Guccio Gucci: de trabajar como ascensorista a fundador de una casa de moda de lujo
Era un joven humilde que se mudó a Londres en busca de inspiración. A día de hoy, es el creador de uno de los grandes imperios del mundo de la moda.
23 marzo, 2023 02:31¿Nunca te has preguntado por qué en cada producto de Gucci encontramos dos Gs? Hoy te contamos la historia del fundador de la marca, a quien cuyas iniciales hacen un guiño en cada prenda.
Guccio Gucci nació en Florencia el 26 de marzo de 1881. Hijo de un comerciante italiano, no se esperaba en aquel entonces que su nombre iba a ser parte de una de las mayores firmas de moda: la casa Gucci.
Su trayectoria comenzó desde una edad temprana. Con tan solo 17 años, dejó atrás a la bella Italia para viajar a París y a Londres, ciudades en la que se respira moda, en busca de musas.
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El destino le fue a deparar en el Hotel Savoy de Londres, en el que consiguió su primer trabajo como maître. Sin embargo, Gucci era habilidoso y consiguió distintos puestos a medida que pasaba el tiempo. Lavaplatos, camarero, botones y conserje fueron algunos de ellos y su trabajo en el hotel culminó con el título de ascensorista.
El Hotel Savoy no era un hotel cualquiera. Situado en el centro de Londres, el establecimiento fue el más lujoso de la Europa del siglo XX.
Las celebridades y los políticos decidían que, si tenían que pernoctar en algún sitio, sería en ese, por lo que no es de extrañar que Guccio Gucci conociera a celebridades como Claude Monet, Marilyn Monroe, Frank Sinatra o Winston Churchill.
En 1901, Gucci se casó con Aida Calvelli, una modista de 24 años e hija de un sastre, que, además de ser su mujer, sería la madre de su hija Grimalda y de sus cuatro hijos Enzo (que murió cuando era niño), Aldo, Vasco y Rodolfo.
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Después de su gran esfuerzo en el Hotel Savoy, Gucci decidió volver a la ciudad que le vio crecer: Florencia. En ella, Gucci abrió su primera tienda, en la que se especializó en vender alforjas y sillas de montar de cuero.
Esta idea le dio de comer durante dos décadas y, más tarde, la llegada de los coches le obligó a reinventarse, ya que la demanda de productos para caballos era cada vez menor. No se separó de su querida Florencia y abrió en 1921 otra tienda en Via della Vigna Nuova.
El local ahora buscaba otro tipo de clientela, una lujosa y pudiente interesada en maletas de viajes importadas de Alemania e Inglaterra. A estos diseños, Guccio Gucci decidió darle su toque personal, añadiendo valor a su producto.
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En unos meses, el diseñador ya había adquirido un nombre de prestigio y, a medida que crecía la clientela, también lo hacían las dimensiones del local.
Su catálogo ya anunciaba otros productos muchos de ellos relacionados con la equitación como guantes, bolsos, cinturones o zapatos, ya que en la época era un deporte de la aristocracia.
En 1932, Gucci diseñó uno de los hitos de la marca: el pan de serpiente dorada, un zapato de mocasín con un ribete del color del oro. Este calzado ha sido el único que se ha exhibido en el MoMa de Nueva York en toda la historia del museo.
Un año más tarde, en 1933, tuvo lugar otra gran meta para la firma. Aldo, que trabajaba junto a su padre en el local creó el que hasta día de hoy es el logo de la marca, para el que se inspiró en las iniciales de su máximo referente.
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Un conflicto azotó la carrera de Guccio Gucci: el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Previamente, en 1935, el dictador de Italia, Benito Mussolini, había declarado la invasión de Etiopía. Ello obligó a las Naciones Unidas a establecer un embargo comercial internacional a Italia, lo que hizo imposible las importaciones en Italia.
Gucci tuvo que cambiar su hoja de ruta y, a falta de cuero, decidió comenzar a fabricar bolsos con fibra de cáñamo cuidadosamente tejida, que tenían borde de cuero y un exclusivo logotipo.
El diseñador también incorporó otros tejidos como el yute o el lino, que serían las estrellas de productos como pañuelos de seda, corbatas o cinturones con hebilla durante las siguientes décadas.
En el año 1938 Aldo convenció a su padre para abrir una segunda tienda situada en Via Condotti, en Roma, debido al éxito que tenían sus productos.
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Durante el final de la Segunda Guerra Mundial se hizo conocido, nada más ni nada menos, que el bolso de canapa de Gucci (Suiter), que se popularizó entre los militares británicos que ocupaban la capital.
En 1947, Gucci recurrió a la que había sido su musa con anterioridad, la equitación y fabricó otro bolso, el 0633, inspirado en la forma de una silla de montar a caballo.
Este tenía el asa de bambú y asumió el papel de uno de los muchos materiales icónicos de Gucci, que se veía estampado en una gran variedad de productos, como las correas de los relojes o los pañuelos.
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En otra ocasión, Guccio Gucci volvió a acudir al estilo ecuestre para encontrar lo que sería uno de los mayores iconos de la marca: las franjas verdes, rojas, verdes.
Sin embargo, para el diseñador también pasaba el tiempo y su hijo Aldo asumía cada vez más responsabilidad. En 1952, Aldo viajó a Nueva York con sus hermanos Rodolfo y Vasco. En la ciudad crearon Gucci Shops Inc. que poseía los derechos de la marca en EE. UU.
En la ciudad neoyorquina abrieron la primera boutique fuera de Italia, sin embargo, Guccio Gucci no pudo disfrutarla apenas, ya que falleció dos semanas después, con 72 años, en su casa de Florencia.
Tras su muerte, el diseñador dejó la empresa a sus tres hijos mayores. Aldo continuó con la expansión de lo que sería un imperio, abriendo nuevas tiendas en Londres, Palm Beach, París, Beverly Hills y Tokio. Mientras, Rodolfo administraba el local de Milán y Vasco dirigía una fábrica recién abierta en Oltrano, Florencia.
Echando la vista atrás, la firma ha pasado por grandes conflictos como las peleas por la herencia, el asesinato de Maurizio Gucci o las copias y falsificaciones de los años 90. Sin embargo, hoy cuenta con apoyos incondicionales como Dakota Johnsson, Saoirse Ronan, Jared Leto o incluso Harry Styles.
No obstante, el objetivo último de Guccio Gucci se ha cumplido: sus prendas son de lo más exclusivas y Gucci representa uno de los grandes imperios de la moda.