¿Quién ha dictaminado que los jerséis navideños son feos? Pues una tradición norteamericana que se celebra el tercer viernes de cada mes de diciembre: el Día del Jersey Navideño Feo (en inglés, Ugly Christmas Sweater).
[A favor o en contra de la Navidad]
Los orígenes de la iniciativa no están claros: se sabe que, desde comienzos del siglo pasado, las abuelas tejían jerséis para sus hijos y nietos a lo largo del año y, en algún momento, bien entrado el siglo XX, pensaron que hacer uno con motivos navideños podía ser una idea divertida para combatir los rigores del frío durante el mes de diciembre.
Habría que preguntar a esos hijos y nietos si les hacía gracia recibir (y llevar) los jerséis navideños de sus ‘grandmas’ pero lo que sí parece cierto es que se popularizaron en la década de los 50, cuando los catálogos de las tiendas se llenaron de los llamados Jerséis Jingle Bell.
Estos se asemejan más a los jerséis de alta montaña o après ski, con motivos geométricos, pero empezaron a realizarse en rojo, verde y blanco (los colores navideños por excelencia hasta que se pusieron de moda también el dorado y el plateado) y a incluir algunos detalles navideños discretos, para los muy fans de la Navidad.
No eran modelos feos en absoluto, y encontraron un claro nicho de mercado, pues muchos consumidores los encontraban muy alegres y originales, así como una forma de fomentar el espíritu de la Navidad. Y las abuelas siguieron tejiendo, animadas por el marketing y la demanda popular.
En la década de los 80, la tendencia recibe el espaldarazo definitivo de la mano de la televisión y el cine. Muchos le atribuyen el éxito a Bill Cosby, que puso de moda los jerséis feos en general en la serie La hora de Bill Cosby (The Cosby Show en inglés), y, entre ellos, algunos navideños, muy llamativos, con exagerados dibujos y colores.
A partir de ese momento, las series de televisión empezaron a incluirlos en todos su episodios de Navidad; sin embargo, sería el siglo XXI el que lo transformaría en una auténtica tradición navideña y un negocio multimillonario.
En 2002, los emprendedores canadienses Chris Boyd y Jordan Birch decidieron organizar un evento, llamado The Original Ugly Christmas Sweater Party, con objeto de recaudar fondos para la lucha contra el cáncer. Celebrado en el Commodore Ballroom de la ciudad de Vancouver, el dress code solo exigía llevar un jersey navideño feo.
La fiesta fue un éxito e inspiró a otras empresas a realizar celebraciones navideñas similares, ya fuera con fines solidarios o bien, simplemente, para diversión de sus empleados, porque es unisex, del agrado de aquellos que detestan las fiestas más formales y facilita mucho el estilismo de quienes, por ejemplo, estan en contra de llevar tacones.
Los hemos visto en series y películas como las que aparecen en el collage que abre este reportaje: Ashton Kutcher lo llevaba en Dos hombres y medio; Kate McKinnon en Fiesta de Empresa (2016); Alyson Hannigan y Jason Segel en Cómo conocí a vuestra madre y la inolvidable Betty White en Hot in Cleveland (en español se tituló Póquer de Reinas).
También lo lucían con orgullo John C. Reilly en Step Brothers (2008), en español, Hermanos por pelotas; James Gandolfini en Sobreviviendo a la Navidad (2004); Tim Allen en Santa Claus 3 (2006) y toda la familia de Mathew Broderick en Deck the Halls que, en español, se tituló Un vecino con pocas luces (2006).
Y, por último, de una lista de solo unos pocos ejemplos con los que ilustramos este artículo: Jean Smart lo llevaba en versión chaqueta en la película de Hallmark La Navidad de una adicta a los zapatos (2018), Jim Carrey en The Grinch (2000), Alfonso Ribeiro en El príncipe de Bel Air, y los miembros de la serie Modern Family en todo tipo de modelos.
Seguro que descubirás muchísmos más en las películas navideñas que estos días invaden de nuevo la parrilla de televisión. Algunas ya míticas por las reposiciones, son también protagonistas de algunos de los diseños más buscados para los jerséis navideños como por ejemplo Solo en casa (1990).
Pero fue la película El diario de Bridget Jones (2001) la que culminaría su conversión en un icono de la cultura pop. Y en 2012, tres hermanos de Detroit, Fred, Mark y Vanessa Hajjar, compraron el dominio UglyChristmasSweater.com y hoy, una década después, facturan casi seis millones de euros, con la venta de jerséis navideños.
Esa página web está dedicada a diseñarlos, customizarlos y venderlos: se pueden encontrar jerséis en 3D (con dinosaurios, vasos de plásticos y todo tipo de objetos añadidos en la parte de delante o detrás), otros con luces que se encienden y apagan (cual árbol de Navidad) o colecciones para que la pareja o toda la familia vista el mismo modelo.
Hoy, el Día del Jersey Navideño (también sin el adjetivo feo) se celebra en colegios, oficinas y hasta en pequeñas localidades de Estados Unidos, en las que incluso se hacen concursos (el más feo, el más bonito, el más original, el mejor hecho a mano).
También en España, donde desde hace una década ha ido ganando terreno y vuelve cada Navidad a tiendas, escaparates, catálogos, armarios y eventos como el turrón y los polvorones. Pero no todos son feos, y se han convertido en una alternativa diferente para vestir en alguna de las cenas, fiestas y otros eventos que se celebran durante esta época.
Es especialmente apreciado por quienes pasan estas fechas en la nieve o en algún lugar donde las bajas temperaturas no aconsejan los vestidos largos y vaporosos ni los stilettos. Y también para quienes quieren hacer un regalo original a su amigo o amiga invisible o establecer un ‘uniforme familiar’ para alguna de las fiestas navideñas.
Los hay con motivos navideños muy diferentes: desde Papá Noel a muñecos de nieve, renos, árboles de navidad, copos de nieve, los bastones de caramelo o la galleta de jengibre con forma de hombrecito. Pero los diseños han evolucionado y hoy, los fans de La Guerra de las Galaxias, los personajes de Disney o Snoopy también tienen muchos modelos para elegir.
Si no tienes abuela que te lo haga con mucho cariño e ilusión, Cortefiel, El Corte Inglés, Lefties, H&M, C&A, Etsy, Pull & Bear y otras marcas los ofrecen cada año y lo han convertido en una tradición. Y siempre puedes hacerlo tú misma, como nos recomendaba Pepita Marín, de We are knitters, cuando la entrevistamos en MagasIN.
O puedes probar suerte en las tiendas de segunda mano. Y así, de paso, combates el desperdicio y la contaminación que a veces se atribuyen al sector de la moda, pero te apuntas a la tendencia que ha venido para quedarse, la del jersey navideño. Lo de feo, es cuestión de gustos y, como dicen los castizos: "Para gustos, los colores".
Vanessa Friedman, experta en moda, escribía hace ahora un año en The New York Times: "La belleza puede estar en el ojo del espectador, pero también lo está su opuesto. Lo que para una persona es un jersey navideño feo, para otra es un encantador guiño a las fiestas".
Pueden incluir mensajes, más o menos picantes y divertidos, y los hay que llevan espumillón, música y luces para iluminar Vigo (con un interruptor incluido), lo que asegura una entrada triunfal en cualquier evento. Desde luego, son la mejor opción para animar a quienes se ponen tristes en estas fechas o para sobrellevar con humor las pullitas de cuñados (y cuñadas).