Beatriz Corredor, presidenta de Redeia: "La intuición femenina no es un mito, es una realidad"

"Con 25 años fui registradora en un pueblo en Extremadura, donde me preguntaban por mi marido, el registrador", cuenta a magasIN Beatriz Corredor (Madrid, 1968), la ahora presidenta de Redeia –antigua Red Eléctrica de España– pasó por el Cuerpo de Registradores de la Propiedad. 

La exministra de Vivienda durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero asegura que "allí llamaban notaria a la mujer del notario". Por eso, a ella le costó hacerles entender que su título no era herencia de ningún matrimonio. Y es que, recuerda, lograr "respeto y autoridad a través del desempeño profesional" ha sido una "motivación constante" a lo largo de su vida.

La vocación de servicio público de Corredor es un elemento clave que ha inspirado su trayectoria. Esta Top 100 asegura tener "una capacidad innata e irreversible" para complicarse la vida. Dice, además, no ser conformista, más bien todo lo contrario.

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Corredor compagina su actividad laboral con su otra pasión, ser madre de sus tres hijas. Se define a sí misma como una feminista luchadora e incansable. Por ello, apuesta por un "liderazgo femenino con una implementación transversal, horizontal y flexible, basado en la cooperación más que en la competición y siempre, desde la empatía".

La herramienta de trabajo que prima en sus proyectos es la jerarquía, entendida, no como una cadena de mando, sino como forma de repartir de manera eficiente las responsabilidades. Corredor cuenta que la mejor prueba para saber si un equipo está funcionando bien es que la gente se ría en las reuniones de trabajo y que haya sensación de pertenencia y de libertad. 

El pensamiento estrella que siempre tiene presente es…

Procuro dejar las cosas mejor de cómo las encontré al llegar. Es mi definición de la sostenibilidad.

Nombre a tres mujeres referentes para usted. ¿Por qué lo son?

Mi abuela Inés, con la que viví mientras preparaba las oposiciones. Era una persona con dignidad, valores, humildad y generosidad. Me enseñó a mantener los pies en el suelo, aunque la cabeza vuele a la altura de las nubes.

María Teresa Fernández de la Vega, por su lucha infatigable a favor de las mujeres, su contribución al fortalecimiento del Estado y su entrega al servicio público. Y Cristina Garmendia, una absoluta líder creando equipos y proyectos innovadores.

Recomiéndenos una película, un libro y una canción.

Una película: Desayuno con diamantes, de Blake Edwards. Un libro: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Y una canción: Mediterráneo de Joan Manuel Serrat.

Una característica presente en la mayoría de las mujeres.

La capacidad de expresar afecto y captar el estado de ánimo del interlocutor. La intuición femenina no es un mito; es una habilidad muy útil en la vida personal, pero también en la profesional, que debemos valorar y potenciar.

La conciliación es…

Hacer compatible vida personal y profesional y, por tanto, un derecho de todas las personas, independientemente de su situación familiar; pero para las mujeres, sobre todo si son madres, ese derecho es imposible sin corresponsabilidad. Y en esto queda muchísimo por avanzar.

¿Un consejo para una entrevista de trabajo?

Prepararla bien (perfil, cultura, propósito, organigrama de la empresa y de su equipo directivo, competidores, evolución, retos…). Tener claro el objetivo profesional, incluso salaria, y, después, ser genuina. La naturalidad es imprescindible.

Las tres cosas en las que primero se fija cuando conoce a alguien y por qué.

Siempre me fijo en la manera de mirar a los ojos, la espontaneidad al sonreír, la forma de dar un apretón de manos. Todo ello revela mucho sobre el temperamento de las personas. Tiendo a evitar aquellas que irradian soberbia, condescendencia y autocomplacencia.

¿Con qué pequeñas cosas identifica la desconexión?

Un espacio en soledad escuchando música, la playa en invierno con un libro o una caminata por el monte en buena compañía.

¿Un defecto ajeno que no soporta?

La deslealtad.

Dormir es…

Medicinal. Y un lujo cada vez más escaso.

Una manía que la defina.

El orden en el espacio en que me encuentro. Me da paz mental y serenidad de espíritu.

Un color que jamás se colaría en su armario es…

El amarillo.

¿Alguna pregunta con la que crea que se puede aprender mucho sobre otros?

Una charla sobre la utopía.