Las calles de Milán amanecen un día más repletas de glamour. Ayer se celebró la segunda jornada de su Semana de la Moda y los invitados pudieron disfrutar de desfiles de la talla de Prada, Emporio Armani o Moschino.
[El primer día de la Semana de la Moda de Milán, al detalle]
La mujer como fuente de inspiración ha sido una de las claves de este día. Algunos de los diseñadores más famosos han puesto la mirada en el pasado para recordar a figuras históricas y traerlas al presente con sus colecciones.
Max Mara se inspira en una brillante mujer matemática
¿Qué hubiese vestido Émilie du Châtelet en pleno siglo XXI? Esta es la incógnita que Ian Griffiths buscaba resolver con esta colección. Una vez más, el director creativo de Max Mara encontró la inspiración en mujeres de la historia que no tuvieron el reconocimiento que merecían en su época.
Émilie ostentaba el título de marquesa, pero por lo que realmente brilló fue por su inteligencia: fue una excelente matemática, física y filósofa (no es de extrañar que Voltaire se enamorara de ella) que tradujo la obra de Newton al francés.
Partiendo de un icono del siglo XVIII, Max Mara presentó su colección "Camelocracia", nombre que nos desvela el color clave del desfile: el camel. La prenda central fue el abrigo en todas sus interpretaciones: parkas, de líneas rectas, de tejido peluche…
Desfile marcado también por la influencia de la sastrería con conjuntos de americana, pantalón de traje y camisa, así como por los vestidos de canalé acompañados por guantes y gorros a juego.
El accesorio principal fue un maxi cinturón ancho que acentuaba la cintura de las modelos y acompañaba a la perfección los looks monocromáticos de esta propuesta tan romántica.
Los uniformes de Prada
Menos es más y Raf Simons lo demuestra en esta colección. La practicidad describe a la perfección las prendas elegidas. La firma reinventa el uniforme de una forma sencilla y actual.
Con flores en efecto 3D que brotan de las variadas faldas (hay midi, minifaldas, de tubo, con vuelo…) y conjuntos de faldas y americanas estructuradas de cuero de color, Prada mezcla lo práctico con el glamour. Entre tanto, la firma incluye prendas inusuales como minifaldas de plumón blanco.
No faltaron las supermodelos más reconocidas del momento. Kendall Jenner, desfiló con unos tacones en punta amarillos con aplicaciones 3D combinados con un abrigo marrón que la cubría por completo.
MM6 Maison Margiela reinterpreta a su manera
Si algo le gusta a esta firma es sorprender. Deconstruyen piezas y juegan con la confección de las prendas para crear nuevas. Con ello, no es ninguna novedad que MM6 Maison Margiela trajese a Milán una propuesta de lo más original.
Como podemos ver, la sastrería se ha convertido en el denominador común de esta temporada. Eso sí, cada propuesta es completamente diferente. Partiendo de esta base, ayer pudimos disfrutar de americanas con mangas metalizadas, por ejemplo.
Precisamente es esa textura (la metalizada) una de las grandes protagonistas. La detectamos en la Fashion Week de Nueva York y Margiela nos reafirma la tendencia con botas plata por encima de la rodilla.
El borreguito en las cazadoras acompañaba pantalones vaqueros que incluían calzoncillos. En definitiva, la marca nos brinda una reinterpretación completa de la moda que funciona a la perfección.
La obra teatral de Emporio Armani
Se abrió el telón en un teatro de Via Bergognone y comenzó el show de Emporio Armani. La firma presentó ayer una variada y divertida colección con modelos que sonreían por la pasarela.
Destacó el uso del terciopelo en chaquetas (pieza clave del desfile) en tonos joya. Además, las lentejuelas (pequeñas y negras o grandes y transparentes) decoraban vestidos de noche, bolsos, pantalones e incluso medias.
Aunque el color predominante fue sin duda el negro, uno de los que más destacaron fue el rosa barbie, y no tenemos ninguna duda de que va a ser tendencia esta temporada.
