Mujeres líderes 2024

12ª edición - 2024

Josefina Molina
Cineasta
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Formación

Desde joven, tenía un profundo aprecio por la lectura, y a los trece años, la rica narrativa de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós marcó su inclinación hacia la escritura y su afinidad por el realismo. Dos años después, a los quince, al ver la película El río de Jean Renoir, comenzó a interesarse en narrar historias mediante el cine. Estudió Ciencias Políticas.

Trayectoria

En 1962 fundó el Teatro de Ensayo Medea en su ciudad natal, donde dirigió varias obras. En 1969, se convirtió en la primera mujer en obtener el título de directora/realizadora en la Escuela Oficial de Cine. Durante esa época, trabajó en diversos programas dramáticos para Televisión Española.

Entre sus trabajos más destacados en televisión se encuentran las series El camino (1978), Teresa de Jesús (1984), y Entre naranjos (1998). En teatro, sobresalió con montajes como Cinco horas con Mario y Los últimos días de Emmanuel Kant. Su debut en el cine fue con Vera, un cuento cruel (1973), y obtuvo reconocimiento con Función de noche (1981) y Esquilache (1989).

En 2006, fundó la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), y en 2012 recibió el Goya de Honor y el título de Hija Predilecta de Andalucía. Tras dejar el cine, comenzó a escribir, publicando obras como Cuestión de azar y En el umbral de la hoguera.

Razones para ser Top 100

Josefina Molina merece estar en el top 100 por su papel pionero en el cine y la televisión en España, especialmente como mujer en un campo dominado históricamente por hombres. Su carrera es notable tanto por su talento como por su capacidad para abrir caminos a otras mujeres en la industria audiovisual.

 Fue la primera mujer en obtener el título de directora en la Escuela Oficial de Cine en 1969, marcando un hito en la historia del cine español.

Dirigió importantes películas y series de televisión, como Función de noche (1981) y Teresa de Jesús (1984), que no solo mostraban su destreza narrativa, sino que exploraban temas profundos y personajes femeninos complejos, lo que reforzó la visibilidad de las mujeres en las narrativas cinematográficas.

Ha sido una firme defensora del papel de la mujer en el cine. Su activismo ayudó a visibilizar las desigualdades de género en la industria.

A lo largo de su carrera, abordó temas complejos, como las relaciones de género, el poder y la religión. Dirigió obras como Cinco horas con Mario y películas como Esquilache (1989), que combinaron entretenimiento con reflexión social.