Ha llegado el otoño y con él, van bajando las temperaturas. Poco a poco vamos sustituyendo las prendas veraniegas por otras más abrigadas y se va acercando el momento del, a veces desesperante, cambio de armario.
La gurú del orden Marie Kondo es una de las pesonas que más sabe y habla del tema. Desde muy temprana edad comenzó a organizar los armarios de toda la familia y, con el tiempo, esta curiosa pasión se convirtió en su trabajo. Ahora, ayuda a personas de todo el mundo a organizar su casa a través del método KonMari.
Es precisamente este el que vamos a seguir para hacer el cambio de armario y aprovechar para organizar todo. Vayamos por orden:
[Cambio de armario: las claves para renovar las prendas de forma eficaz]
¿Por dónde empiezo?
El primer paso es decidir cuándo realizarás el cambio de armario. Busca un momento con tiempo, ya que necesitarás bastante. Trata de aprovechar un rato en el que no haya nadie que te pueda distraer y que no se te junte con otras responsabilidades.
Una vez decidido y llegado ese momento, toca vaciar el armario. Pero antes prepara tres bolsas o cajas. Las utilizarás para clasificar la ropa en "tirar", "donar" y "guardar".
Ponte música o un pódcast divertido y saca las todas prendas del armario. Aprovecha y límpialo entero por dentro. Hay mucha suciedad que no limpiamos en el día a día, ¡deshazte de ella!
¿Con qué te quedas?
Una vez tenemos toda la ropa fuera, toca dividirla en categorías (pantalones cortos, faldas, camisetas...).
¿Qué se queda y qué no? Esta es una de las preguntas más difíciles a la que nos enfrentamos cuando toca el cambio de armario.
Para decidir, dale su tiempo a cada objeto y pregúntate cuándo fue la última vez que lo usaste. Quédate solo con aquellas prendas que uses y te inspiren felicidad. Además, no guardes la ropa que te dé pena tirar argumentándote que las utilizarás para estar por casa. Arregla o recicla la ropa con desperfectos.
Según Marie Kondo, no tirar determinados objetos es una manera de aferrarnos al pasado, a la persona que fuimos sin aceptar la persona que somos hoy. No te aferres y deja ir con agradecimiento. Además, probablemente aquello que no utilices pueda aprovecharlo otra persona.
Y ahora toca ser realista, ¿cuántas posibilidades hay de que necesites un pantalón corto en otoño/invierno? ¿Y un mini vestido playero? Puedes dejar un par de conjuntos a mano por si los necesitaras para un viaje exprés. ¡Pero no pierdas espacio!
Ordenar con Marie Kondo
El método KonMari nos deja algunos trucos que seguro que puedes aplicar cuando realices el cambio de armario:
- Guarda por categorías. Divide la ropa según la prenda: pantalones, camisetas, vestidos... Y lleva este cambio al armario. Las camisetas en el primer cajón, jerséis en una balda...
- Pesos. Cuelga solo lo que necesite ir colgado y lo demás organízalo dejando a la izquierda lo más pesado y a la derecha lo más ligero.
- Ordena por colores y tejidos. Dentro de cada categoría, organiza la ropa juntando las prendas de los mismos tejidos y colores.
- Dobla bien y guarda en vertical. El método KonMari propone doblar en tercios prendas como las camisetas. Es decir, en lugar de doblar las camisetas con las mangas hacia dentro y en dos, Marie Kondo sugiere hacerlo en tres. El paquete resultante te permitirá colocarlas en el cajón en vertical y ganar así espacio.
- Cestas y joyeros para complementos. Igual que las prendas, los complementos necesitan su espacio. Por eso, clasifícalos y guárdalos en pequeños cestos y joyeros.
- Bolsos y bolsos. Si vas a guardar los bolsos dentro del armario, el método KonMari te propone guardar unos dentro de otros. Además, aprovecha el distinto largo de las correas para colgarlos.
El truco de la percha
Ya tienes tu armario organizado, así que ahora solo queda disfrutar de todo lo que espera esta nueva temporada.
Pero si quiere un consejo más para saber qué es lo que realmente utilizas y qué es lo que no de cara a futuros cambios de armario, limpiezas... Te proponemos que apliques el truco de la percha.
Cuando te pongas una prenda y vuelvas a guardarla, dale la vuelta a la percha. Así sabrás qué ropa es la que realmente utilizas y cuál no.