Los complementos decoraron todos los looks, siendo el broche de oro. Cuellos decorados con corbatas, maxi collares de perlas, chokers con flores negras enormes e incluso solapas de camisas de manera independiente como collares ¡Sin olvidarnos de los sombreros bombines que le daban ese toque teatral!
Juana de Arco vestida por Blumarine
Las mujeres de la historia son una fuente de inspiración para los diseñadores de hoy en día. Al igual que Ian Griffiths, Nicola Brogbano, director creativo de Blumarine, toma de referencia la valentía de un personaje inigualable: Juana de Arco.
Una enorme "B" ardía al final de la pasarela que daba un toque dramático al desfile mientras aparecían las modelos como heroínas. Disfrutamos de vestidos de malla metálica que envolvían el cuerpo como una armadura y otros drapeados que se deslizaban por el mismo con mucha delicadeza.
Si alguien aún no tenía claro que el metalizado está a la orden del día, después de este desfile se le disiparon todas las dudas. Así nos lo demostró Blumarine, en tonos plata o verde y aplicados a todo tipo de prendas.
No faltó el borreguito tanto en bolsos, tops o en faldas no mucho más anchas que un cinturón. Un espectacular vestido rojo con cuello halter, acabado de flecos y botas altas dejó sin respiración a más de un asistente (y no nos extraña).
Moschino hace un guiño a Dalí
Desapercibido no es un adjetivo que entre en el vocabulario de Jeremy Scott. Con enormes plumas que simulaban crestas sobre la cabeza de las modelos, así presentó la colección el diseñador de Moschino.
La inspiración la encontró precisamente en uno de los pintores más reconocidos del siglo XX y que es, además, español: Salvador Dalí. Sus relojes que se derriten de este artista marcaron la temporada otoño-invierno de la firma italiana.
Vemos la referencia en las formas y en los cortes de los trajes con falda de pico de gallo o en el estampado de flores distorsionadas. La pedrería bordada está presente en muchos de los vestidos y los broches rellenan las piezas. Además, las joyas cogen las riendas y crean incluso el propio cuerpo de la prenda, como ocurre en uno de sus tops.
A la colección no le falta punk y eso nos lo demuestra con las tachuelas en forma de pincho de diversos tamaños que decoran todo tipo de prendas.
El diálogo entre pasado y futuro, de Gucci
La colección femenina otoño-invierno 2023 de Gucci conecta las culturas creativas que transfertilizan la historia de la Casa a través de una propuesta evocadora a la vez que contemporánea. En un eufórico diálogo entre pasado y futuro, la colección reflexiona sobre Gucci como una constante cultural y reaviva la influencia de los visionarios que la encabezaron, allanando el camino para que su patrimonio alcance una nueva dimensión, según comenta la Casa.
El desfile se desarrolló dentro de la propia anatomía de la Casa. En el sancta sanctorum del Gucci Hub, los ascensores transportan la colección a través del edificio hacia la pasarela, ilustrando el proceso creativo subyacente a toda nueva propuesta: desde los archivos en los que surgen las ideas, a través de los talleres en los que se les da forma, hasta la pasarela, donde se manifiestan las nuevas expresiones.
La silueta recuerda al lenguaje formal erótico y glamuroso de Gucci durante los años noventa y principios de los 2000, pero con la paleta de colores eléctrica y suntuosa propia de la década de 2010. Los trajes de lana o piel destacan por su corte oversize de hombros voluminosos, escotes pronunciados y pantalones de tiro bajo. Las faldas adoptan expresiones largas o hasta la rodilla en telas vaporosas con adornos de encaje reminiscentes de piezas de lencería.
Las coloridas gafas de sol tipo máscara son un guiño a una fragancia clásica de Gucci. Entre las propuestas de bolso destacan las nuevas reinterpretaciones redondeadas del bolso trapezoidal de cadena, con el Horsebit como elemento central, están disponibles en múltiples versiones: acolchada, con cristales y en piel contrastante.