Imagen de archivo de una pareja.

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Estilo de vida

Qué es el 'triángulo de Sternberg': el sencillo hábito que siguen las parejas más duraderas en España

Una teoría desarrollada por Robert Sternberg, un psicólogo y profesor de la Universidad de Yale, ampliamente reconocido por sus investigaciones.

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Durante siglos, las personas han intentado comprender e intentar explicar qué es el amor. Las cartas de amor escritas hace 4000 años en Mesopotamia, la "media naranja" de la mitología griega, las canciones medievales o las novelas victorianas han creado diferentes formas de querer a lo largo de la historia.

A pesar de ser uno de los conceptos más estudiados, es uno de los menos comprendidos y, en la actualidad, todavía sigue la búsqueda de la definición correcta, así de la explicación de todo lo que siente una persona cuando está enamorada. E, incluso, cómo se logra ese enamoramiento.

El psicólogo estadounidense Robert Sternberg es una de las personas que más ha analizado el amor. El profesor de Yale ha realizado varias investigaciones en el ámbito de la psicología cognitiva y las emociones. Pero, si hay algo que le ha hecho mundialmente conocido, ha sido su planteamiento sobre la 'teoría triangular del amor' (1986), con la que explicó que para que un amor dure, tiene que componerse de tres elementos: intimidad, pasión y compromiso.

En qué consiste el triángulo de Sternberg

El triángulo del amor de Sternberg es una teoría propuesta por el psicólogo Robert Sternberg que explica las distintas dimensiones que conforman el amor en las relaciones interpersonales. Según esta teoría, el amor se compone de tres elementos fundamentales: intimidad, pasión y compromiso.

Para él, las distintas combinaciones explican los distintos tipos de amor, así como las diferentes etapas de una pareja. Además, asegura que una relación que se sustenta sobre uno de estos elementos tendrá más difícil mantenerse que otra asentada en dos o tres vértices del triángulo.

En este sentido, cada uno de estos componentes representa un aspecto esencial del vínculo afectivo y, según su combinación, se pueden generar diferentes tipos de relaciones amorosas. Si lo que buscamos es un amor duradero, encontrar el equilibrio entre la necesidad fisiológica de sexo y la necesidad de amor es esencial; sin embargo, la ausencia completa de los tres componentes se clasifica como no amor.

El primer componente del triángulo de Sternberg es la intimidad, que se refiere al sentimiento de cercanía, unión y afecto hacia el otro, sin que exista pasión ni compromiso a largo plazo. Este componente incluye la confianza, el afecto, la comunicación abierta y el apoyo mutuo. El experto lo ve como la base que permite que los miembros de la pareja se sientan comprendidos, valorados y aceptados.

Cultivar la intimidad implica compartir pensamientos, sentimientos y experiencias, lo que fortalece el vínculo emocional y promueve la sensación de seguridad dentro de la relación. Es en este proceso cuando hay que trabajar con cuidado para fomentar el desarrollo de una personalidad autónoma e independiente, logrando un equilibrio entre intimidad y autonomía

El segundo componente, la pasión, está vinculado al deseo físico y a la atracción sexual. Coincide con el denominado "amor a primera vista" y se caracteriza por la intensidad emocional, la excitación y el impulso romántico. La relación amorosa se forma a partir de este "enamoramiento" combinado con la intimidad sexual, y diferenciándose de otras formas de amor en las que el afecto, el cariño y el compromiso pueden estar presentes.

Relación de pareja.

Relación de pareja.

La pasión suele ser muy intensa en las primeras etapas de una relación, pero puede disminuir con el tiempo si no se cuida. Mantener viva la pasión requiere esfuerzos conscientes, como la exploración mutua, la novedad y la expresión del deseo. Aunque por sí sola no garantiza una relación estable, desempeña un papel crucial en mantener la chispa y el interés entre las personas.

El tercer elemento es el compromiso, que representa la decisión consciente de mantener la relación a largo plazo. Este componente implica la disposición de ambas partes para superar dificultades, resolver conflictos y trabajar en conjunto por el bienestar de la pareja. El compromiso brinda estabilidad y seguridad, ya que genera la confianza de que ambas personas están dispuestas a esforzarse para preservar el vínculo, incluso en momentos difíciles.

