Seguro que alguna vez te has tenido una conversación donde, a pesar de tus esfuerzos por hablar, alguien interrumpe constantemente. Este tipo de comportamiento no solo puede resultar molesto, sino que también puede generar tensiones en aquellos ámbitos donde se van.
Algunos lo llaman mala educación, otros, personas con carácter fuerte. Pero independientemente de cómo lo denominemos, se trata de una actitud muy molesta que termina pasando factura en las relaciones interpersonales.
Sin embargo, se puede trabajar para mejorarlo. Si eres una de esas personas que suele interrumpir, o si te has preguntado alguna vez por qué lo hacen los demás, quizás no sepas que exista una razón de peso detrás de ese modelo de conducta.
Por qué algunas personas interrumpen tanto
Según los expertos, interrumpir no siempre es una acción malintencionada o un signo de mala educación. De hecho, la psicología ha identificado varias razones que pueden explicar por qué algunas personas tienen esta tendencia.
Las interrupciones constantes pueden reflejar aspectos profundos de la personalidad de la persona, y en muchos casos, pueden estar relacionadas con problemas emocionales o psicológicos que requieren atención.
Impaciencia y falta de autocontrol
Una de las razones más comunes por las que las personas interrumpen es la impaciencia. Según la psicóloga María Venetis, de la universidad de Rutgers, algunas personas tienen dificultades para controlar sus impulsos verbales.
Esta falta de autocontrol se debe a un deseo constante de expresar sus ideas de inmediato, sin esperar su turno para hablar. Este comportamiento es típico en personas impulsivas, que a menudo muestran una necesidad de comunicar sus pensamientos tan pronto como surgen, incluso si esto interrumpe a los demás.
Además, este tipo de conductas suelen estar asociadas a personas con niveles elevados de ansiedad, que sienten la necesidad de ser escuchadas rápidamente para aliviar su tensión interna.
Búsqueda de validación
Otra explicación psicológica importante es la necesidad de validación. Las personas que interrumpen constantemente a menudo buscan la aprobación de los demás. Al cortar la conversación, intentan asegurarse de que su opinión es escuchada antes de que la otra persona pueda formular la suya.
En muchos casos, este comportamiento es un reflejo de inseguridad y un deseo profundo de que su punto de vista sea considerado más importante o más relevante que el de los demás.
Falta de empatía y escucha activa
Un aspecto clave de la psicología detrás de las interrupciones es la falta de empatía. Las personas que interrumpen de forma habitual tienden a centrarse en lo que ellos mismos quieren decir, sin prestar suficiente atención a lo que la otra persona está comunicando.
Este comportamiento refleja una incapacidad para establecer una escucha activa, una habilidad esencial para mantener relaciones saludables.
Cuando no se escucha al otro con atención, se pierde la oportunidad de comprender realmente sus sentimientos y pensamientos, lo que puede generar conflictos y malentendidos.
Necesidad de control
Para algunas personas, interrumpir es una forma de tomar el control de la conversación. Esto es especialmente evidente en situaciones laborales o de poder, como reuniones de trabajo o entrevistas, donde el individuo intenta dirigir la conversación hacia sus propios intereses o puntos de vista.
En estos casos, interrumpir no solo se convierte en un mecanismo para impedir que los demás dominen la discusión, sino que también puede ser un reflejo de un deseo de imponer su autoridad o demostrar su posición dominante dentro de un grupo.
El caso de Steve Jobs
Sabidos es por todos que, alguien que interrumpía constantemente fue Steve Jobs, cofundador de Apple. Jobs era conocido por su estilo de comunicación directo y a menudo brusco, lo que lo hacía interrumpir a sus interlocutores en medio de las conversaciones.
Según Andy Hertzfeld, miembro del equipo original de Macintosh, Jobs solía interrumpir de manera abrupta, diciendo cosas como "¡Tonterías!", cuando no estaba de acuerdo con lo que se decía.
Para Jobs, estas interrupciones formaban parte de su enfoque de trabajo, diseñado para impulsar la creatividad y desafiar a su equipo. Sin embargo, como señala Tim Cook, actual CEO de Apple, este comportamiento también podía ser frustrante para algunas personas y no siempre era bien recibido.
Este caso muestra que, si bien las interrupciones pueden tener una justificación, deben usarse con cuidado, ya que pueden afectar negativamente la dinámica interpersonal.
Consecuencias de interrumpir constantemente
Interrumpir puede tener efectos negativos tanto en las relaciones personales como profesionales. En el ámbito laboral, por ejemplo, las interrupciones constantes pueden hacer que los demás se sientan despreciados o ignorados, lo que puede dañar la confianza y cohesión del equipo.
En una conversación más personal, puede generar resentimiento y malestar, ya que las personas suelen sentirse frustradas cuando no tienen la oportunidad de expresarse completamente.
Si eres una persona que tiende a interrumpir, o si te encuentras constantemente siendo interrumpido, existen estrategias que puedes emplear para mejorar la situación.
La escucha activa es fundamental: trata de concentrarte en lo que la otra persona está diciendo sin pensar en tu respuesta inmediata. Además, trabajar en el control de impulsos y en la paciencia puede ser útil para evitar interrumpir de forma innecesaria. Por otro lado, fomentar una comunicación respetuosa y empática también puede contribuir a crear un ambiente más armonioso, tanto en tu vida personal como profesional.