Era uno de los desfiles más esperados, porque su nombre se ha convertido en un impresincidible de las alfombras rojas y los grandes eventos. Y, además, ponía el borche oro a la Semana de la Moda de Madrid en la 76ª edición de la Mercedes Benz Fashion Week (MBFW) de Madrid.
Roberto Diz, de origen gallego pero establecido desde hace años en el Sur, empezó encandilando a las mujeres de la alta sociedad jerezana y sevillana y acabó como favorito de las invitadas de toda españa con más estilo.
En esta edición se sumerge en el misterio de la mente humana, la actividad neuronal y los procesos de la ingeniería biomecánica. A pesar de ser un referente en el mundo de la alta costura española, el diseñador, siguiendo la línea de su pasada colección, sigue inmerso en su necesidad de humanizar la moda.
En un momento como el actual, hay que dar voz y relevancia a las minorías, especialmente a aquellas cuyas mentes se encuentran en proceso de búsqueda y autoafirmación.
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Una voz en off habla en inglés sobre cómo la tecnología ha ayudado a la personas discapacitadas y en la gigantesca pantalla que preside la pasarela aparece un gran mapa de conexiones neuronales. Al ritmo de una música que parece sacada de la película 2001, una odisea en el espacio, una modelo aparece con un mono de lo que parece plastico fruncido.
Roberto Diz estampa mapas neuronales, sobre piel de ángel y satén de seda, que fluyen dibujados por el cuerpo. Como las finísima cota de malla brillante con la que confecciona tops, mangas, vestidos y hasta pantalones de bajo acampanado.
Líneas que unen el celebro con las extremidades y que dibujan transparencias sobre vestidos mini efecto cut out en tul elástico, cordonería en colores que van de agua marina al añil o al rojo visceral. En otros modelos, el rosa y el amarillo flúor, o el mostaza que puede ser dorado según la mente de quien lo vea.
Todo ello, con la ayuda de las piezas cromadas que el artista Benjamín Bulnes crea para esta colección piezas que nos llevan al mundo de la ingeniería biomecánica y, según la nota de prensa del diseñador, dan un nuevo sentido al movimiento del cuerpo.
Roberto Diz utiliza tejidos teconológicos y plásticos que imitan los de las bolsas de basura para sorprendentes modelos confeccionados con pompones de tiras plásticas. Pero, ojo, las reinas de las fiestas serán la lentejuela y la capa.
Y, por supuesto, no faltaron sus aclamados vestidos de fiesta, con faldas abuyonadas y largas colas que parecen querer cubrir por completo las alfombras rojas en las que, segruo, estarán muy pronto.