¿Quién dijo que viajar por el mediterráneo era solo una opción turística para el verano? Costa Cruceros trae una propuesta que mezcla lo bueno de viajar en barco con el gusto por la gastronomía local.
A simple vista parece un megacrucero más, pero en él se esconden infinidad de planes y recuerdos que llevarse cuando el viaje acabe. Abarca desde un spa completo y único, habitaciones inmensas, hasta restaurantes para todo tipo de paladares.
¿Te imaginas recorrer todos los pueblos de la Toscana en un abrir y cerrar de ojos? Costa Cruceros trae una propuesta en la que podrás disfrutar del entretenimiento de un crucero fuera y dentro de él.
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Bajo una mirada italiana, Costa Toscana esconde 16 plantas interiores inspiradas cada una en un pueblo toscano; alrededor de estas, se encuentra una decoración que busca trasladarte al lugar sin tener que bajarte del barco.
Desde piscinas interiores, jacuzzis con vistas al mar y los pueblos en donde atraca, hasta salas de baile, espectáculos y una completa e infinita oferta gastronómica.
Lo bueno de este crucero es que busca satisfacer a todos los habitantes del mismo. Su director, Miguel Muñiz nos comenta que este barco es "el pueblo del cual él es su alcalde" y que cada espacio busca agradar a todos los habitantes.
Entre sus restaurantes podemos encontrar una amplia oferta gastronómica. Por ejemplo, puedes disfrutar de un japonés con espectáculo, un italiano con raíces mediterráneas o la propuesta de Ángel León.
El Costa Toscana es el último barco propulsado por GNL, que sigue la ruta por el mediterráneo desde Valencia y avanza hacia Marsella, Savona, Roma y Nápoles.
Es el nuevo buque insignia de Costa. Inspirado en la región italiana y bautizado en junio de 2022 en Barcelona, es sinónimo de excelencia, sostenibilidad y gastronomía.
El buque dispone de 21 restaurantes y 19 bares, todos ellos con diferentes temáticas y menús de todo el mundo.
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Restaurante Archipiélago
En el restaurante Archipiélago se ofrecen tres menús de cinco platos, uno por cada chef con Estrella Michelín que componen la oferta y los cuales han participado en el diseño de su concepto y carta: Bruno Barbieri, Hélène Darroze y Ángel León.
Estos reinterpretan los ingredientes, tradiciones y recetas de los destinos del crucero a través de los denominados Platos de Destino.
Diseño y sostenibilidad van de la mano en este restaurante donde sus “mesas isla” son obras únicas y naturales construidas a partir de madera a la deriva rescatada en el marco Guardianes de la Costa, el programa de educación ambiental para la protección del litoral italiano, dirigido por la Fundación Costa Crociere.
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Tanto los menús de los tres chefs como los Platos de Destino están diseñados prestando una atención especial a los ingredientes, mayoritariamente procedentes de productores locales, y a la forma de prepararlos, con el fin de evitar el desperdicio de alimentos y siguiendo la estrategia de sostenibilidad de Costa Cruceros.
Ángel León conocido como el "chef del mar", también ha sido nombrado entre otros premios como el chef de la sostenibilidad.
El chef no solo busca que el pasajero disfrute de una selección de platos con sello michelín, sino que le transporte al mar y que deje atrás los prejuicios en la cocina marina: apreciar más allá de platos basados en atún o el salmón y apostar por el plancton, rico en omega 3.
Además, por cada cena que se realiza en Archipiélago, Costa dona parte de la recaudación a la Fundación Costa Crociere para apoyar proyectos medioambientales y sociales.
Y es que Costa Cruceros tiene un firme compromiso con la sostenibilidad y cada paso que da, lo hace teniendo en cuenta el entorno y el medioambiente, para que los viajes en crucero sean cada vez más limpios.
El Costa Toscana ha sido diseñado para ser una auténtica “smart city” itinerante, en la que se aplican soluciones sostenibles y conceptos de economía circular para reducir el impacto medioambiental.
A bordo se lleva a cabo la recogida selectiva del 100% de los residuos y el reciclaje de materiales como el plástico, el papel, el vidrio y el aluminio, lo que formará parte de un enfoque integrado destinado a aplicar proyectos de economía circular.
Para los que piensan que la vida en un barco se queda corta, Costa ofrece a su vez viajes y excursiones por las aguas que recorre: el barco hace parada en Marsella donde poder encontrar una confluencia de culturas; francesa e italiana en un mismo lugar.
Pueblos de la Toscana como Savona en el que podrán visitar ciudades medievales como Finalborgo, ciudad en la que degustarán pesto genovés, hecho en directo por gente local, y la grandiosa Roma entre varios de sus destinos.
Dentro de sus cocinas realizan pasteles, panes hasta la mozzarella. Es, sin duda, el barco más grande del grupo Costa con capacidad para 8000 personas de las cuales más de 20% lo componen tripulantes.
Por todo ello, es un nuevo concepto de crucero en el que podrán disfrutar los pequeños y, los no tanto, con sus zonas y restaurantes infantiles pero también con sus bares y lugares donde poder disfrutar de un vino o del mejor cóctel mientras navegas.
En Costa Cruceros tienen claro que los destinos se conocen en gran parte por sus sabores y aromas. Y bajo esa premisa, se acercan al viajero para que se adentre a saborear el crucero.
A través del paladar busca recorrer el mediterráneo y los sitios que visita. El objetivo es que cada persona que viaja en Costa viva una experiencia que no solo disfrute en esos días sino que se lleve a casa el recuerdo de una experiencia inolvidable.
Pero no solo importa lo de dentro, para Costa es importante que el viajero también disfrute de los destinos en los que atraca el barco tanto por la gastronomía que abunda en ellos como por sus gentes.