Estos tipos de amor pueden variar a lo largo de una relación. Por ejemplo, una relación basada únicamente en intimidad puede convertirse en una amistad cercana; una relación centrada solo en la pasión puede ser intensa, pero efímera; mientras que un vínculo que solo tenga compromiso puede volverse distante o insatisfactorio sin los otros dos elementos.

Además, estos componentes interactúan de forma sistémica. La presencia de un componente o la combinación de dos o más crea siete tipos de experiencias amorosas: cariño, encaprichamiento, amor vacío, amor romántico, amor sociable, amor fatuo o amor consumado.

El amor ideal, según Sternberg, es el "amor consumado", aquel que integra de forma equilibrada los tres componentes: intimidad, pasión y compromiso. Este tipo de amor es el más completo y el que ofrece mayores probabilidades de una relación satisfactoria y duradera.

Las siete formas de amor según Sternberg

Cariño: aparece cuando hay intimidad, pero no pasión o compromiso. Este tipo de amor caracteriza las relaciones de amistad, ya que no hay atracción física, deseo ni un compromiso formal.

Encaprichamiento: también se le conoce como 'amor a primera vista' y suele aparecer en romances pasajeros y al inicio de relaciones más estables. Este tipo de amor se desarrolla rápidamente, puesto que existe pasión, pero no intimidad ni compromiso.

Amor vacío: se da en las relaciones en las que han desaparecido la pasión y la intimidad, pero se mantienen debido al compromiso de ambas partes. A pesar de no haber intimidad ni pasión, tienen sensación de respeto y reciprocidad. Es común que parejas que llevan mucho tiempo pasen por esta etapa.

Amor romántico: estas parejas están unidas emocional y físicamente, pero no tienen el compromiso de estar juntos. Un ejemplo sería un amor de verano. Esta forma desaparece cuando aparecen adversidades. Se puede encontrar al inicio de algunas relaciones a largo plazo.

Amor sociable: suele aparecer en matrimonios y relaciones duraderas en los que la pasión se ha ido, pero existe un gran cariño y compromiso. En muchos casos, la convivencia y experiencia juntos han servido como base para mantenerse unidos. Es un amor más fuerte que el cariño porque se suma el compromiso. También aparece entre grandes amigos.

Amor fatuo: se da en relaciones en las que la pasión motiva el compromiso, sin la influencia de la intimidad. Aparece porque los miembros de la pareja quieren estar juntos, pues existe deseo y excitación de vivir experiencias juntos, aunque no tienen demasiadas cosas en común.

Amor consumado: o amor maduro, representa el modelo ideal, en el que están presentes todos los componentes del triángulo. Puede no ser permanente, de hecho, Sternberg señala que mantenerlo puede ser más difícil que llegar a él.

Cómo aplicar el triángulo de Sternberg en las relaciones

El triángulo del amor de Sternberg puede ser una herramienta útil para las parejas que desean fortalecer su vínculo. En primer lugar, permite identificar qué aspectos están presentes o ausentes en la relación, facilitando así que ambos miembros trabajen en equilibrarlos.

Si una pareja siente que ha perdido la pasión, por ejemplo, puede enfocarse en recuperar la atracción mediante experiencias novedosas o momentos de intimidad física. Si la comunicación se ha debilitado, pueden centrarse en fortalecer la intimidad, compartiendo sus sentimientos y emociones de forma más abierta. Del mismo modo, si uno de los miembros percibe una falta de compromiso, pueden dialogar sobre sus expectativas y establecer metas a largo plazo que les ayuden a consolidar el vínculo.

La teoría de Sternberg subraya la importancia del crecimiento mutuo. Las relaciones evolucionan con el tiempo, y comprender que el equilibrio entre intimidad, pasión y compromiso puede variar permite a las parejas adaptarse a los cambios sin perder de vista lo que es fundamental para su relación.