La llegada de los meses de calor es algo que todos esperamos con ansia. Más horas de sol al día, mayor productividad, más ganas de salir con nuestros amigos y muy posiblemente las vacaciones que llevamos ansiando durante todo el año. Por lo que también implica desconectar del estrés.
Sin embargo, a pesar de todas las ventajas, hay quienes prefieren saltárselo. No las vacaciones, sino el calor en general. Aquellos mismos que no dudan en responder que el invierno es mucho mejor y que prefieren salir a la calle con cientos de capas a sudar allá donde vayan.
Lo cierto es que el calor es muy molesto cuando se hace insoportable. Con el cambio climático las temperaturas han subido más que nunca y hemos sentido sus estragos incluso metidos en casa. Cuando ya ni las ventanas abiertas funcionan y solo nos queda recurrir al aire acondicionado.
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Sin embargo, el aire acondicionado es ese electrodoméstico del que no podemos abusar. No solo puede llegar a gastar mucho y suponer un gran esfuerzo económico, sino que si hacemos un mal uso de él puede provocar catarros, dolores de cabeza o, incluso, algunas enfermedades.
En este punto, hay quienes buscan encontrar la alternativa perfecta. Que mantenga su casa fresquita los días más calurosos, pero que tampoco suponga dañino para la salud o altas facturas a final de mes. Las plantas, aunque parezca que no, se convierten en la mejor opción, en especial, la lengua de suegra.
La planta que puede absorber el calor
Todos buscamos los árboles los días de calor y sentimos la diferencia cuando pasamos por parques o áreas verdes. Las plantas reducen la temperatura de una estancia gracias a un mecanismo fisiológico llamado transpiración, mediante el cual estos seres vivos absorben el calor, evaporan el agua y terminan refrescando la zona donde se encuentran.
La transpiración ocurre cuando la atmósfera se calienta: las plantas a menudo liberan el exceso de agua al aire desde sus hojas y, al liberar agua evaporada, estos seres vivos se enfrían a sí mismos y al entorno que les rodea.
Son la forma más económica y respetuosa con el medio ambiente para refrescar la casa. No solo eso, sino que los expertos llevan años contrastando los beneficios de vivir rodeados de verde, limpian el ambiente, pero también pueden llegar a reducir el estrés y provocar un bienestar general.
A pesar de que existan grandes opciones, hay una de ellas que destaca entre las demás: la lengua de suegra. También conocida bajo el nombre de sanseviera, es una planta famosa por su aportación a la decoración del hogar debido a la elegancia de sus hojas, por lo que además de refrescarla podrá otorgarle un aspecto sofisticado y único.
Cuando se trata de refrescar tu hogar, la lengua de suegra es una de las mejores opciones porque esta planta es capaz de purificar el aire, eliminando todos los elementos tóxicos que se encuentran en él, como el benceno, el tolueno, el xileno, entre otros. Además, es capaz de regular la temperatura de las habitaciones.
Al igual que otras plantas como el aloe vera, las hojas de la lengua de la suegra tienen un alto contenido de agua, por lo que cuando transpira, libera humedad fría evaporada al aire. También emite oxígeno, manteniéndonos frescos durante las calurosas noches de verano.
Esta especia de planta tiene otra ventaja y es que puede soportar un lugar soleado, por lo que es ideal para colocar en las ventanas. Tendrá un efecto refrescante en la habitación y creará algo de sombra para otras plantas.
Otras plantas que absorben el calor
Añadido a la lengua de suegra, hay otras plantas que pueden absorber el calor y refrescar las estancias del hogar. Entre ellas, el aloe vera, una planta excelente por muchas razones y que, además, no necesita un gran mantenimiento.
El aloe vera es una de las plantas que se utiliza para tratar afecciones de la piel, como quemaduras, o simplemente para hidratarla. Sin embargo, tener esta planta en el hogar también puede ayudar a refrescar el ambiente, ya que libera mucho oxígeno, por lo que es ideal para absorber el calor.
Necesita un riego muy escaso y lo que sí deberás vigilar es que sus hojas estén limpias de polvo, puesto que se le da muy bien absorberlo. A diferencia de la lengua de suegra, el aloe vera es mejor que no lo tengamos en la habitación.
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Uno de los pocos árboles que crece bien en interiores es el Ficus benjamina o también conocido como higo llorón. Es un árbol frondoso que además de decorar las habitaciones puede mantener el aire interior húmedo y fresco, proporcionando un alivio muy necesario del calor para quienes pasan tiempo en interiores.
En cuanto a las recomendaciones para el Ficus, debemos asegurarnos de regarlo regularmente durante los meses de verano y colocarlos en un lugar con luz media para que pueda absorber el sol, incluso cuando no estemos.