Las alumnos del último curso del Grado Universitario Oficial en Diseño de Moda de ESNE, presentaron ayer, en el marco de la 76ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week (MBFW) Madrid, la colección Algún lugar en el tiempo, en la que mostraron sus propuestas para la próxima temporada primavera-verano 2023.
Todas ellas están en el 4º curso del Grado en Diseño de Moda de ESNE y, para llegar hasta aquí, han tenido que trabajar y trabajar siguiendo su vocación y persiguiendo su sueño: convertirse en diseñadoras de moda. Venían de distintas ciudades españolas, como Alicante, Galicia, Santa Cruz de Tenerife, Madrid, Segovia, Toledo, Badajoz, Albacete o León, e incluso de más lejos, desde Alemania, Venezuela y China.
Ante la atenta mirada de periodistas, expertos en moda, profesores y familiares, estas 21 jóvenes diseñadoras hicieron desfilar el resultado de su esfuerzo y talento. Sus nombres son Paloma Mayor, Laura Castro, Esther Martínez, Teresa Hormigos, Laura Martín, Gloria Requejo, Mary Carmen Mata, Marina Huertas, Adriana López, Ariadna Vázquez, Qin Qin Lin, Clara Caballero, Inés Sevillano, Elena Atienzar, Carla Justiniano, Luna García, Alejandra Pino, Alba Ferreras, Andrea González, Carla García-Faya y María Cortés. Anótenlos porque, entre ellas, puede estar la heredera del gran Cristóbal Balenciaga.
Cada una presentó tres modelos que, bajo el título Algún lugar en el tiempo, tenían "como punto de partida el concepto de nostalgia, entendido como la añoranza a la tierra, las costumbres o el folclore del territorio", según explicaron en la nota de prensa desde la organización.
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El lugar escogido para esta edición fue Factoría MEEU (Madrid Exposiciones y Eventos Urbanos), un espacio ubicado cerca de la madrileña Estación de Chamartín-Clara campoamor, que se llenó de inspiración y color con las sorprendentes ideas para la próxima temporada primavera-verano 2023.
"Este año, sorprendentemente, ha coincidido que son todas mujeres", comentaba Rosa Pérez, presidenta de ESNE. Ella y Luis Calandre, director académico de ESNE, así como muchos miembros del claustro, observaban con una mezcla de orgullo y satisfacc¡ón la madurez de las alumnas del Grado en Diseño de Moda.
Era patente el esfuerzo del grupo educativo por intentar sacar de cada uno de sus alumnos lo mejor de sí mismos. Las propuestas fueron fundamentalmente de moda femenina, aunque una de ellas presentó modelos para un hombre vanguardista o bien para consumidores de lo que se denomina moda a-gender (a-género o sin género).
Entre los modelos, pudimos ver una gran variedad de siluetas contrapuestas, desde modelos espectaculares para diferentes alfombras rojas a ropa deportiva, eso sí, para ser la más chic del gimnasio. Vimos desfilar deliciosas combinaciones de colores, como el marrón café con el azul cerceta, y originalísimos sombreros de todos los estilos.
Como están haciendo también los creadores consagrados en las pasarelas internacionales, las estudiantes crearon un imaginario repleto de texturas logradas a base de manipulaciones textiles experimentales, combinadas con técnicas artesanales como el trenzado, la estampación o el crochet.
Esta jóvenes cradoras han sabido 'leer' o intuir el futuro igual que hacen los maestros de la moda, de modo que ayer no faltó ninguna de las tendencias que los grandes están haciendo desfilar también: los colores flúor, las capas, las botas, los flecos, las transparencias, los escotes asimétricos y las mangas como verdaderas protagonistas de todo look.
Asimismo, utilizaron materiales vaporosos como la gasa y la organza de seda o el tul de algodón, junto con otros de mayor gramaje como la sarga de algodón o el tafetán. Y, en la paleta de color, conviven los tonos neutros con el dorado, el fucsia, el verde lima o el naranja mandarina.
