Creativo e innovador, pero clásico en las formas y con los pies en el suelo. Así es el diseñador Jorge Redondo, que llegó a la pasarela de moda Mercedes Benz Fashion Week por primera vez, y se llevó el premio a la mejor colección de la edición. Ahora se encuentra últimando los detalles del desfile que presenta el próximo jueves y nos adelanta qué vamos a ver.
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"Una colección completamente diferente a todo lo que hemos diseñador en estos tres años y medio de Redondo Brand. Es un reto personal bastante importante porque parte de un tejido que no he utilizado casi hasta ahora, pero que creo que es vital para dar a entender la inspiración del desfile. Volveremos a ver mucha feminidad, con prendas muy delicadas...", asegura el diseñador.
Y añade: "En esta edición, el volumen que es algo que se identifica mucho con la marca, estará presente, por supuesto, pero en menor proporción. La silueta ahora es más lánguida, más fluida. Es un desfile rupturista con respecto a lo que hemos hecho hasta ahora", concluye.
Llegaste por primera vez a la Mercedes la pasada edición. Y te premiaron sin pasar por el Ego, la de los nuevos diseñadores...
Efectivamente, el camino natural de una marca es primero desfilar en Ego, y luego en la pasarela principal. Pero nuestra historia es un poco al revés, principalmente porque ya llevamos unos años trabajando en la marca, y hemos conseguido un posicionamiento que nos permite desfilar directamente en la pasarela principal.
No tenía mucho sentido desfilar en Ego, ya que es un concurso en el que los jóvenes se presentan para recibir un premio, y nosotros ya somos una empresa construida con una producción y un presupuesto mayor. Creo que no sería justo para los demás.
Decidimos desfilar en la pasarela principal y nos dieron además, un premio muy importante para nosotros, porque cuando tú haces por primera vez algo, siempre tienes el miedo a si va a gustar o no gustar, si voy a ser capaz de transmitir lo que quiero transmitir...
¿Te formaste como arquitecto?
Estudié Arquitectura cuatro años en Madrid, pero no acabé la carrera. Ya estaba trabajando y mi primera incursión en el mundo de la moda fue a través del periodismo, ejerciendo en una de las editoriales de moda más importantes de nuestro país, haciendo crónicas de alfombra roja, pasarela y demás.
Me di cuenta de que quería formar parte del sector de la moda, pero no desde el lado del periodismo, sino del lado de la marca. Creé mi primera marca en 2013, Tita Madrid, y luego cree Redondo Brand en el 2019.
Aseguras que tus padres son los que te mantienen con los pies en el suelo...
Absolutamente, partiendo de la base de que yo suelo ser bastante terrenal. Un premio viene muy bien para muchas cosas, como te comentaba, pero al final es un premio. No quiere decir que sea ni mejor ni peor que nadie, ni que tu empresa vaya a ir mejor por tener un premio. Mis padres eso lo tienen siempre en mente y en su vocabulario. ¡Enhorabuena, pero tienes que seguir trabajando día a día...! Y creo que es algo que llevo dentro y que transmito a mi equipo. Me gusta ser largoplacista y no cortoplacista.
¿No te has arrepentido nunca de no acabar Arquitectura o seguir por ese camino?
No me he arrepentido nunca porque no me llenaba. Yo creo que sin ilusión ir a trabajar es muy duro. En Arquitectura había determinadas asignaturas que no eran lo mío. No me gustaba nada 'la analítica de las cimentaciones' o 'los materiales'. Hoy soy feliz con lo que hago.
Y de tu profesión, ¿qué es lo que más te gusta?
Lo que más me gusta es la transformación del papel, del boceto al vestido. Tengo una mente muy industrial y me encantan los procesos. Siempre estoy atento a cualquier cosa, desde un alimento hasta un coche, me apasiona. En nuestro caso, es muy manual e incluye desde la realización de patrón, las primeras pruebas, con tejido y luego el look final hasta el día de la boda o la fiesta, me entusiasma.
¿Es difícil ser emprendedor en España?
Para mí emprender es igual de fácil en todos los sitios. Es decir, tener una idea y llevarla a cabo tiene la misma facilidad o la misma dificultad aquí que en Estados Unidos, porque el hecho de emprender es algo que está en la mano de uno mismo.
Luego está el tema de las subvenciones y la burocracia con lo que yo no he tenido nunca ningún problema, ni decepción. Si bien es cierto, que no soy muy partidario de las subvenciones por subvenciones... Me parece interesante una subvención puntual en el inicio del desarrollo de los proyectos, me parece interesante una ayuda para una digitalización de tu empresa, para la contratación por algún perfil determinado. Todo eso muy bien.
Lo que no concibo es una empresa, en la que su única entrada económica venga de la subvención. Cualquier empresa debe autoabastecerse y generar negocio para poder seguir trabajando. Las ayudas constantes, creo que al final, te posicionan en un lugar muy cómodo, que no te permite evolucionar, que no te permite mejorar. La filosofía de una persona que quiere emprender tiene que ir ligada al esfuerzo para ser independiente.
