Los uniformes oficiales de las recogepelotas en el mundo del tenis se han alejado los últimos años de las faldas cortas y las camisetas enseñando el ombligo que estábamos acostumbrados a ver. Últimamente, las profesionales vestían camisetas largas y pantalones hasta las rodillas.
[Qué hacer si tu empresa te obliga a llevar un uniforme con falda.]
Esto ha cambiado en el Open de Tenis de Madrid, cuando Lacoste ha sido el encargado de diseñar el uniforme oficial. Los primeros días las recogepelotas volvieron a lucir faldas cortas plisadas en color blanco y unas camisetas con corte crop-top de camiseta larga.
La organización deportiva del evento, que tiene la responsabilidad sobre este tipo de cuestiones, había estado de acuerdo con esta propuesta de la marca, pero La Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional ha denunciado este uniforme y tenían previsto derivar una carta de protesta a los responsables del torneo.
Su portavoz, Pilar Calvo, declaró que “era una manera feminizada de tratar a las chicas frente a los chicos a los que no visten así. Al final es una forma de violencia machista que está tan extendida que la gente porque la gente ni lo nota”.
Además, añadió que un torneo tan importante como este, “es un escaparate público. Lacoste también viste a los niños y niñas y a los modelos hombres y no van así”.
Parece ser que la organización se ha hecho eco de estas declaraciones y en la final que ha tenido lugar el domingo 7 de mayo, hemos podido ver a las recogepelotas con un uniforme completamente diferente.
En el partido que han jugado Carlos Alcaraz contra Struff, las encargadas de recoger las pelotas durante los minutos que ha durado el partido, ya no han lucido las faldas anteriores.
El uniforme nuevo consistía en unos pantalones deportivos de tiro alto, que llegaban hasta debajo de las rodillas, y un top con tirantes y cuello pico que se cortaba justo en la cintura. Con este cambio de ropa, las recogepelotas ya no mostraban el ombligo ni las piernas como lo hacían con el uniforme anterior.
Pero lo más importante, es que este uniforme las igualaba a sus compañeros masculinos, huyendo de la sexualización que suponía la ropa diseñada por Lacoste. Un gesto que han aplaudido desde las redes sociales.
Otras polémicas
En 2021, en Noruega, la Federación Europea puso una multa a las deportistas de balonmano por negarse a llevar un bikini y ponerse los pantalones cortos que llevaban los chicos de su misma modalidad.
El tema de los uniformes en el deporte se cuestionó por primera vez en 2006, cuando la secretaria de Igualdad, Soledad Murillo, recibió un aluvión de críticas desde las secciones de Deportes de las emisoras de radio con mayor audiencia.
Las críticas vinieron porque Murillo solicitó a las competiciones de tenis un atuendo similar tanto para los hombres como para las mujeres, ya que realizaban la misma función en la pista y no tenía sentido que llevaran ropa diferente.
Tras los avances y el cambio de uniforme en estas competiciones, este año el Open de Tenis de Madrid se ha vuelto a ver en el mismo problema que hace años. Afortunadamente, parecen haber escuchado las críticas y, aunque ya en el último partido, han ofrecido a las recogepelotas un uniforme más adecuado e igualitario.