoicismo para una vida feliz y sin estrés que arrasa en España
- Filósofo y preceptor del emperador Nerón, Lucio Anneo Séneca es una de las figuras más conocidas del pensamiento romano.
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A lo largo de nuestra vida, vamos recibiendo enseñanzas y nuevos pensamientos que nos ayudan a mejorar como personas, a tomar de decisiones en determinadas situaciones o a mirar a nuestro alrededor con otra perspectiva. Desde nuestros padres hasta nuestros abuelos, pero también pasando por todas esas experiencias traumáticas de las que parecía que no iba a salir nada bueno.
Todas estas lecciones también existían hace miles de años. Cuando los hombres intentaban responder a las grandes preguntas sobre el hombre y la naturaleza y terminaron haciendo uso de la razón para dar solución tanto a esas antiguas preguntas como a otras nuevas. De las respuestas, nació la filosofía.
A partir de la filosofía, grandes pensadores desarrollaban las lecciones que con el paso de los años se convirtieron en el objeto de estudio de psicólogos y en parte del tratamiento para una vida mejor. Entre todas ellas, las de Lucio Anneo Séneca, fueron las que, más que olvidarse, obtuvieron poder con el tiempo.
Qué son las lecciones de Séneca
Lucio Anneo Séneca, conocido simplemente como Séneca, es una de las figuras más prominentes del estoicismo, una escuela filosófica del siglo III a. C. Nacido en Córdoba, España, en el año 4 a.C., fue un filósofo, político y escritor romano cuyas enseñanzas han perdurado a lo largo de los siglos.
A través de sus obras, Séneca convirtió en un guía para aquellos que buscaban vivir una vida plena y llena de propósitos. Sus escritos no solo ofrecieron una visión profunda de la naturaleza humana, sino también herramientas prácticas para enfrentar los desafíos diarios.
Su obra literaria es la principal fuente escrita de filosofía estoica que se ha conservado hasta el día de hoy. Y es que, en los últimos años, el estoicismo ha ganado popularidad como una herramienta eficaz para enfrentarse a los desafíos de la vida moderna.
Esta filosofía antigua, fundada por Zenón de Citio, se centra en la virtud, el autocontrol y la aceptación de la realidad. Las enseñanzas de Séneca, uno de sus máximos exponentes, resonaron profundamente en la sociedad contemporánea, a partir de las cuales muchas personas aprendieron a alcanzar otra perspectiva de vida.
Las obras de Séneca son las obras completas más antiguas que sobreviven escritas por un estoico y, en algunos temas, como su teoría característica de las emociones, es una fuente vital de información. De todas sus obras, hay quienes han sacado las ideas principales y han reunido todo lo que el autor quiso expresar.
No pongas tu felicidad en manos de los demás
Séneca enfatiza que la verdadera felicidad no debe depender de factores externos. En su carta 23, afirma: "El que busca sentirse bien solo con cosas materiales o externas a sí mismo siempre se queda insatisfecho. Si quieres ser feliz, busca en tu interior para sentirte siempre más satisfecho".
Sostenía que la verdadera felicidad no depende de factores externos que estén fuera del control de una persona, sino que abogaba por una independencia emocional e interna. A través de ellas, podemos cultivar la fortaleza interior y la autodisciplina para enfertarnos a las adversidades de la vida.
Si dejamos que nuestra felicidad dependa de otra persona, en el momento en el que su emoción se tuerza o la conexión que nos une desaparezca, nuestro bienestar también lo hará. Por ello, tenemos que valorar lo que nosotros conseguimos, sentimos y dejamos de sentir.
Mantén la calma
No hay nada más destructivo que una emoción violenta fuera de control, o eso argumentó Séneca en su ensayo Sobre la ira. En ella, el autor habla de lo peligroso que puede llegar a ser la ira, especialmente cuando se apodera de nosotros y dejamos de tener control sobre ella. En ese momento, no hay forma de razonar.
Reaccionar con ira a las cosas puede convertirse fácilmente en un hábito: cuanto más a menudo nos enfadamos, más rápido nos enfadaremos en el futuro. Por ese motivo, el autor ve fundamental el mantener la calma o, incluso, el saber manejar nuestros enfados para evitar que nos controlen.
Las emociones destructivas como la ira, los celos o el miedo a los demás son antinaturales en la medida en que debilitan nuestra sociabilidad natural, por lo que también debemos desarrollar una tolerancia hacia los demás, reconociendo que ni ellos ni nosotros somos perfectos.
Evite las distracciones constantes
En su ensayo Sobre la brevedad de la vida, Séneca sostuvo que vivir en el sentido pleno es algo que, de forma general, experimentamos solo en breves momentos. Durante el resto del tiempo, nos distraemos constantemente, sin prestar atención a nada en absoluto y, mucho menos, a algo que importe.
"Vivir es la actividad menos importante del hombre preocupado, pero no hay nada más difícil de aprender", cuando queremos darnos cuenta, no hemos disfrutado de la vida, sino que hemos estado constantemente preocupados.
Séneca cree que quien dice que la vida es demasiado corta, es porque han desperdiciado una gran parte de ella. A menudo, regalamos tiempo a los demás de una manera que, si lo pensásemos más detenidamente, no lo haríamos.
Priorizar el ocio
Lo opuesto a la actividad constante de la persona preocupada es la tranquilidad del ocio. Séneca dedicó un ensayo entero a este tema, en el que definió ocio de una forma completamente diferente a como se entiende en la actualidad. Con ello se refería simplemente a no hacer nada, no estar distraído ni preocupado, sino despierto en el momento presente.
Todas las actividades de ocio que priorizamos hoy en día como momento de felicidad, como jugar o tomar el sol, para Séneca, no cuentan. Para el autor simplemente es no hacer nada y tomar plena conciencia del aquí y ahora. En este punto, parece todo un poco contradictorio, ya que, si nuestro tiempo es tan importante, ¿por qué vamos a malgastarlo haciendo nada?
Para Séneca, un uso verdaderamente valioso del tiempo libre es dedicarlo a actividades intelectuales. Que implican una reflexión racional sobre el mundo y nuestro lugar en él. Esa reflexión contextualiza nuestras propias vidas y nos ayuda a determinar lo que realmente nos importa.
Encuentra una actividad significativa
En este punto es posible que nos preguntemos qué tenemos que hacer con nuestras vidas, si tenemos que valorar nuestro tiempo, pero no dedicar mucho al ocio como lo conocemos hoy en día. Séneca presenta la vida feliz como algo relativamente fácil; lo que cuesta es llevar una vida hiperactiva, constantemente distraída, cargada de emociones y ambiciosa.
Para él, la clave está en encontrar la actividad adecuada y significativa en torno a la cual dar forma a nuestra vida, aunque no sea fácil. Séneca encontró la filosofía, pero hay quien dedica tiempo a escribir o leer. Todo ello con el fin de que nos haga crecer como personas y saber qué es lo que queremos en la vida.