El diseñador Roberto Diz.

El diseñador Roberto Diz.

Moda

El diseñador Roberto Diz: "En moda debemos trabajar para todo tipo de tallas y de mujeres"

El diseñador de moda afincado en Sevilla, asegura que los dos años de la pandemia han cambiado su forma de ver la vida.

28 abril, 2022 03:01

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Roberto Diz se ha convertido en el adalid del diseño para todas, extensivo a todas las edades y a todas las tallas. Desde que en la pasada edición de la Mercedes Benz Fashion Week presentase su colección dirigida a cualquier mujer, su teléfono no ha parado de sonar. "Da igual que tengan 20, 40, 60 u 80 años, o que se pese 50 o 100 kilos, quiero empatizar con todo tipo de cuerpo, edades y alturas. La moda es tirana, tenemos que acabar con ella" aseguraba el diseñador desde la tarima del desfile, mientras recibía los aplausos del público.

El prestigioso diseñador gallego afincado en Sevilla asegura que la pandemia le ha cambiado los esquemas“Más que cambiarme la forma de ver la moda, la pandemia me ha cambiado la forma de ver la vida. El Covid ha sido sin duda, un revulsivo para todos, porque nos ha debido humanizar un poco".

Y añade: "En el mundo occidental, estamos acostumbrados a la vida cómoda, a que todo nos salga bien y nos hemos dado cuenta de que todo puede cambiar en un instante. También que somos iguales que el resto ante la enfermedad y ante las cosas más graves. Nos hemos convertido en simples hormigas que pueblan el planeta y que en cualquier momento se nos puede barrer", asegura el modisto.

"Esto se ha traducido en la forma en la que hoy veo el diseño. La última colección abraza más a la gente y ha sido menos discriminatoria. No es que yo diseñara antes pensando en nadie, pero sí que es verdad que mis prendas hasta ahora, no habían sido tan fáciles de llevar... Quizás eran más cómodas para un grupo social más joven o de talla más pequeña. Éste es el momento de pensar en todos, de ser un poco más humano", afirma.

"Los diseñadores de moda a veces perdemos la noción de la realidad social y creo que debemos trabajar para todo tipo de tallas y de personas”, concluye.

PREGUNTA: Para la presentación de la colección se contó con mujeres de todas las edades y tallas como Alejandra Osborne o Mar Flores, entre otras muchas. ¿Cómo fue contar con ellas?

Trabajo a medida desde hace muchos años, y en realidad, la gente que puede pagar los precios de nuestros vestidos son mujeres de edad. No son jovencitas. He visto llevar mis prendas a mujeres de entre 35 y 90 años.

Para esta ocasión, quería contar con mujeres que reflejaran la realidad de mi costura y tengo que decirte que fue una grata sorpresa. Estas mujeres con edad aportaban a las prendas un plus que las más jóvenes no aportan, porque es muy complicado ser elegante con 20 años y porque la elegancia depende de una serie de experiencias en la vida.

No hay que confundir porque la elegancia no es el estilo. La elegancia tiene más que ver con la personalidad, el carácter, cómo hablas, cómo te sientas, cómo explicas y el bagaje cultural. Eso es la elegancia, y esto una chica de 18 años no te lo da.

Es verdad que estas modelos de edad han sido una sorpresa. Alejandra Osborne es íntima amiga mía y musa desde hace muchos años. Y se me ocurrió porque quería ser mucho más inclusivo. Para mí, es una de las mujeres más guapas del mundo, con los ojos más espectaculares de España. Y Mar Flores, también amiga, es una mujer maravillosa que hizo una salida espectacular, y quedó demostrado que la belleza, el glamour y la sofisticación no tienen edad.

Las chicas jóvenes quieren ser influencer o modelos. Buscan parecerse unas a otras, mientras que la mujer que antes compraba estos vestidos buscaba no parecerse a nadie, ser única.

¿Cómo entiende Roberto Diz la sostenibilidad?

Tengo en cuenta la sostenibilidad desde siempre. En mi caso, viene dado por las prendas duraderas. Siempre me ha gustado el ‘poco y bueno’ más que el ‘mucho y malo’. En este último desfile, hemos rescatado materias primas que teníamos en stock desde hace mucho tiempo. Hemos reeditado y transformado prendas que estaban en archivo y guardadas.

Todas mis prendas de hacen 20 años siguen siendo actuales. Siempre huyo de la tendencia y de lo que se lleva. Mi punto de vista de sostenibilidad es hacer prendas que se queden en el armario, que sean versátiles y reutilizables, siempre eternas.

