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Qué es el 'FOBO': alarma por el nuevo fenómeno psicológico que muchos españoles sufren sin saberlo
- Una nueva tendencia que no está catalogada como un trastorno clínico, pero sí como un sesgo limitante en el día a día.
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Tener FOMO, acrónimo de Fear of Missing Out, se entiende como un tipo de ansiedad social caracterizada por un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo. Según estudios publicados por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), el 69% de los jóvenes de entre 18 y 34 años confiesa sufrirlo.
Además del FOMO, ya conocido por prácticamente todos los jóvenes en España, en los últimos años se han dado otros fenómenos parecidos, que también puede estar afectando en su día a día, como es el caso del FOBO. Una nueva tendencia que, así como otros trastornos psicológicos más graves, como la ansiedad o el estrés, ha sufrido un aumento considerable.
El FOBO O Fear of Better Options, es un fenómeno psicológico que se manifiesta cuando las personas sienten miedo de tomar una decisión porque creen que podría haber una opción mejor que aún no han considerado. Aunque esta tendencia se dé principalmente en los jóvenes, los adultos también lo sufren a diario.
En qué consiste el 'FOBO'
España es uno de los países con peor salud mental juvenil, según UNICEF. Según los expertos, gran parte de la culpa la tienen las redes sociales y sus usos tóxicos, que potencian problemas como falta de autoestima, bullying, ansiedad e, incluso, una abrumadora cantidad de opciones en casi todos los aspectos de sus vidas.
Aunque parezca que tener muchas opciones donde elegir es una de las grandes ventajas de la innovación y los cambios del futuro, la realidad es que esta sobrecarga de información está creando jóvenes mucho más indecisos, según los expertos, y el aumento de fenómenos como el FOBO.
Vivimos en un mundo de posibilidades ilimitadas. Si vas a Amazon a comprar unas zapatillas de deportes, vas a tener más de 200 modelos donde elegir; sin embargo, hace 50 años ibas a la zapatería y solo tenías que escoger entre tres, y uno de ellos posiblemente se saliese de tu presupuesto.
Aprender a elegir en un mundo de posibilidades ilimitadas es prácticamente imposible, y por ello surgen los fenómenos como el FOBO. Un término acuñado por el escritor Patrick McGinnis con el que trató de definir a las personas incapaces de tomar decisiones por si se equivocan o creen que hay algo mejor.
Según explica el autor, el FOBO no es nada nuevo. "La gente lleva mucho tiempo angustiada ante decisiones importantes en la vida, como casarse, aceptar un trabajo o comprar una casa, con la esperanza de encontrar una opción ligeramente mejor o radicalmente mejor", indica.
Cuando tenemos tantas opciones, no solo tratamos de mejorarlas todas: con quién nos casamos o dónde trabajamos o vivimos, sino que tratamos de optimizar casi todos los aspectos de nuestra vida y dedicamos una cantidad desmesurada de tiempo y energía en el proceso.
FOBO.
En una conversación con The Guardian, McGinnis explica que el FOBO se trata de "miedo a dejar ir". "Para elegir algo hay que dejar ir otra cosa y es el miedo a tener que lamentar el camino no recorrido. Por eso preferimos no decidir nada y mantener abiertas todas nuestras opciones", confiesa el autor.
Aunque parezca que este miedo a tomar decisiones puede pasar desapercibido en nuestra vida, la realidad es que puede tener efectos negativos en diversos aspectos del día a día, especialmente en los adolescentes.
Según explica la divulgadora, escritora y fundadora de Adolescencia positiva Diana Al Azem a Leche Pascual, "la constante preocupación por tomar la decisión correcta puede generar estrés, ansiedad y sentimientos de inseguridad. Esta ansiedad puede interferir en su capacidad para concentrarse en otras áreas importantes de sus vidas, como el rendimiento académico, las relaciones personales y el desarrollo de habilidades sociales".
El FOBO no desaparece después de tomar la decisión, sino que quienes lo sufren también suelen tener arrepentimientos al respecto: ¿Era realmente la mejor opción? ¿Realmente consideré todas las alternativas posibles? ¿Y si me he equivocado?
La sobrecarga de opciones nos dificulta la toma de decisiones y puede hacer que nos sintamos tan abrumados que simplemente nos rindamos y pospongamos la elección para más adelante. Esto puede tener graves consecuencias si nos lleva a posponer decisiones importantes indefinidamente.
Cómo afrontar el 'FOBO'
Lo primero que tenemos que hacer para afrontarlo es saber que estamos pasando por ello. Entre las señales que identifican que sufrimos FOBO están el pasar mucho tiempo investigando todas las opciones posibles antes de tomar una decisión, los arrepentimientos frecuentes sobre decisiones pasadas, evitar compartir decisiones con los demás o alargar el proceso de tomarlas.
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El primer paso para controlar el FOBO es ser consciente de cuándo estás invirtiendo demasiado tiempo en decisiones poco importantes. Por ejemplo, si dedicas mucho tiempo a pensar qué comer o qué ropa usar, estás malgastando energía mental que podrías emplear mejor en tareas más relevantes.
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Para decisiones triviales, simplifica el proceso. Convierte la elección en un "sí" o "no" y utiliza un método externo, como mirar la hora. Si el número es impar, es "sí"; si es par, es "no". Este enfoque, según McGinnis, permite liberar tu mente y dejar que algo externo decida por ti en asuntos poco significativos.
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Para decisiones más trascendentales, contar con un proceso claro te ayudará a explorar las opciones y llegar a una elección razonable sin quedarte atrapado en la indecisión. Una herramienta útil es el marco DECIDE, que consiste en: Definir el problema, establecer los criterios, considerar las alternativas (¡pero sin exagerar!), identificar la mejor opción, desarrollar un plan de acción, evaluar la solución.
