El mundo de la moda cambia constantemente. Con la llegada de las redes sociales, la demanda ha cambiado, y el modo de consumo también. Además, la popularización de tiendas online como Shein o Aliexpress, contribuyen negativamente en la industria de la moda promoviendo el fast-fashion y haciendo que cada vez se compre más y peor.
Ser amante de la moda también significa saber comprar. Debemos ser conscientes de lo que adquirimos e invertir en prendas de calidad que sepamos que vamos a amortizar con el paso de los años. Esto cada vez resulta más complicado: las tiendas lanzan nuevas colecciones cada semana, y redes como Instagram o TikTok tienen un poder enorme a la hora de viralizar un complemento o una prenda.
Cada temporada aparecen nuevas tendencias, pero no hay que olvidarnos de que la moda es cíclica, y normalmente esas tendencias o bien aparecen reinterpretadas, o vuelven tras años olvidadas, como es el caso de la tendencia Y2K. El problema surge cuando aparecen las microtendencias y caemos en ellas.
¿Qué son las microtendencias?
En moda llamamos microtendencias a aquellas prendas que se viralizan muy rápido, las vemos en todos los escaparates, las compramos sin pensarlo, pero en muy poco tiempo dejan de interesar. Son piezas que solemos ponernos una, dos o tres veces como mucho, ya que terminan pasando de moda y, por lo tanto, relegadas al fondo de nuestro armario.
Surgen dentro de las tendencias de cada temporada, e influyen mucho en su popularización las redes sociales. Suelen ser artículos que vemos lucir a influencers o modelos de renombre como Hailey Bieber, Chiara Ferragni o Bella Hadid. A primera vista nos encanta y cometemos el error de añadirlo a la cesta de la compra, pero una vez en casa, nos damos cuenta de su escasa utilidad. Suelen ser piezas extravagantes, muy poco combinables y cero prácticas.
¿Cómo saber si algo es una microtendencia o no?
Lo mejor para saber si algo es una microtendencia o no, y, por lo tanto, si vale la pena invertir en ello, es acudir al pasado. Como bien hemos explicado anteriormente, la moda es cíclica, y es ahí donde vamos a encontrar el valor de la tendencia o no.
Por ejemplo, esta temporada estamos viendo por todos lados collares tipo ckokers con maxi-flores. A simple vista, esto puede parecer una microtendencia, pero no lo es. Si acudimos a los archivos podemos ver que las flores en el cuello es algo que se ha llevado desde hace mucho tiempo.
Es clásico, y aunque sea pura tendencia hoy, no significa que en unos años vaya a quedar mal o pasado de moda. Como todo, nos cansaremos de verlo y desaparecerán de los escaparates durante un tiempo, pero lo más seguro es que vuelvan a nuestros armarios. En este aspecto, es una compra segura.
Lo mismo pasa con el modelo samba de las zapatillas Adidas. Sin duda han sido las deportivas más demandadas de la temporada, llegando incluso a agotarse en varias ocasiones. Si bien ya estamos viendo como están empezando a ser sustituidas por las New Balance, son un zapato atemporal que seguiremos viendo en las calles.
Algunas microtendencias en las que no caer esta temporada.
Vestidos fairycore con apereturas y volantes: Están por todos lados y, sin duda, son el vestido del verano. Pero tan rápido como han llegado, desaparecerán.
Gafas estilo ciclistas Empezamos a verlas el verano pasado y se han ido manteniendo, pero ya esta temporada comenzamos a ver como desaparecen de los escaparates.
Chalecos bordados: Los chalecos han vuelto a nuestros armarios con fuerza esta temporada, y en su forma básica sí son una buena compra. Si bien, los nuevos modelos bordados que hemos estado viendo este verano en diversas tiendas, pasarán de moda tan rápido como han llegado.
Es importante apostar por una moda sostenible y un consumo responsable. Para conseguirlo, aparte de tener en cuenta las microtendencias y no caer en ellas, es importante realizarse la siguiente pregunta: ¿Podré combinar esta pieza de 10 maneras diferentes?. Si la respuesta es sí, es una buena compra. Si tienes que pensártelo, quizás no merezca tanto la pena.