Marina Carmona, alta y delgada, llega al plató de fotografía de MagasIN con un tono de piel bronceada, como si acabara de llegar de la playa. Es hija del cantante Antonio Carmona y de Mariola Orellana, le corre el flamenco por las venas y se considera afortunada.
“Tengo mucha suerte con los dos grandes personajes de la música que me han tocado como padres, tanto por la parte de la industria como por la musical. Cada día recibo un máster en mi habitación y como artista que está empezando, eso es de agradecer”, asegura Marina.
La cantante está inmersa en la preparación de su primer disco que compagina con distintas colaboraciones y con la gira con C. Tangana del que dice que es “un genio de la música. Tiene muchísima disciplina y es muy currante. De momento, seguimos con él en su gira, en la que lleva a artistas independientes. A mí, me ha sacado de mi zona de confort. Mezcla gente con diferentes estilos y hace que salgan cosas maravillosas”, afirma la cantante.
La nieta de Juan Habichuela se siente orgullosa de sus raíces. “Como toda 'hija de' el apellido marca un camino que ya iniciaron mis generaciones anteriores. Al principio, sentí responsabilidad, porque no quería defraudar con mi música. Ahora lo llevo con mucho orgullo y energía e intento innovar, porque creo que es importante. Los Carmona hemos conseguido romper con el estereotipo del flamenco y quiero seguir haciéndolo. Deseo que mi apellido llegue muy lejos, pero sin llevar esa carga emocional que te impone el flamenco”, confirma.
Pregunta: ¿Quién te da los mejores consejos en casa?
Respuesta: Me vas a buscar un problema contestando a esto. La verdad es que los dos me dan muy buenos consejos, cada uno a su manera. Mi madre es bastante dura tanto con mi hermana como conmigo. Siempre lo digo, que no tengo una madre que me 'baile el agua' y que me diga: ¡Qué guapa eres!, ¡qué bonito cantas!, o ¡qué bien lo haces! Sino todo lo contrario. Me exige mucho y me dice que hay que tener perfección absoluta para subirse a un escenario y ponerse delante de una cámara. Al final, esto me prepara ante cualquier crítica o ante cualquier situación.
Con mi padre comparto más tiempo ahora por la gira familiar. Tenemos muchos momentos musicales y eso al final, nos ha unido un poco más.
Tu hermana Lucía y tú casi habéis despegado al mismo tiempo…
Así es. Con Lucía tengo un conflicto que ya lo tuvieron las hermanas Flores al principio, y es que nos confunden muchísimo. A día de hoy, a mí me llaman ‘canastera’ y a Lucía le dicen: ¡Tú eres la que cantas en francés! Y ahora que vamos juntas en el proyecto de C. Tangana… ¡olvídate!
Esto nos une incluso más. Lucía y yo tenemos unos caminos muy diferentes en el panorama musical, muy marcados cada una con su esencia y el día que nos juntemos... ¡Vamos a liarla!
¿Qué estudiaste en Miami y qué aprendiste?
Allí pasé los mejores años de mi vida. Descubrí la música desde dentro, y comencé a cantar. Además, sentí las cosas maravillosas que me produce el escenario.
También me quité peso, ya que nadie sabía quién era mi familia, de dónde venía y así tuve la oportunidad de empezar a nutrirme de diferentes estilos, de probar y de equivocarme y de que no me encorsetaran en el flamenco.
Comencé con el teatro musical, el mundo clásico, etc., y me lo pasé increíble. Descubrí que del escenario no me quiero bajar.
Pero tú ibas para periodista, ¿verdad?
Sí. Estudié Periodismo en la Universidad Complutense. Pero creo que con 18 años o tienes una vocación muy clara o comienzas a probar. Me encantaba escribir desde pequeña y creía que el Periodismo me podría conducir a la radio, por ejemplo, que me gusta mucho. Pero siempre con la música en el foco. Aguanté un minuto y medio y me fui a Miami a vivir.
Fue en Miami donde supiste que querías dedicarte a la música...
