Septiembre es el mes de la moda en todo el mundo, ese (junto al mes de marzo) en el que las principales ciudades de la moda (Nueva York, Madrid, Londres, Milán y París) presentan en sus pasarelas las colecciones de prêt-à-porter para la próxima primavera-verano (y, en el mes de marzo se presentaron las de otoño-invierno).
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Diseñadores, modelos, principales compradores, clientes y periodistas especializados se dan cita, al más puro estilo El diablo viste de Prada, para contar al resto de los mortales los desfiles y las tendencias. Para acercar la moda a la calle y 'democratizarla' permitiendo que cualquiera pueda disfrutarla, desde 2015 existe Madrid es Moda (MeM).
Se trata de una iniciativa de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) bajo la dirección de Pepa Bueno, con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, cuya área de Cultura cede el Espacio Cultura Serrería Belga, en la calle Alameda 15, un gran espacio expositivo abierto al público del 10 al 13 de septiembre.
El proyecto, que en estos años se ha ido desarrollando y afianzándose, pretende llevar la moda de creador y diseñador al consumidor final, y así, como explicaba Pepa Bueno a MagasIN, mientras la Mercedes Benz Fahion Week (MBFW) tiene lugar en un IFEMA, en un recinto cerrado y previa invitación, las actividades de Madrid es Moda se llevan a cabo en pleno centro de Madrid y están abiertas al público.
Con una original 'caravana de tuk tuks', los diseñadores, acompañados de modelos vestidas con sus colecciones, recorrieron el paseo del Prado, la glorieta del Emperador Carlos V, la Cuesta de Moyano y la calle Alfonso XII hasta llegar a la escalinata del Museo Nacional de Antropología. allí, cualquier persona pudo acercarse a ver las creaciones de sus diseñadores favoritos, colecciones ya a la venta en ese momento.
Y ayer, como ya es tradicional dentro de Madrid es Moda, se presentó el informe El diseño de moda español, en cifras, impulsado por ACME y la Fundación Academia de la Moda Española, una publicación que también cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.
Este documento se realiza con los datos aportados por las 84 empresas asociadas a ACME correspondientes al cierre del ejercicio 2021, en colaboración con el portal especializado Modaes, y su finalidad es poner en relieve el peso del sector de la moda de autor.
En el acto intervinieron Iria Pérez Gestal, directora de Modaes; Modesto Lomba, presidente de ACME; Pepa Bueno, directora ejecutiva de ACME; Xavier Bombardó, consejero delegado de Holistex (grupo textil sostenible), y Concha Díez de Villegas, Directora General de Comercio y Hostelería del Ayuntamiento de Madrid.
Entre las buenas noticias que ha presentado el informe, están los siguientes datos:
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Si en el año de la pandemia, las ventas de las empresas españolas de diseño de autor retrocedieron un 36%, en 2021 remontaron un 8%.
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En el informe se recoge también que la internacionalización es una aspecto cada vez más fundamental para el diseño español de moda de autor, que generó fuera de España el 40,6% de sus ventas en 2021, lo que supone un avance respecto al 38% de 2020. En total, la facturación generada en el extranjero ascendió a 309 millones de euros.
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Entre los mercados más importantes: Estados Unidos, Italia, portugal, Francia e Italia. este extremos fue confirmado también por el diseñador Juanjo Oliva, quien ahora vive a caballo entre Madrid y París, y que manifestó la importancia que para los creadores de moda está adquiriendo el negocio fuera y la venta online.
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En 2021, el conjunto de las compañías asociadas a ACME produjeron alrededor de 13,1 millones de prendas y complementos: un 8,3% por encima del dato del año de la pandemia y un 25% por debajo de 2019, año en el que hizo su máximo histórico.
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En cuanto al ecommerce, la facturación a través del canal digital, del conjunto de las compañías asociadas a ACME ascendió a 120 millones de euros, un 137,2% más que antes del inicio de la pandemia.
Y, a la pregunta de una de las asistentes, sobre la sostenibilidad de estas firmas, tanto Modesto Lomba como Pepa Bueno pusieron de manifiesto que, por sus propias características, la moda de autor ya era sostenible y slow fashion, antes de que se inventara ese término.
"Son empresas que apenas generan desechos, producen en proximidad, se hace todo pre order [bajo pedido] en colecciones pequeñas, con materiales de calidad y recuperando técnicas de artesanía tradicional pero con un diseño contemporáneo, con lo que se contribuye a la supervivencia y desarrollo de dicha artesanía del textil tradicional español", declaró Pepa Bueno.
El presidente de ACME insistió en el hecho de que el sistema de trabajo de los creadores de moda españoles, por su cuidada manufactura y su vocación de que el ciclo de vida de la prenda sea muy largo, "hace que nuestro discurso no tenga nada que ver con el fast fashion; lo más sostenible es no generar residuos y las nuestras son piezas destinadas a durar. Esto se ve perfectamente en el Museo Balenciaga, donde hoy podemos admirar prendas de hace muchas décadas que, sin embargo, están de absoluta actualidad".