Semana de la Moda de Nueva York: de Anna Sui a Ulla Johnson, ellas toman el control
Las diseñadoras, que representan la mitad del calendario de la New York Fashion Week, están logrando sorprender y renovar propuestas para el próximo otoño-invierno.
13 febrero, 2023 02:35Desde que arrancó la Semana de la Moda de Nueva York, en magasIN os hemos ido contando todos los entresijos de esta edición, la más diversa e inclusiva, así como un resumen de los desfiles a medida que se van produciendo, y teniendo en cuenta la diferencia horaria.
[Semana de la Moda de Nueva York: las claves de las dos primeras jornadas]
Se esperaba con bastante interés el desfile de Rodarte, Anna Sui y Thom Browne, pues las tres firmas estuvieron ausentes en las anteriores ediciones. Y ya se desveló el misterio de las dos primeras.
Pero si el dúo californiano formado por las hermanas Kate y Laura Mulleavy, presentó sus hadas y brujas en un universo irreal y fantástico, la diseñadora de Detroit hizo un flash back hasta los años 60, basándose en hechos y personajes reales.
Anna Sui
Escogió como escenario de su desfile el club Heaven Can Wait (El cielo puede esperar) en el East Village, para trasladarnos al Peppermint Lounge, un pequeño restaurante situado en la calle 45 que, en los años 60, se convirtió en el club de moda.
Estuvo abierto de 1958 a 1965. Hay testimonio gráfico de que The Beatles lo visitaron durante su primera visita a Estados Unidos, en 1964. Y más tarde, también fueron los Rolling Stones. No fueron los únicos: dicen que por allí pasaron desde Greta Garbo a Audrey Hepburn, Truman Capote, Marilyn Monroe, Judy Garland y Frank Sinatra.
La diseñadora vio una foto en blanco y negro de Jane Holzer, bailando el twist en el club, cuando este nuevo baile hacía furor. "Esto inspiró una colección de ropa para bailar twist toda la noche”, le dijo a Vogue. Y decidió hacer un desfile íntimo en un club nocturno, para presentar su colección otoño-invierno.
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Pero, ¿quién es Jane Holzer? se preguntaba mucha gente, viendo a Marc Jacobs y Sofia Coppola sentados junto a ella, en el club, durante el desfile. Coleccionista de arte y productora de cine, antes, durante los años 60 fue actriz y musa de Andy Warhol.
Con el apodo de Baby Jane Holzer llegó a ser tan conocida que aparecía en el primer libro del escritor Tom Wolfe y en un disco de Roxy Music, el single Virginia Plain de 1972. Bajo su inspiración, Anna Sui planteó una colección llena de vestidos lenceros en todas sus versiones, que combinó con botas de cowgirl con suela de goma y medias de encaje.
Y para hacer su propio flash back, incluyó unos gorros de ganchillo extraídos de su colección grunge de 1993 y otras con orejas de conejo de otro de 1998: “Ya que es el año del conejo, pensé, está bien, vamos a traerlos de vuelta”, declaró a Vogue.
Ulla Johnson
Su desfile abrió la jornada del domingo. Sus eventos son siempre interesantes pues es una diseñadora que ha logrado hacerse un hueco y lograr un estilo definido de clásicos renovados.
Si para presentar su colección de primavera-verano llenó de flores el escenario donde tuvo lugar el desfile, en esta ocasión se subió a uno de los pisos más altos de un edificio en Manhattan que ofrece las mejores vistas de Empire State Building.
Una localización que le va como anillo al dedo a esta diseñadora, nacida y criada en Manhattan e hija de arqueólogos, con los que ha viajado por el mundo a destinos remotos. Así, su estilo característico bebe tanto de las calles de Nueva York como de aquellos exóticos lugares.
Su línea homónima, fundada en 1998 (justo después de graduarse de la universidad), llamó inmediatamente la atención de la prensa de moda por esa mezcla de costura con un toque moderno y a la vez sofisticado. En esta colección, apuesta por el naranja, el croché y el cuero, con propuesta sumamente femeninas pero rompedoras.
Sabíamos que en esta edición las mujeres iban a ser protagonistas, porque las marcas lideradas por diseñadoras representan la mitad del calendario, pero sus propuestas están logrando sorprender muy gratamente a la prensa especializada.
El divertido surrealismo de Puppets and Puppets
Puppets and Puppets es el resultado del encuentro entre dos mundos artísticos: la pintura/escultura, de la mano de otra poderosa artista, Carly Mark, y la moda, representada por el diseñador Ayla Argentina. La propuesta que nace de esta alianza ha causado furor en los últimos años.
El nombre significa marionetas en inglés. Mark explica que bautizaron así la marca para homenajear a su chihuahua Puppet. Sin embargo, añade que se trata de una palabra con trasfondo en la industria por dos motivos: por cómo las modelos son tratadas como marionetas y por cómo las personas que siguen obsesivamente las tendencias actúan como tal.
“Realmente no puedes hacer nada mal. Lo único que está mal es no hacer nada”, así respondía Carly Mark en una entrevista para Highsnobiety. Precisamente esa valentía y seguridad se ven a la perfección en los diseños de este otoño/invierno.
La firma ha presentado una colección con toques surrealistas, inspirados en la película Inseparables (1988) de David Cronenberg, en la que predominan el rojo sangre y el negro.
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La moda bebe de la escultura en este desfile. Como resultado vemos la influencia de los conocimientos escultóricos de Mark en las estructuras de algunos vestidos. Consiguen también un balance entre la nostalgia de piezas históricas, como el corsé, y su atrevida reinterpretación con abalorios negros y pezoneras, hechas de resina, en forma de huevo frito o de rosas. Piezas que también podemos ver en sus zapatos y bolsos
Y finalmente, con el permiso de todas estas mujeres talentosas, no podemos dejar de mencionar a Jason Wu, uno de los diseñadores favoritos de Michele Obama, que lo escogió para el baile inaugural de su esposo, en enero de 2009 (cuando Wu tenía solo 26 años), y cuatro años después, tras la reelección de su marido, volvió a apostar por él.
La cita fue en el Peter B. Lewis Theater del Museo Guggenheim. Las flores que decoraban la pasarela nos daban pistas de cuál iba a ser uno de los colores principales de la colección: el morado.
Con el romanticismo por bandera, Wu nos mostró un completo repertorio de vestidos que mezcla la sensualidad de las transparencias y la sofisticación de las gasas con volantes.
La sastrería masculina (arte en el que Wu se especializó) inspira al diseñador en este desfile. Como resultado vemos americanas estructuradas en forma de vestido y grandes trajes que se ciñen en la cintura para realzar el cuerpo de la modelo.
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