Decorar con plantas el hogar es una tendencia cada vez más extendida, lo que no resulta extraño si tenemos en cuenta todos sus beneficios tanto a nivel decorativo como en lo que respecta a la salud. Mientras que hay muchos expertos en jardinería que tienen claro qué plantas son las más indicadas para su vivienda, hay muchas otras personas que comienzan a adentrarse en este maravilloso mundo, y son estas últimas las que tienen que tener muy en cuenta algunas recomendaciones.
A pesar de que las plantas necesitan de cuidado y atención para poder crecer y florecer abundantemente (en el caso de las variedades que tienen flores), hay muchas de ellas que apenas necesitan agua para sobrevivir, lo que hace que sean resistentes a la sequía, al sol y a las altas temperaturas, y no estamos hablando ni de cactus ni de suculentas.
Hay muchas plantas que son ideales para principiantes en el ámbito de la jardinería, pero hay una de ellas que es muy conocida, tanto por su aspecto como por su olor. Nos referimos a la lavanda, una de las hierbas aromáticas más populares, tanto por su belleza como por su color y perfume.
Originaria del Mediterráneo, la lavanda es una planta de espigas de flores de tonalidad púrpura, aunque también se puede encontrar en tonos lilas, blancos y rosas. Se trata de una planta perfecta para jardines soleados, puesto que crece con exposición completa a los rayos del sol, además de necesitar de poco riego una vez establecida. Esto significa que nos encontramos ante una variedad que resiste la sequía y se adapta bien a suelos bien drenados.
Más allá de su uso ornamental y aromático, la lavanda cuenta con propiedades medicinales, como efectos antiinflamatorios y calmantes. Además, también atrae a polinizadores como mariposas y abejas, lo que favorecerá la biodiversidad en el jardín. Por si esto fuera poco, hay que destacar que la lavanda necesita de un bajo mantenimiento, siendo suficiente con llevar a cabo podas ocasionales con las que mantener su forma y promover así una floración más abundante.
En todo caso, hay que tener en cuenta que existen una serie de cuidados y consideraciones a tener en cuenta para que crezca adecuadamente la lavanda, comenzando por necesitar de una buena ventilación, debiendo evitar plantarla en el suelo cerca de otras plantas. Esta planta necesita de un buen drenaje y de recibir al menos 6 horas diarias del sol, pudiendo cultivarse tanto en el suelo como en tiestos. La mejor época del año para plantarla es a principios de otoño.
Otras plantas que necesitan pocos cuidados
Además de la lavanda, existen otras plantas que son interesantes para todos aquellos que estén buscando decorar su vivienda con variedades que apenas necesiten de cuidados y atenciones, como es el caso de las siguientes:
- Portulaca grandiflora: conocida popularmente como flor de seda, es una planta que destaca por su colorido y por la facilidad de cuidado, adaptándose perfectamente a climas cálidos y soleados. Sus flores pueden presentarse en distintos colores como rosa, rojo, amarillo, blanco o naranja, y se suelen abrir en días soleados para cerrarse al anochecer. Requiere de poco riego y le gustan los suelos bien drenados, siendo ideal para macetas, bordes de jardín y cestas colgantes.
- Echinacea purpurea: esta planta perenne destaca por sus impresionantes flores y sus excelentes propiedades medicinales. Originaria de América del Norte, es una planta con gran capacidad para atraer a insectos polinizadores, lo que la hace ser ideal para jardines en los que se quiera fomentar la biodiversidad. Sus flores tienen pétalos de colores púrpura, blanco y rosa, con un centro espinoso y prominente de color marrón o naranja. Sus flores aparecen en verano y a principios del otoño, aportando una gran belleza a los espacios en los que se encuentran.
- Buganvilla: esta planta trepadora ofrece todo un despliegue de colores vibrantes y una gran capacidad para cubrir muros y pérgolas. Originaria de Brasil, es muy habitual en los jardines situados en viviendas de climas cálidos y soleados gracias a su gran resistencia, además de su gran floración a lo largo del año. Sus flores son brácteas, unas hojas que rodean las flores verdaderas y que incluyen tonalidades blancas, naranjas, rojas y púrpuras. Es una variedad que necesita de poco riego y prefiere la exposición directa al sol.
- Verbena: esta planta, que proviene de América del Sur, es muy fácil de cuidar que consigue llamar la atención por sus pequeñas flores agrupadas en racimos en colores como blanco, azul, rosa, rojo y púrpura. Tiene una floración prolongada, desde la primavera hasta el otoño, la convierte en una excelente opción para agregar color durante toda la temporada. Es muy apreciada por su resistencia al sol, pues prospera en lugares soleados, además de necesitar poca agua.
- Salvia: por último, hay que hacer mención a esta planta perenne muy común en jardines gracias a una vibrante floración y facilidad de cuidado. Originaria de regiones templadas, la salvia se adapta a la perfección a climas soleados y secos. Las salvias ofrecen una amplia variedad de colores en sus flores, que pueden incluir tonos púrpuras, rosas, rojos y azules, y florecen desde primavera hasta el otoño, en función del clima y la especie.
De esta manera, existen diferentes opciones para quienes quieren dar a su hogar un toque diferente con plantas, sin tener que dedicarles muchos cuidados.