La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración española consideran superdotada a aquella persona que alcanza o supera un Coeficiente Intelectual (CI) de 130 puntos, medido conforme a unos test estandarizados. En este contexto, España tiene identificados y reconocidos en su sistema educativo a un total de 40.916 alumnos con altas capacidades intelectuales (ACI).
Además de la superdotación, dentro de las altas capacidades encontramos el talento. Es decir, personas con un rendimiento elevado en alguna de sus áreas cognitivas, creativas o artísticas y que ya muestran signos tempranos de ellas, no solo en el área intelectual, sino también en la social y emocional.
Hace tan solo unos años, las personas con altas capacidades no eran atendidas en su momento, por lo que crecían con inconvenientes en su desarrollo emocional y social. En la actualidad se sabe que muestran una serie de características comunes: comprensión rápida, comprensión intuitiva de los fundamentos, tendencia a la complejidad, necesidad de precisión, altas expectativas, intereses divergentes y un peculiar sentido del humor, según Davidson Institute.
Qué dicen los expertos
Según la revista Psychology Today, las personas superdotadas muestran un desarrollo asíncrono, siendo notablemente adelantadas en algunas áreas y con retraso en otras. Es incluso difícil saber dónde pueden encajar y los entornos educativos en general, no están preparados para adaptarse a sus diferencias.
En estos casos, suelen aparecer necesidades educativas especiales. Una persona superdotada puede aprender más rápido, almacenar muchos más conocimientos y relacionarlos de forma más rápida; sin embargo, la excesiva confianza en sí mismos y el poco esfuerzo puede traer fracasos o dispersión.
Con el fin de entender mejor las altas capacidades, Ogurlo y Özbey de High Ability Studies llevaron a cabo un metanálisis sobre la personalidad de las personas superdotadas, a diferencia de quienes no contaban con esta habilidad. Mientras que la amabilidad, extraversión, escrupulosidad o neuroticismo era similar entre los participantes, la apertura a la experiencia llamó la atención.
Tal y como explican desde Psychology Today, la apertura a la experiencia es un componente clave de la inteligencia, que contribuye a la creatividad y a la capacidad de considerar múltiples opciones y perspectivas para abordar la vida, resolver problemas y comprender situaciones complejas.
Este rasgo es particularmente relevante en los superdotados, quienes destacan por su pensamiento divergente, su inclinación hacia la complejidad y su habilidad para percibir detalles que suelen pasar desapercibidos para la mayoría.
Quienes cuentan con un alto nivel de apertura a la experiencia también buscan estímulos nuevos, conocimientos y emociones. Se abrazan al cambio y se abren a modos distintos de pensar, miran la vida con una especie de ojos de niño, con los que se permiten aprender más y nunca sentirse satisfechos con lo que saben.
Por el contrario, las personas que no han desarrollado esta característica son más cerrados y menos tolerantes. Aquellas que no buscan salir de su zona de confort o de sus pensamientos rutinarios, por lo que tampoco se esfuerzan por aprender más en su vida diaria.
Los rasgos de la personalidad más comunes superdotados
Además de la apertura a la experiencia, existen ciertas características comunes que pueden ayudarnos a detectar a una persona con altas capacidades. Es importante destacar, que no todos los perfiles de altas capacidades son iguales, ya que existen características a nivel de desarrollo que pueden llamar la atención.
Aunque cada caso es único, sí que existen algunas señales que pueden ayudar a detectar estos casos de alta capacidad desde una edad muy temprana. Normalmente, entre los tres y los cuatro años, estos niños ya comienzan a destacar por encima del resto.
Las niñas
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Aprenden a hablar muy pronto, incluso pueden pronunciar la primera palabra antes de los 8 meses y a los 2 años ya son capaces de mantener una pequeña conversación
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Suelen ser muy creativas y sensibles. Tienen un gran capacidad de abstracción, por lo que pueden parecer distraídas
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Son muy exigentes con los demás y consigo mismas, y tienden a tener baja autoestima
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Son muy independientes e introvertidas. A menudo muy reservadas
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Duermen poco y tienen múltiples intereses
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Suelen aburrirse en clase y les gusta tener amigos de mayor edad
Los niños
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Aprenden muy rápido
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Les gusta estar con niños mayores
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Tienen gran capacidad de abstracción
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Hipersensibilidad
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Piensan más rápido
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Lógica e intolerancia
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Son muy exigentes con ellos mismos y con los demás
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Tienen poca resistencia a la frustración
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Son hiperactivos mentales
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Tienen problemas de estrés
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Sentido del humor
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Creativos
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Tienden a cuestionar las normas y la autoridad
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Motivación solo para los que les interesa
Es importante tener este tipo de características presentes, ya que en muchas ocasiones las altas capacidades pasan desapercibidas. A veces estos niños acaban sacando malas notas y sin tener un rendimiento extraordinario, precisamente por querer pasar desapercibidos. Problemas que pueden derivar en ansiedad o incluso en problemas de conducta. De ahí, que sea importante saber percibir las señales ya en el propio hogar.