Al final, la materia prima de un producto de autor tiene que tener calidad, pero tienes que ver que sean capaces de durar en el tiempo y que no pasen nunca de moda.

Acabo de atender a una de mis clientas que me ha dicho: “Roberto tengo un vestido rojo tuyo desde hace 12 años y me lo he puesto 100 veces”. Siempre pienso en la segunda vida que se les puede dar a los vestidos y no utilizarlo sólo para un evento.

¿Cómo es su armario personal?

Es un desastre. Me he ido a vivir al campo, a un pueblo pequeño y alejado de la vida social. Nunca me ha interesado. El champagne me lo bebo en mi casa y huyo del figurar. Prefiero que lo cuente sea mi trabajo. Así que llevo una vida muy normal en mi casa y con mis perros. Entonces en el armario tengo cosas de hace mucho tiempo.

Su colección se inspira en Lauren Bacall, ¿cómo definiría el estilo de la actriz?

Cada vez es más delgada la línea entre lo masculino y lo femenino. Y es algo que las feministas hemos logrado. Yo buscaba un personaje que siendo muy bella, un referente de glamour, me ofreciera un punto de vista misterioso, cercano a lo masculino. Y encontré a Lauren Bacall que me dio un punto bueno de referencia para desarrollar el trabajo de la última colección.

Cada vez es más delgada la línea entre lo masculino y lo femenino. Y es algo que las feministas hemos logrado.

¿Cómo fueron sus comienzos en la moda?

Diseñé mi primera colección con seis años. He querido ser toda mi vida esto. Es verdad, que obviamente uno ha trabajado y ha hecho de todo, desde fregar platos a cocinar… Pero desde muy pequeño lo tenía claro. Estudié en Londres en varias escuelas para perfeccionar mi técnica y abrimos entre varios amigos en Jerez de la Frontera un taller muy pequeño. De ahí saltamos a la Pasarela Cibeles. Después he trabajado con grandes diseñadores como Elio Berhanyer, de quien aprendí muchísimo.

¿Tiene atelier en Madrid y en Sevilla?

Seguimos trabajando en Madrid y Sevilla. En Sevilla tengo la base de operaciones. Estoy muy contento porque la calidad de vida en Sevilla es espectacular. Es una de las ciudades más bonitas del mundo, aunque soy gallego y tengo un carácter muy diferente al andaluz…

También tenemos atelier en Madrid, y me muevo entre los dos. Tengo los sillones del AVE gastados.

En Madrid, atendemos a las clientas que son del Norte, ya que les viene mejor para que no tengan que desplazarse hasta el Sur. En Madrid tengo una clientela muy fiel.

La gama cromática de esta colección es muy variada. Desde el mostaza, fucsia, verde botella y azul marino. ¿Sigue siendo el negro su color fetiche?

Sí. El negro es el no color, y el que mejor deja ver la personalidad de la persona que lo lleva puesto. Es el que menos cambia a la mujer que lo lleva. También es el color de la elegancia, de la noche, del luto gallego y mi color favorito. Cuando me tengo que sentar a dibujar yo lo dibujaría todo negro.

Cómo ha cambiado la mujer, ¿Qué buscan ahora en los diseños, en los vestidos?

No creo que lo que busca la mujer haya cambiado demasiado. Lo que si es cierto es que el dinero ha cambiado de mano, y existen las redes sociales, y el perfil de las clientas también ha cambiado a una mujer más joven.

Las grandes marcas, como Dior o Balmain ya no las reconoces, porque antes la mujer que compraba en estas marcas tenía un mayor poder adquisitivo, tenía cierto nivel cultural.

Ahora las chicas jóvenes quieren ser influencers o modelos. Buscan parecerse unas a otras, mientras que la mujer que antes compraba estos vestidos buscaba lo contrario, no parecerse a nadie, ser única.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Estoy trabajando ya en la próxima colección, vamos a realizar una retrospectiva en San Sebastián Moda Festival, y además hemos lanzado una línea de tejidos para el hogar con mucho éxito, y haremos una segunda parte.

¿Hacia dónde va la moda?

El mundo está horrible. Llevamos dos años y medio que salimos del Covid para meternos en Putin. Yo he decidido no poner la televisión…

Pero a la moda vamos a volver a lo bien hecho, a lo exclusivo y al poco consumo. Y a buscar a la gente que hace las cosas con delicadeza, con amor y con mimo. Y si no lo hacemos, deberíamos.

Incluso Zara está lanzando nuevas líneas mucho más exclusivas con piezas más elaboradas. El público está cansado de tanta sobre producción. Hasta los grandes productores de ropa se están dando cuenta de esto…