Pusiste en marcha a Redondo Brand en el año 2019 porque viste un nicho de mercado en el que se podían mejorar algunas cosas. ¿Cuál fue tu percepción del sector de las bodas y eventos?
Como te decía, me dedicaba al periodismo de moda. Empezamos a cumplir años y a tener bodas en el grupo de amigos. Mis amigas me preguntaban siempre dónde comprar algo diferente para una boda, que tampoco fuera demasiado caro. Me di cuenta de que me costaba darles estas recomendaciones, y de que había un nicho importante en el mercado. Algo coherente, a un precio razonable, original y diferente.
Ahora creo que se ha revolucionado todo. Han surgido muchas marcas como la mía, con ganas de cambiar el sector, por lo que las marcas asentadas han tenido que modificar un poco de estrategia. Ahora hay muchísima competencia, algo que me parece muy importante para seguir trabajando en cosas nuevas y no relajarse. Hoy en día hay mucha más variedad, originalidad y diferenciación, y es el público el que decide.
Para este último cuatrimestre del año hay previstas muchas bodas, ¿qué buscamos?, ¿queremos algo único?
Creo que para una boda buscamos algo original y único. Buscamos producciones no muy grandes, y las marcas más pequeñas. Estamos en un momento importante.
¿Si no se te ve, no existes?
Para mí es fundamental la labor de marketing y comunicación. Es una pata igual de importante que el taller, o que el diseño. Un producto que es muy bueno, pero que la gente no lo conoce, no vale nada. Al menos, que la gente lo conozca, luego ya decidirá si lo compra o no, pero por lo menos que sepan que existe.
¿Y cómo entiendes la sostenibilidad?
Es un tema muy en boga actualmente para lo bueno y para lo malo. Creo que no podemos echar la vista a un lado. El planeta está cambiando. Y si queremos dejar a nuestros hijos o a nuestras futuras generaciones un mundo mejor, tenemos que también educarles a ellos e intentar hacer todo lo posible.
Es cierto que la industria textil es una industria compleja en ese sentido, que hay un doble discurso. El discurso del reciclaje y el discurso del precio. Hacer hoy en día prendas con todos los materiales reciclados es bastante más costoso, y ese precio se imputa al público.
Luego el público tiene en mente el reciclaje, pero no invertir en las prendas. Estamos en un camino complejo. Aquí intentamos adaptar absolutamente todo lo que podemos para seguir dando una buena oferta a nuestro público. De hecho también tenemos la parte de costura a medida que no hay nada más sostenible que un vestido a medida, en el que no se desperdicia tejido, realizado a mano practicamente entero, pero luego convivimos con las producciones con precios más asequibles.
Estamos en un camino y es importante tenerlo en cuenta pero no podemos obviar la realidad. Y la realidad es que prima el aspecto económico a la hora de comprar las prendas. La gente sigue comprando por precio y no tanto por si la prenda es sostenible o no. Ojalá en un futuro la industria cambie.
¿Cómo definirías tu estilo?
Yo entiendo la moda desde un punto de vista comercial. Para mí no tendría mucho sentido hacer una pieza que luego nadie se la pueda comprar o lucir. Siempre defino mi estilo como de siluetas clásicas, es decir, favorecedoras, pero con toques actuales y de tendencia, originales y eclécticos. Un mix, una mezcla de dos mundos. Lo bueno de lo clásico, el saber hacer de la costura con elementos mucho más modernos en una prenda.
¿Nos hemos olvidado del 'preciosismo' en las prendas?
Yo creo que sí. Sobre todo, en las alfombras rojas, etc. Al fin y al cabo, es lo que determina la corriente que va a tomar el público. Yo pienso que estamos en un momento en el que en la modernidad, lo transgresor, la diferente ha copado gran parte de esto. Y yo apuesto mucho por el preciosismo, por las prendas que te hacen estar más guapa, más favorecida. Poco a poco lo vamos a ir retomando porque la mujer al fin y al cabo quiere verse guapa.
¿A qué mujer famosa, nacional o internacional te gustaría vestir?
Pues a nivel nacional me encantaría vestir a Penélope Cruz y a la reina Letizia. Internacionalmente a Jennifer López, Kim Kardashian y a Lady Gaga.
Eres un poco maniático y perfeccionista. ¿Cuéntanos qué cosas te producen más fobia?
La mayor parte de las cosas vienen derivadas de la perfección simétrica. Hay cosas en las que me encanta la simetría y en otras, no la soporto... Por ejemplo, no me gusta utilizar fuentes diferentes en una misma presentación, o que un enunciado esté mas desplazado... En el caso contrario, no me gusta la perfección absoluta en un traje, no me gustan los pliegues exactos en un vestido, prefiero frunces desenfadados. Me gustan los volantes asimétricos. También me pasa con los colores...
¿Con los colores qué?
Hay mezclas de color que no soporto, y hay otras que me encantan y a las que recurro mucho. Una mezcla que no utilizaría mucho por ejemplo, es un rojo con un 'azul klein' que no me funciona, pero hay muchas otras combinaciones que no me gustan...
A continuación, los 10 modelos que el diseñador considera icónicos y que ha seleccionado y comentado para MagasIN.