Efectivamente, fue allí donde comencé a descubrir mi voz porque yo cantaba en la ducha y en 'petit comité'. La música siempre ha estado en mi casa y mi padre me decía: ¡Canta! Pero no me salía ni la voz. Puede que fuera por timidez o porque ya cantaban todos y tocaban todos...
¿Cómo viviste la pandemia?
Tuve suerte porque con esta profesión que nos hace viajar constantemente, coincidió que estábamos todos en el Sur en la casa de la playa.
Pasé la pandemia en familia y como habitualmente no compartimos mucho tiempo juntos porque uno está grabando y el otro está de gira, fue la primera vez en mucho tiempo que nos enfrentamos los cuatro a una convivencia real y a compartir música.
Estuvimos componiendo juntos mi hermana, mi padre y yo. Lo recuerdo con muy buen sabor de boca.
Cada uno se repartió las labores del hogar. Mi madre comenzó a cocinar increíble, yo hice todo tipo de postres, y mi padre pasaba el aspirador… Pero sobre todo, compartimos mucha música y muchos momentos entre nosotros, que nos hacían falta.
¿Cómo es tu estilo? ¿Se intuye en él tus raíces flamencas?
Sí, yo creo que definiría mi música como flamenca romántica. El flamenco me sale por los poros de la piel, pero soy muy de baladas y también del mundo pop.
¿A quién admiras en la música?
Soy muy fan de los artistas latinos. Juan Luis Guerra, Kany García, Mon Laferte, Alejandro, Vanesa Martín...
Me considero muy melómana e intento nutrirme de artistas de fuera y de aquí. Cada vez abro más los oídos, y a veces creo que mi música es de otra época. Me cuesta encajarme en este mundo de música urbana...
¿Para cuándo el disco?
El tiempo de producción de los discos es complicado, sobre todo, cuando es tu primer disco. Será la primera imagen que va a tener la gente de Marina Carmona.
Va a ser para este año, me lo estoy tomando como un camino interno, incluyendo los sonidos que me llaman más la atención y con mi verdad.
Soy perfeccionista y sé lo que va a suponer. Además de enfrentarme a un montón de talentos que hay hoy en día en la música. Hay que jugar bien las cartas y saber por dónde quieres tirar.
Estás dentro de la gira de C. Tangana y has colaborado entre otros, con Lin Cortés...
Sí. El último single lo hice con Nuria Fergó y ha sido maravilloso trabajar con ella. He aprendido mucho y cantar la versión de La gata bajo la lluvia ha sido impresionante.
Con Lin fue un mundo diferente, los heavy del flamenco. La fusión de los dos mundos: el canalla suyo y el romántico mío provocaron toda una explosión musical.
Con Tangana he conocido a un genio de la música. Tiene muchísima disciplina y es muy currante. Al final creo que ha conseguido sorprender y hacerse un hueco. De momento, seguimos con él. Lleva en su gira a artistas con carreras independientes. Me ha sacado de mi zona de confort. Ha mezclado a gente de diferentes estilos y esto hace que salgan cosas maravillosas. También he colaborado con Pepe Bernabé y Nora González.
¿Seguimos viviendo en una sociedad machista?
En mi casa siempre ha habido matriarcado. Se ha respetado mucho a la mujer, pero vengo de una cultura en la que a la mujer gitana se lo ponen un poco más complicado.Tienes que tener cuidado con cómo te vistes y cómo te maquillas. Todavía queda mucho por hacer.
Yo personalmente, sí que he recibido algún comentario desagradable por ser una figura pública y más cuando rompes con el estereotipo de la mujer gitana.
Por eso, mi primera canción Telarañas la hice para una campaña que se llamó Gitanas en estéreo rompiendo con el estereotipo de la mujer gitana. Aunque hay mucho hecho, creo que hay todavía hay mucho trabajo por hacer.
¿Cómo te definirías a ti misma?
Me defino como una persona sensible con un gran mundo interior. Hay mucha gente que me dice que la primera vez que me conocen les caigo mal y luego descubren que soy un corazón con patas… Me entrego a tope e intento ayudar a quien lo necesita.
Soy muy familiar, de mis amigas y de cuidar a mi gente. Eso sí, también soy muy cabezota. Por algo soy Aries con ascendente en Capricornio. Cuando se me mete algo entre ceja y ceja... Soy muy perfeccionista.
