Formación
Desde pequeña, demostraba una fuerte pasión por el teatro y comenzó a estudiar en el Conservatorio y en la Escuela de Arte Dramático de Madrid.
Trayectoria
Marisa Paredes inició su carrera profesional en 1960, debutando en cine con las películas Esta noche tampoco y 091 Policía al habla. Al año siguiente, comenzó a actuar en teatro, trabajando con la compañía de Conchita Montes y participando en el programa de televisión Estudio 1, donde interpretó obras de autores como Ibsen y Shakespeare.
Durante las décadas de 1960 y 1970, Paredes desempeñó papeles secundarios en diversas películas, destacando en El mundo sigue (1965) de Fernando Fernán Gómez.
Gracias a su trabajo con Almodóvar, Paredes accedió a proyectos internacionales, colaborando con directores destacados como Roberto Benigni en La vida es bella y Guillermo del Toro en El espinazo del diablo.
Además, fue presidenta de la Academia del Cine Español entre 2000 y 2003, liderando la institución durante momentos polémicos, incluyendo manifestaciones en contra de la Guerra de Irak en la gala de los Premios Goya de 2003.
Razones para ser Top 100
Su reconocimiento internacional llegó a través de Pedro Almodóvar, quien la convirtió en una "chica Almodóvar" con papeles en Entre tinieblas (1983), Tacones lejanos y La flor de mi secreto, que le valió una nominación al Goya. Colaboró con Almodóvar en varios de sus films, incluyendo Todo sobre mi madre (1999) y Hable con ella (2002).
Desde su debut, a los 14 años, ha participado en más de 75 películas y más de 80 producciones televisivas, trabajando con reconocidos directores tanto en España como en el extranjero, incluyendo obras de cine europeo y colaboraciones con cineastas de renombre internacional.
Además, su papel como presidenta de la Academia de Cine Español durante un período crítico demuestra su compromiso con la industria y su voz en defensa de los derechos de los profesionales del cine, lo que resalta su relevancia no solo como actriz, sino también como líder en la comunidad cinematográfica.
Los numerosos galardones que ha recibido a lo largo de su carrera, como el Premio Nacional de Cinematografía y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, reflejan su dedicación y contribuciones al arte, lo que reafirma su lugar destacado en la historia del cine. Su capacidad para interpretar una amplia variedad de personajes, su compromiso con el teatro y su influencia en la promoción de nuevas voces hacen que Marisa Paredes merezca ser reconocida en este selecto grupo.