Belén Bajo es una artista con mayúsculas. Se dedica al diseño de joyas desde hace más de veinte años y en sus colecciones no hay dos piezas iguales. Le gusta observar la naturaleza y toma prestado aquellas cosas que le seducen. A partir de ellas, trabaja, transforma y da vida a sus creaciones.
Llegamos a su estudio, que desprende vida por todos lados. Los colores, las formas, las texturas... No cabe duda que es el lugar en el que trabaja una persona creativa.
En la sala principal ha preparado una muestra de sus últimas colecciones para que podamos verlas. Joyas que, con sus colores y formas, desprenden positivismo, energía y vida, algo que necesitamos después de estos dos años de pandemia.
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Entre ellas hay una colección de sortijas realizadas con oro, plata y amazonita, una piedra preciosa de feldespato, con un precioso color verde azulado.
También nos muestra algunas de las piedras que pretende utilizar en futuros diseños y parece que cada una guarda una historia. Hablamos de su significado, nos recuerda que, por ejemplo, el cuarzo rosa es la piedra del amor, ideal para pedidas de mano.
Afirma que la joya "siempre será un regalo ideal", porque es algo único que hace sentir especial a la persona que la recibe.
Nos sentamos con ella para charlar sobre su trayectoria, el proceso de diseño de sus joyas y dónde encuentra la artista inspiración.
Vocación artística
“Nada es casualidad”. Con esta frase podría resumir cómo Belén Bajo llega al mundo del diseño de joyas. Sus padres eran importadores de joyas, mayoristas que empezaron un pequeño negocio desde cero. Ella estudió Bellas Artes porque quería ser artista e irse a vivir a Berlín.
Por circunstancias de la vida, al terminar la carrera empezó a trabajar en una escuela de joyería dando clases. Sus alumnos comenzaron a ganar premios y ahí pensó que también debería hacer algo ella. Y así empezó todo.
Una forma de arte que reconoce que al principio no valoraba lo suficiente. “Yo quería arte con mayúscula y luego me di cuenta de que el diseño de joyas es muy interesante y muy bonito”.
Para ella, es como hacer esculturas pequeñas, “las llamo esculturas portátiles porque las puedes llevar”. Y así empezó a moverse, a ir a ferias y a crear su propia cartera de clientes.
Ahora bien, como buena artista, no ha dejado de dibujar y pintar y no descarta exponer en unos años o escribir algo. “Al final yo creo que una persona creativa hace de todo”.
“Te vas fijando en todo”
“Pienso como Picasso, la inspiración te tiene que encontrar trabajando”. Bajo explica que un diseñador siempre está trabajando porque “te vas fijando un poco en todo”. Cuando se sienta a trabajar, toda esa inspiración va saliendo.
Como el diseño de joyería tiene más que ver con escultura que con dibujo, trabaja con prototipos tridimensionales. Una vez que los tiene, se los envía al joyero que hace que sus diseños cobren vida desde Córdoba.
Le preguntamos cómo elige las piedras que incluye en sus joyas y antes de responder subraya lo apasionante que es para ella el mundo de las piedras naturales. “Me enamoró, es una cosa preciosa”.
Empezó cuando iba a ferias a comprar piedras, siempre las más raras, como cuarzos con inclusiones por dentro.
“Entonces empecé a hacer mi pequeña colección de cosas que me encontraba y que eran muy bonitas, grandes y pequeñas, y claro, luego otras que pudiera acomodar a una joya”.
Joyas asequibles
De algo de lo que Belén Bajo está especialmente orgullosa, es de acercar las piedras raras o más especiales a la gente. “Creo que estaban muy vinculadas a la alta joyería, a los precios muy altos, a algo muy elitista. Yo lo que quise es acercarlo más, hacer cosas más asequibles, con plata o con piedras curiosas, pero que tuvieran un precio accesible para que estuviera a la altura de todos los bolsillos”.
Sus joyas están inspiradas en dos mundos que podrían parecer opuestos: el arte y la naturaleza. “Dos cosas completamente antagónicas, porque el arte es artificio, algo creado por nosotros, y la naturaleza es algo que ya existe, que no creamos nosotros. Estas dos cosas se unen en algún sitio, o sea, que casi te estoy diciendo que me inspira todo”.
“El mundo del arte, de las vanguardias del siglo XX y soy una apasionada de la historia del arte, con lo cual todo eso me influye”. También le influye la naturaleza, “ese mundo tan apasionante, vegetal, mineral y animal”.
Un fetiche
Sin estar segura, Bajo cree que en el sector puede haber más mujeres que hombres, aunque ellos tienen más visibilidad.
“Al ser algo especialmente destinado a las mujeres, porque somos las que más joyería consumimos, a lo mejor puede haber una sensibilidad mayor por parte de las mujeres”.
El público es principalmente de mujeres, o de hombres que regalan a mujeres. Aunque la diseñadora de joyas también ha lanzado una colección de anillos para hombres.
Son un público más difícil porque no tienen costumbre, pero Bajo explica que existe una especie de fetiche con ciertas joyas como los anillos. Pone el ejemplo de un músico para el que es un talismán y no puede tocar sin él.
En cualquier caso, hombres y mujeres pueden adquirir sus joyas en la web oficial o asistir a alguna de las joyerías que venden sus piezas en toda España.