Juana Fernández Silva (La Coruña, 1970) es ingeniera de telecomunicaciones y la responsable de capitanear el área de Innovation Digital y de Aplicaciones de Microsoft en la sede, en Nueva York (EEUU). Por ende, es un auténtico modelo a seguir en el sector STEM, compuesto por profesionales de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, ampliamente masculinizados.
Por su talento ha sido elegida una de 'Las Top 100 Mujeres Líderes en España' en la categoría, la de 'Top 10 Exterior', la nueva categoría del ranking más famoso de España sobre liderazgo femenino, que tiene el objetivo de destacar las mujeres españolas que traspasan fronteras por sus admirables carreras profesionales.
Sus labores abarcan departamentos vitales para la compañía, como la estrategia de ventas, así como la planificación y la ejecución de la cartera de innovación de aplicaciones de Microsoft. Durante sus más de 25 años de carrera internacional, ha trabajado incubando modelos de negocio para tecnologías innovadoras.
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En línea con su compromiso por potenciar el talento femenino, lleva diez años siendo mentora de mujeres que comienzan su carrera en el sector tecnológico, y desde hace un lustro forma parte de un grupo de mujeres inversoras con el objetivo de ampliar la presencia de empresas fundadas por mujeres en el mundo de las ciencias y la tecnología. Un grupo llamado WA4STEAM.
Reconocida profesional y firme defensora de los derechos de las mujeres, la 'Top 100' responde a las preguntas de magasIN sobre referentes, consejos y curiosidades, permitiendo así conocer más su trayectoria y un poco de su personalidad.
Un pensamiento estrella que siempre tiene presente es…
Hemos venido a este mundo a ser felices y a hacer felices a los demás. Intenta aceptar cada desafío y cada contratiempo como una oportunidad de aprendizaje y nunca pierdas la sonrisa.
Aléjate de la gente pesimista: es contagiosa. Rodéate de optimistas y personas positivas y veras qué fácil hacen que parezca todo.
Una anécdota divertida que contenga una enseñanza útil para las futuras Top 100.
Hace poco me entrevistaron para un programa de la televisión local de Nueva York. Se hablaba sobre la necesidad de que haya más mujeres trabajando en tecnología. Cuando me vi en la tele -y me escuché-, me di cuenta de mi acento gallego hablando en inglés. Al principio me dio mucha vergüenza y pensé en no compartir el vídeo con ninguno de mis contactos.
Unos días después me encontré por casualidad con una compañera de trabajo americana a la que admiro mucho y que lleva más de 16 años viviendo en España. Su español es muy bueno, pero tiene un fuerte acento americano, y cuando la oyes hablar enseguida te das cuenta de que ella no es española. A todos los que la conocemos, su acento nos parece simpático y entendemos que es algo que forma parte de ella, algo que la define.
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Cuando volví a casa pensé en que mi acento gallego es también algo que me define a mí al hablar en inglés y que para qué voy a tener que hablar con acento neoyorquino, si en realidad yo soy coruñesa.
La enseñanza de esta anécdota es que, allá donde vayamos, no debemos perder nunca aquello que nos define, lo que nos hace ser quienes somos. En mi caso, soy una gallega trabajando en Nueva York y me siento muy orgullosa de mis orígenes y de dónde vengo.
Nombre a tres mujeres referentes para usted y por qué lo son.
Sari Baldauf era la presidenta de Nokia Networks allá por el año 2.000, cuando yo me uní a la compañía. En aquel entonces, Nokia era la empresa líder en el mercado de la telefonía móvil. Me emocionó la curiosidad que demostró al acercarse a hablar conmigo. Para mí ella ha sido siempre un ejemplo de mujer con un alto cargo en tecnología que se preocupa por otras mujeres que trabajan en su organización.
Regina Llopis es una de esas mujeres que, cuando estás a su lado, siempre aprendes algo. De ella admiro su capacidad para sacar proyectos adelante, cómo dirige su energía para motivar a los demás y para seguir adelante. Para mí, lo más importante de la capacidad ejecutiva no es saber ejecutar o liderar, sino saber preguntar. Su ejemplo me ha servido para ser capaz de escuchar más a los demás y tratar de hacer la pregunta conveniente.
Rosa García fue la primera mujer presidenta de Microsoft España. Después vendría María Garaña y, a continuación, Pilar López. He tenido la suerte de conocerlas a las tres y las tres son referentes para mí. Me siento muy afortunada por haber aprendido de todas ellas.
Recomiéndenos una película, un libro y una canción.
¿Una película? Memorias de África, de Sidney Pollack. La he visto más de treinta veces. Adoro esta historia basada en la biografía de la escritora danesa Isak Dinesen. Es la historia una mujer fuerte, sensible y valiente.
Un libro... El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Es una obra que celebra el amor verdadero que supera las dificultades, el tiempo y la muerte.
Y una canción: La fuerza del destino de Mecano. No sólo es la banda sonora de mi juventud, sino que creo en los encuentros fortuitos y en las casualidades que nos cambian la vida.
La historia de mi propia vida está llena de personas maravillosas a las que conocí en encuentros fortuitos fruto de la fuerza del destino.
¿Una característica presente en la mayoría de las mujeres?
Creo que todas las mujeres tenemos una capacidad especial para cuidar a los demás, para poner a los otros siempre por delante de nosotras mismas, aunque no siempre seamos conscientes de ello.
