El baño es uno de los espacios del hogar dónde hay una mayor acumulación de suciedad, gérmenes y bacterias. No suficiente con eso, también es una de las zonas que posiblemente más nos cuesta limpiar y organizar. No sabemos por dónde empezar, el espacio es más limitado que en otras habitaciones y si queremos hacer algo más elaborado, tenemos que contar con especialistas y, posiblemente, unas herramientas que impliquen agujeros, más suciedad y días de espera.
Un baño aseado indica cuidado en el hogar en general, cuando sacamos las ganas y el tiempo para organizarlo a la perfección, sentimos una satisfacción plena, además de que es totalmente imprescindible para la higiene de todas las personas que viven en la casa. Por este motivo, nos obligamos a dejarlo impecable más a menudo.
Sin embargo, por mucho que lo organicemos, es cierto que al cabo de unos días, como por arte de magia, vuelve a estar igual. Las cremas están por el medio, hay que renovar el papel higiénico, los peines están por otras zonas de la casa y hemos perdido las gomas de pelo que habíamos encontrado en la limpieza general.
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De todos los rincones a los que prestamos atención a la hora de organizar el baño, hay uno que se nos escapa. Mientras limpiamos en profundidad las juntas, el inodoro, el lavabo o los espejos, la zona de la ducha pensamos que se organiza y limpia sola. El agua es la encargada de sacar brillo a todas las paredes y, por su puesto, los botes de champú pueden quedarse en el suelo sin ningún problema.
Lo cierto es que al igual que debemos limpiar la ducha con productos específicos, es aconsejable tener una estantería donde también poder colocar todos nuestros productos. Y a pesar de que parezca que para ello necesitamos taladrar la pared o comprar adhesivos, IKEA ha traído una novedad para hacernos la vida mucho más fácil por menos de 10 euros: un estante para colgar.
El novedoso accesorio para la ducha por menos de 10 euros
IKEA es ese lugar en el que entramos y no podemos salir. Las habitaciones de nuestros sueños, las camas en las que podríamos dormir plácidamente, los baños impecables, las cocinas de película y todos los objetos que nos encantaría tener (aunque muchos de ellos no sabríamos ni para qué).
A medida que pasa el tiempo y nos hacemos mayores, lo único que miramos es la comodidad, la eficacia y lo caro o barato que sea lo que queremos comprar. Cuando encontramos el objeto que acumula las tres, es imposible hacernos cambiar de opinión. Esta estantería provoca exactamente ese sentimiento y además, tan solo cuesta 9,99 €.
Sin la necesidad de hacer agujeros en la pared o pegar adhesivos que posiblemente con el paso del tiempo se caigan o dejen el pegamento en la superficie, el colgador KROKFJORDEN es tan sencillo que lo único que debemos hacer para utilizarlo es colgarlo del grifo de la ducha.
Su material no solo es duradero, sino que es resistente a la corrosión y evitará que se ponga feo por la humedad. Sus estantes permiten que podamos guardar todo tipo de botes de champú, así como jabones tradicionales u otro tipo de utensilios que empleemos en la ducha. Los bordes de las dos baldas son las que impiden que caigan al suelo.
Cuenta con dos cómodos ganchos para colgar cepillos y esponjas y su versatilidad nos permite moverlo sin dificultad. Si preferimos otra tonalidad para nuestro baño, su misma versión, pero más amplia y en negro, está disponible en IKEA por 12,99 €. Además, si al final no te convence tienes 365 días para hacer la devolución.