Corría el año 1650 cuando un barco mercante, Palmwood, que transportaba mercancías y pasajeros, se hundió en el Mar del Norte, frente a la isla holandesa de Texel. La arena cubrió pronto en naufragio, que quedó en el olvido hasta 2014.
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Según adelantó The New York Times, ese año buzos aficionados encontraron un vestido de seda y lo llevaron a tierra firme. Encontraron después otro plateado, cubiertas de libros y lo que parecían ser artículos de tocador femeninos del siglo XVII.
El Palmwood se convirtió después en objeto de una exhibición en el Museo Kaap Skil (Texel), así como de un proyecto multimedia que incluye un pódcast, un programa de televisión y una reconstrucción digital.
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Sin embargo, a pesar del interés que despierta el naufragio, el misterio sigue sin resolver y se desconoce quién era la propietaria del vestido, hacia dónde iba el barco y quién estaba a bordo. Probablemente, la respuesta se encuentre enterrada en la arena bajo el mar.
Siglos en el fondo marino
Según el New York Times, el vestido de seda, que se encuentra en buen estado, atrajo a miles de visitantes al museo durante el invierno. La directora artística del centro destacó que desde que se exhibió en noviembre se multiplicaron la visitas.
"La idea de que este vestido estuvo en el fondo del mar durante siglos es una locura", dijo la directora al medio estadounidense. "La última persona que lo tocó antes de esto probablemente fue la persona que lo usó".
Aunque ahora tiene una apariencia colorida con tintes crema, rojo y marrón, es probable que hace cuatro siglos fuera de un solo tono. De hecho, en el mismo arcón donde los buceadores lo encontraron había manchas de tinte de otras prendas.
Según los expertos, los vestidos fueron confeccionados alrededor de 1620 y tenían unos 30 años cuando se hundieron con el barco. Investigadores apuntaron que el vestido de seda tenía una cintura más ancha, por lo que seguramente perteneció a una mujer mayor. El plateado, por otra parte, pudo haber sido un vestido de novia.
"Estos vestidos eran increíblemente caros. No se habrían visto fuera de los círculos de la corte real", dijo Arnold van Bruggen, director del próximo documental televisivo sobre el tema al New York Times.
Según los investigadores dijeron al medio estadounidense, habían llegado a tres teorías sobre el propietario del vestido:
- La ropa pudo pertenecer a una compañía de teatro que huía a Inglaterra.
- Pudo ser de la difunta esposa de un embajador y se estaban llevando a Inglaterra desde Constantinopla.
- Los objetos pudieron pertenecer a una familia rica de Europa del Este que escapaba de la Guerra de los Treinta Años.
Los expertos también comentaron que el barco pudo haber sido uno mercante que también transportaba personas y equipaje.
El naufragio hoy se encuentra cubierto por una malla que lo protege de la erosión y otros daños, lo que podría preservarlo durante décadas, como explica el New York Times. Y adelanta que no se ha descartado que los buzos regresen a Palmwood durante los próximos años, ya que este naufragio podría contener muchas más gemas históricas.