¿A favor o en contra de las redes sociales?
Me encantaría tener TikTok, que está muy de moda ahora, pero soy incapaz. Lo intento, pero veo que es una plataforma para gente más joven. Instagram sí que tengo.
Estoy a favor de las redes, siempre con limitaciones porque entiendo que no hace falta compartirlo absolutamente todo. Tengo una vida profesional y también tengo una vida personal.
Soy muy cercana con mis seguidores y hay niñas que me han escrito: ¡Eres perfecta! Y les mando un vídeo con la cara de recién levantada. Intento darle la vuelta porque sé el daño que puede hacer un filtro. Aunque yo los utilizo. Pero sólo como herramienta de trabajo.
¿Cómo es tu estilo a la hora de vestir?
De vaquero y camiseta básica, botas o zapatillas y una buena blazer. A veces intento innovar y me hago la moderna. Hay quien dice que parezco mayor por mi forma de vestir, pero prefiero la elegancia y el minimalismo.
Eso sí, al escenario, sale otra Marina. Allí tiro de todas las mujeres empoderadas, ya sea Beyoncé o Jennifer Lopez. Me gusta mucho su fuerza en el escenario, su pelo y su estilo sexy. Bailo mucho en el escenario.
También me gustan los brillos. En eso soy muy gitana. Me lo dice mi madre. Me gusta todo exagerado y me lo pongo todo.
A la hora de maquillarte, ¿cuáles son tus básicos?
Sobre todo, un buen eyeliner. En casa, mi hermana y yo somos las Carbonasians. Bien de iluminador, bien de ojo marcado y bien de pelo.
¿Qué nuevos proyectos veremos este 2022?
Estoy inmersa en el disco y seguir con el proyecto de 'Antonio Carmona y familia'. Estamos haciendo cosas muy bonitas y la gente está muy impresionada. Es un formato en el que salimos mi padre, Lucía y yo, mi primo Juan y Carlitos. Los Carmona estamos de moda...
¿Qué le pides a la vida?
Le pido mucha música y quedarme como estoy. Estoy en un buen momento tanto en el plano sentimental, como en el familiar y en el profesional. Pido que la vida me siga regalando momentos en el escenario, que disfrute y conozca a artistas que me sigan aportando y sobre todo, ser muy agradecida con todo lo que venga.
Maquillaje y Peluquería
Durante la sesión, Marina Carmona se ha sometido a dos looks diferentes, como sus dos personalidades: Una muy racial y natural, y la otra más romántica.
En el primero, la cantante luce su melena suelta y muy natural, con una onda ligera. Para conseguir este efecto se ha utilizado la plancha Salon Brilliance de BaByliss, ideal gracias a su parte externa que también se calienta y a las placas de titanium, que aportan mayor facilidad para deslizar el cabello.
El segundo look que luce Marina es un recogido inspirado en la protagonista de la serie Los Bridgerton. Para realizarlo se utilizó la tenacilla ovalada Bronze shimmer de Babyliss. Se optó por esta herramienta porque permite dejar el mechón unos segundos más en la herramienta y conseguir un marcado más intenso del rizo, imprescindible para conseguir este efecto de recogido.
Para conseguir este peinado, con la melena totalmente rizada de raíz a puntas, y sin peinarla, se realiza una coleta a media altura, soltando los mechones frontales del flequillo para enmarcar el rostro e incrementar el efecto desenfadado. Con la coleta hecha iremos cogiendo mechón a mechón, enrollándolo ligeramente sobre sí mismo y lo sujetamos a la base de la coleta. Poco a poco iremos dando volumen a este recogido.
En el maquillaje, destacamos la utilización de la base y corrector de Luminous Silk de Armani Beauty, tono 6; y los lápices de labios de Armani Beauty, el número 2 para el primer look, mate y natural; y el tono 9 para el segundo look, en el que intensificamos los labios y también la mirada con un tono cobrizo irisado.
La peluquería corrió a cargo de la estilista Silvia Quirós y el maquillaje lo ha realizado Irene Ortega Rica de la peluquería Alegría Makeup.