Entre los estampados, desde las flores pequeñas estilo Liberty a las grandes inspiradas en la moda japonesa. La diversidad fue otro de los aciertos, con estilos para todos los gustos y personalidades: faldas largas y cortísimas minifaldas, desde los grandes volantes al estilo diosa griega más minimalista y de los pantalones palazzo a los fruncidos en lados y tobillos estilo años 70.
Uno de los grandes logros fue cómo estas diseñadoras han sabido hacer una relectura de distintas prendas que son ya clásicos: por ejemplo, las capas estilo déshabillé que Cristóbal Balenciaga hacía para estar en casa y para clientas como Mona Von Bismark quien, cuando el célebre modisto español anunció su retirada, se llevó tal disgusto que se encerró en su casa durante una semana.
Los vestidos de gala se revisan para vestir a divas del Hollywood años 20 pero del siglo XXI, no del pasado: vimos ninfas más propias de una película de ciencia-ficción que de fantasía, princesas estilo Mad Max y lolitas europeas que parecen recién llegadas el metaverso.
La madurez de lo visto llamó la atención de los periodistas especializados en moda que allí estábamos, y de expertos como Ignacio Sierra, director general corporativo del grupo Tendam, o Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de El Español, que asisten cada temporada a numerosos desfiles.
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Desde septiembre de 2016, ESNE es la única Escuela que participa en la MBFWMadrid y el día del desfile es muy especial tanto para los alumnos como para la Universidad; con este evento, los estudiantes ven culminado un intinerario formativo en el que han aprendido cómo se trabaja en todas las áreas que conforman la Moda: corte, confección, patronaje, escalado, estilismo, tejidos y materiales, marketing y comunicación.
Y la universidad ha favorecido un entorno académico y un contexto teórico-práctico que ha fomentado la capacidad creativa y la sensibilidad artística de ests alumnas que ayer demostraron estar preparadas para dar el salto al competitivo mundo de la moda.
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Situado en el corazón de Madrid, ESNE es el mayor campus universitario de Diseño y Tecnología de España, donde se imparten siete grados universitarios oficiales: Diseño de Moda, Diseño Multimedia y Gráfico, Diseño de Interiores, Diseño de Producto, Diseño y Desarrollo de Videojuegos, Diseño Audiovisual e Ilustración y Gestión y Comunicación de la Moda.
La Asamblea de Madrid aprobó en febrero de 2022 la creación de la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología que, promovida por ESNE, se convertirá en la primera Universidad de España especializada en materia de diseño y tecnología. Pero, en su momento, ya fue la primera escuela donde estudiar Diseño de Moda en España se elevó a la categoría de Grado Oficial Universitario, con todo lo que significa de rigor, exigencia y excelencia.
En 2019, la institución fue reconocida con una mención especial por el jurado de los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño, por “su compromiso en la formación en innovación de nuevos perfiles profesionales con capacidad de adaptación al constante proceso de transformación del tejido productivo español”.
Los reyes Felipe VI y Letizia entregaron entonces el reconocimiento a Rosa Pérez, presidenta de ESNE, convertido en el primer centro universitario que, de manera individual, obtiene este reconocimiento a nivel nacional. El jurado también valoró “el carácter innovador de su actividad docente, así como la estrategia de internacionalización de ESNE”.
Y en ese afán por fomentar la investigación, estudiar tendencias, identificar las mejores prácticas y promover oportunidades para sus alumnos en el sector de la moda han creado alianzas con empresas relacionadas con el Diseño de Moda, sus directivos y otras organizaciones.
Fruto de esta vocación, por ejemplo, es la reciente creación de la Cátedra en Diseño Sostenible Adolfo Dominguez, que nace con el propósito que los alumnos puedan aplicar los modelos I+D+i con el fin de fomentar modelos de consumo más sostenibles.
Ayer, la sostenibilidad se respiraba en el ambiente, con propuestas para un consumo más consciente y meditado, basado en el amor a la costura. Pero era evidente también la pasión por el trabajo bien hecho, por la educación y por la moda de autor. Al maestro de Guetaria, el gran Cristóbal Balenciaga, le habría gustado estar en primera fila.