Es un mal común, especialmente en mujeres: estrenar zapatos o cambiar de modelo porque una temporada nueva ha llegado y que las ampollas y roces en los pies estén a la orden del día, es todo uno. Y no, aquello de que para "presumir hay que sufrir" se ha terminado.
Para evitar ese doloroso proceso hasta que nuestros pies se hacen a los zapatos en cuestión, existe un remedio casero que no todos saben y que, sin embargo, su sencillez y efectividad a la hora de probarlo está conquistando a cada vez más personas.
Tan solo tendrás que recurrir a los papeles (tipo periódico, propaganda, etc.) que vayas a tirar y poner fin a esas heridas que aparecen en una de las partes más importantes del cuerpo. Humedece el papel e introdúcelo, en forma de bola, dentro de los zapatos. Acto seguido, mételos en el congelador para que comience "la magia".
Como lo lees. Una vez el papel húmedo se endurezca debido a la congelación del agua en este, conseguirá que el material del que está fabricado el zapato se vaya ensanchando por la presión ejercida por el papel congelado.
Puedes realizar esta operación tantas veces como necesites hasta que tus zapatos hayan adoptado el tamaño justo para que tus pies no sufran más de lo necesario. Es un remedio eficaz, además de respetuoso con el calzado, por lo que no tendrás que sufrir por si son de piel u otro tipo de material.
Ensanchar los zapatos con papel
Este truco no es nuevo, sin embargo, no muchas personas lo conocen. No es costoso, no es difícil y su efectividad merece la pena. Ya que no pierdes nada, recuerda estos sencillos pasos que tienes que dar para hacer que esos zapatos que tanto te gustan, no vuelvan a hacerte daño.
- Haz bolas con papel de periódico. Tantas como consideres para que te quepan dentro de la horma del zapato.
- Mójalas con agua y deja que escurran para eliminar el exceso de humedad, pero que queden lo suficientemente empapadas.
- Mete las bolas de papel en los zapatos. Cuanto más introduzcas, más presión realizarán una vez empiecen a congelarse y, por tanto, más ensanchará tus zapatos.
- Déjalos en el congelador unas dos o tres horas para que se dilaten lo suficientemente.
Cuando lo saques, comprueba si los zapatos se han ensanchado todo lo que querías o si, por el contrario, necesitas repetir la operación. Puedes hacerlo tantas veces como necesites.
¿Y si son de cuero sintético?
No te preocupes si los zapatos que te causan heridas o te aprietan demasiado no son de piel natural. Hay multitud de modelos de zapatos que son de cuero sintético que, hasta que se hacen a la forma de nuestro pie, pueden causar muchas molestias.
También existe un sencillo truco para tratarlos y conseguir ensancharlos. En esta ocasión, toma un paño seco, otro húmedo y jabón líquido.
- Echa un poco de jabón líquido en el paño húmedo.
- Pasa el paño por toda la superficie del zapato, incidiendo en aquellas partes en las que más te aprieten.
- Con el paño seco, retira el exceso de jabón y deja que se seque.
- Si quieres un mayor resultado, llena el zapato con bolas de papel (de periódico, por ejemplo) o de algodón para ejercer más presión desde el interior de la horma. Déjalos toda una noche con
Este también es un remedio muy efectivo y nada perjudicial para el aspecto de tus zapatos, pero si tienes dudas por el tipo de tejido del que están forrados, puedes probar primero en una parte poco visible del calzado, como el interior del tacón, para ver si deja o no marca.
No olvides que los pies son una de las partes más esenciales de nuestro cuerpo. No solo soportan todo nuestro peso, manteniendo nuestro equilibrio y estabilidad, sino que también nos permiten el movimiento y la locomoción, aparte de absorber todos los impactos. Cuidar de ellos es fundamental, por lo que es muy recomendable que utilices un calzado de calidad, adecuado a tu estilo de vida.