Tomar conciencia de esa generosidad, de esa extraordinaria capacidad de cuidar y emplearla también para cuidarnos a nosotras mismas es algo que deberíamos hacer más a menudo todas.
La conciliación es…
Un elemento clave de cara a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Hay una parte que no depende de nosotras. Por eso es importante que los gobiernos y las empresas promuevan medidas de conciliación.
Lo que sí está en nuestra mano y que a mí me ayuda a conciliar es ser realista y establecer prioridades, no intentar llegar a todo, aprender a decir que no y organizarse muy bien.
Siempre digo que lo más importante es la agenda y yo por eso lo agendo todo. Hace tiempo que no llevo separadas la agenda personal y la profesional: la agenda es única. Dedicar tiempo cada semana a gestionar la agenda es clave para ser capaz de conciliar la vida personal, familiar y profesional.
¿Un consejo para una entrevista de trabajo?
Pregúntale a los que te rodean que es lo que destacan de ti. Muchas veces te sorprenderá lo que, en realidad, los demás admiran de ti. Y quizás es algo que tú ni siquiera reconocías ni pensabas incluir en tu currículum.
Tardé muchos años en darme cuenta de que lo que muchos de mis colaboradores y jefes destacaban de mí era mi entusiasmo, mi energía positiva. Y eso era algo que yo jamás incluía en mi currículum.
Intenta siempre responderte antes de la entrevista a estas dos preguntas: ¿Qué es lo que te diferencia de los demás? ¿Qué es lo que aportas tú a esa empresa o a ese puesto de trabajo concreto?
Las tres cosas en las que primero se fija cuando conoce a alguien y por qué.
Los ojos: me gusta mirar a los ojos a la gente, incluso por la calle, a aquellos a los que no conozco. Suelo desconfiar de las personas que no miran a los ojos cuando hablan. En cambio, con los que conectan su mirada con la tuya me resulta más sencillo conectar.
Me fijo también en las manos: si están cuidadas o no, y en las uñas. Me imagino que esto está relacionado con mi gusto por el orden y el cuidado de uno mismo. Si no tenemos tiempo para cuidarnos a nosotros mismos, algo no está yendo como debería ir.
La sonrisa y la risa son también muy importantes para mí. Me gustan las personas alegres, las que tienen sentido del humor y que se ríen fácilmente. Todo se lleva mucho mejor con una sonrisa.
¿Con qué pequeñas cosas identifica la desconexión?
En mi caso, pequeñas cosas como dar un paseo por un entorno natural, como puede ser frente al mar de mi tierra en Galicia o por el bosque cercano a mi actual casa de New Jersey. Tomar un café con una amiga o pasar un rato leyendo un buen libro son cosas que me ayudan a desconectar.
También creo que es importante ser capaces de programar esos momentos de desconexión, hacer que formen parte de nuestra rutina diaria. En mi caso, desde hace más de seis años practico yoga semanalmente. Me ayuda a desconectar y, lo que es más importante, consigo recargar mis baterías con nueva energía.
Un defecto ajeno que no soporta.
La impuntualidad. Los que siempre llegan tarde a todo y van por la vida corriendo o como yo digo, con la lengua fuera. Llegar tarde me parece una falta de respeto y además es un desperdicio del bien más preciado que todos tenemos: el tiempo.
Dormir es…
Necesario, pero no soy muy dormilona. Me gusta acostarme temprano y levantarme un poco antes de que amanezca. Suelo aprovechar esos ratos de tranquilidad en casa a primera hora del día para programar mi jornada, rematar pequeñas tareas y aprender cosas nuevas.
Nunca me han sentado bien las siestas y me cuesta muchísimo dormir en los aviones, trenes o durante un viaje en coche. Suelo aprovechar esos momentos para leer o escuchar algún pódcast interesante.
¿Una manía que la defina?
El orden. En mi caso, el orden es más manía que rasgo. Ordeno la ropa por colores, texturas, los libros por temas… Todo tiene que estar ordenado en mi vida: mi agenda, mi mesa de trabajo.
Los que conviven conmigo lo sufren ya que no puedo ver las cosas fuera de su sitio: en nuestra casa todo tiene un sitio y hay un sitio para cada cosa. Por ejemplo, no puedo ir de rebajas y ver la ropa amontonada y desordenada: ¡En lugar de comprar me pongo a ordenarla!
Un color que jamás se colaría en su armario es…
El rosa... Creo que ni cuando era un bebé lleve nada de ese color. Tengo dos hermanos varones, en casa había muy poco rosa y mucho azul. Me he pasado toda mi vida rodeada de hombres.
En la universidad y en las reuniones de trabajo he preferido siempre los colores que me ayudaban a pasar desapercibida en esos ambientes tan masculinos. Yo soy más de verde, azul marino y negro. Cuando quiero dar un toque de color y diversidad me atrevo con el amarillo o el rojo.
¿Alguna pregunta con la que crea que se puede aprender mucho sobre otros?
¿Qué puedes hacer durante horas sin cansarte?
Me la hicieron hace muchos años cuando estaba en la universidad. Mi respuesta fue: "No creo que haya nada que pueda hacer horas y horas sin cansarme". Todos los que me rodeaban y me conocían bien dijeron a la vez: “Sí que la hay, Juana: hablar".