Estos son los cuatro pasos que tienes que dar para romper el ciclo de la infelicidad y poder ser feliz que arrasa en España
Floyd Chilton, investigador de la Universidad de Arizona, ha estudiado cómo conseguimos la felicidad y cómo podemos recuperarla cuando se va.
19 julio, 2024 12:12Qué es la felicidad y cómo conseguirla son las preguntas vitales más repetidas y estudiadas por la filosofía y la psicología. Pero también por todas las personas que buscan día tras día ya no solo ser felices, sino acercarse a serlo.
El estado de bienestar es, posiblemente, lo que más anhelamos nosotros como humanos. Vivir felices, despreocupados, sin estrés, sin pensamientos intrusivos, con la tranquilidad suficiente que nos permita descansar por las noches y tener energía por el día. Pero así como es ansiado, también es difícil.
Por algún motivo es mucho más fácil estar triste. Mientras que la felicidad dura tan solo unos segundos, la tristeza parece que se prolonga durante meses y cuando nos vemos decididos a salir de ella, nos encontramos con una cuesta arriba imposible de subir.
Floyd "Ski" Chilton, director del Centro de Precisión, Nutrición y Bienestar de la Universidad de Arizona, ha partido de un estudio antropológico de nuestra mente para comprender cómo conseguimos esa felicidad y, por tanto, cómo podemos recuperarla cuando se va.
En su libro Hay otra forma de alcanzar la felicidad: el proceso CAST de cuatro pasos que transformará tu vida, explica las cuatro fases por las que necesitamos pasar: conciencia, concienciación, asunción y confianza.
Cómo romper el ciclo de la infelicidad
A diferencia de cuando somos felices, cuando estamos tristes somos plenamente conscientes. Experimentamos sentimientos profundos, incómodos y dolorosos que nos hacen darnos cuenta de lo que estamos sintiendo, por lo que intentamos buscar la solución para que pare.
Vemos la luz al final del túnel, pero no somos capaces de llegar. No importa lo mucho que hagamos, pensemos o dejemos de pensar, siempre hay algo que se interpone por el camino y nos recuerda que seguimos en el mismo punto, aunque no sea así.
Nuestras mentes inconscientes están "construidas para la protección" y la "supervivencia" desde un punto de vista evolutivo, según Chilton. Sin embargo, ya no somos cazadores que deben proteger a sus seres queridos de los caprichos de la naturaleza en un sentido literal; aun así, nuestros pensamientos derivan naturalmente hacia el miedo y la ansiedad, como lo hacían cuando ese era el caso.
Cuando estamos tristes entramos en un bucle porque la propia tristeza nos causa miedo y ansiedad. Y por muchos aspectos negativos que tenga este sentimiento, sin él no sabríamos qué es la felicidad. No podemos saber que somos felices si nunca hemos experimentado lo contrario.
A lo largo de la historia hemos puesto tanto énfasis en la felicidad, en el pensamiento positivo y en la autoestima, que corremos riesgo de olvidar que para ser personas plenas necesitamos aprender a sobrellevar también los momentos difíciles.
Los cuatro pasos para romper el ciclo de la infelicidad
La mente puede ser nuestra mejor amiga o nuestra peor enemiga. Por eso, para el experto es crucial entrenarla, para manejar de forma efectiva los pensamientos engañosos y las emociones negativas. Combatir estos instintos y, de alguna manera, reconfigurar nuestro cerebro.
-
Despertar nuestra conciencia. El ser humano solo es feliz cuando es consciente. Debemos saber que nuestra mente la gran parte de las veces puede jugar en nuestra contra y puede haber momentos de infelicidad.
Si en ellos, seguimos nuestra mentalidad primitiva lo único que haremos será encerrarnos en el miedo y la ansiedad; sin embargo, si somos plenamente conscientes seremos capaces de decirnos a nosotros mismos que las cosas se pueden arreglar, y que muchos problemas se hacen grandes por nuestra propia culpa.
Todo esto se traduce en que tenemos dos formas de enfrentarnos a la tristeza, o bien aceptándola y observando la luz al final del túnel o escondiéndonos y atemorizándonos por lo que sentimos.
-
Profundiza en lo que te preocupa. Aunque nos dé miedo, el experto indica que tenemos que ser consciente de nuestros "estantes en la sombra". Si siempre tenemos pensamientos negativos sobre una circunstancia concreta, lo que tenemos que hacer es ahondar en cuándo y por qué empezaron a surgir.
Por ejemplo, si notamos que constantemente adoptamos pensamientos negativos como nuestra capacidad para desempeñarnos en el trabajo, debemos intentar identificar la primera experiencia de nuestra vida que nos hizo sentir como si no fuéramos capaces
Para el experto, este "estante en la sombra" fue que le diagnosticaran dislexia severa y se sintió definido por su diagnóstico hasta el punto de sentir una necesidad constante de demostrarles a los demás que era un escritor con mucho talento.
-
Asume. Hay momentos de tristeza que no podemos evitar, pero sí podemos ser conscientes de ellos. Cuando nos volvemos conscientes, sabemos la que se avecina: todo lo que vamos a sentir y todo lo que no.
"Al volvernos conscientes, sabemos lo que se avecina. Sabemos que se acerca un tren, es el tren inconsciente el que dice: 'No eres suficiente'", explica Chilton. "Yo puedo subirme al tren y estar allí durante semanas, meses, años, o puedo decir hoy que no. No me subiré a este tren hoy".
El experto indica esta situación como "el arte de rendirnos", en el que simplemente aceptamos la situación y todos los sentimientos que trae consigo.
-
Confía en el viaje. No podemos resistirnos a sentimientos obligatorios, como la tristeza o el miedo, simplemente debemos mantener el rumbo y confiar en que saldremos de esa, dejarnos fluir sabiendo siempre dónde queremos llegar.
Al final, la infelicidad no solo depende del momento de nuestra vida en el que nos encontremos, sino también de dónde proviene. En ambos casos, se deben tener en cuenta nuestras capacidades, bajo las cuales debemos funcionar.
Estos cuatro pasos se pueden resumir en uno si es lo que nosotros consideramos suficiente, así como puede tomarnos todo el tiempo del mundo pasar de uno a otro. Lo que siempre debemos hacer es, disfrutar de los momentos felices y ser plenamente conscientes, aunque sean efímeros.