La 32 edición de 080 Barcelona Fashion vivió, este 26 de octubre, su tercera jornada. Un día más, el Recinte Moderniste de Sant Pau acogió las propuestas de diseñadores tan prestigiosos como Lemāchet, Nathalie Chandler o Amlul, la firma creada por Gala González, entre otros, además de experiencias exclusivas enmarcadas en el village.
[Transparencias, brillos y mucho color: las tendencias del tercer día de la 080 Barcelona]
La jornada arrancó con la propuesta de Como la trucha al trucho studio, la firma ideada por Amanda y Adonais, graduados en Diseño gráfico y especializados en diseño de moda: UHLALÁ RESORT.
La colección, inspirada en Palm Spring, uno de los rincones más emblemáticos de California, cuenta con tres líneas estéticas claras. Una más vintage, marcada por tonos pastel y estampados de inspiración sesentera, pero también cortes atrevidos y aperturas, con el efecto faux fur como protagonista.
Otra resultó ser un homenaje al resort UHLALÁ y a todos sus personajes. Destacó por su combinación de estampados y colores lisos, con un guiño a la estética tiki, presente en la decoración de Palm Spring. La última fue caracterizada por una explosión de color y una estética más nocturna con tendencias tan destacables como el degradado de color, el tejido efecto toalla, tops de pedrería, pero también cuñas con detalles de plumas y destellos dorados.
Sorprendieron un par de guantes, que pretendía mimetizarse con las pinzas del langostino, un conjunto inspirado en la estética de la sirena y, por supuesto, el look de novia final, caracterizado por flores en formato XXL en tonos pastel, confirmando el ímpetu de la firma de sorprender y de liberarse de las convenciones.
Descubrimos la propuesta bajo el ritmo frenético de hits musicales como Stop It de Fisher. Una propuesta festiva y con sabor estival que nos adelanta una temporada repleta de colores.
La jornada prosiguió con la propuesta de Lemāchet, firma creada por Lucía Sánchez, graduada en diseño de moda por la universidad CEADE Leonardo, Sevilla, tras su paso por la firma de moda Roberto Diz. En esta ocasión, nos cautivó con I am, but, una auténtica declaración de intenciones: con el reinicio como punto de partida, se trata de una colección que rezuma seguridad y libertad ante los prejuicios.
Las siluetas juegan con los códigos de género, con detalles tradicionalmente reservados al armario femenino, confirmando su intento de redefinición de una nueva moda masculina. Lo hace con un protagonista claro: la sastrería.
La colección, basada en el concepto 'SAMO' (The same old shit), redefine el propio concepto de traje, deconstruyendo su versión tradicional, apostando por americanas cortas, pantalones oversize, detalles de joyas con la flor, declinada en mil versiones. El motivo natural se invita en la colección, en bolsos tejidos, pendientes y collares, presentándose como un contrapunto al aspecto más formal de las siluetas de sastre.
La tercera presentación del día fue la de All That She Loves, el proyecto personal de Clara Esteve, diseñadora de moda especializada en swimwear & intimates. De cara a la próxima primavera/verano, la diseñadora nos invitó a percibir The Lighthouse, que como su nombre lo indica, se presenta como un paso por los diferentes efectos de luz del día: de los reflejos sobre el mar alborotado hasta la percepción de los amaneceres pasando por las tardes húmedas pero también del sol de mediodía o las estrellas de la noches... todas conforman paisajes claves de la Costa Brava, parte del ADN de la firma, y quedaron plasmados en sus diseños.
Luminosa, acogedora y vital, la colección, iluminada por un faro sobre pantallas y envuelta por las melodías de Enface 080 de Videoclub y Natalia Lacunza o Mar el Poder del Mar de Facto Delafe y Las Flores Azules, materializó esta percepción de la naturaleza con siluetas versátiles.
Bañadores y bikinis metalizados, vestidos de estampados tan poderosos como el tie-dye, se sumaron a total looks de corte relajado, en tonos llamativos como el amarillo pastel, camisolas extralargas fluidas y todo lujo de detalles transparentes, cangrejeras planas y bucket hat incluidos.
La artista y diseñadora belga, afincada en España desde 2008, Nathalie Chandler desveló por su parte su propuesta para este otoño, Urban Elves, "inspirada en la elegancia, el poder y la feminidad de los elfos pero de manera urbana y deconstruida", según la propia firma.
Los abrigos de pelo, con capucha, se sumaron al cuero y al denim, conformando siluetas de inspiración rockera, con una ambientación mística. El aura casual de la línea, marcado por diseños de corte relajado como las camisetas o las gabardinas, no eclipsó, sin embargo, los detalles más fiesteros de la propuesta como las botas de tacón metalizadas o el detalle de strass a modo de collar.
La mujer Nathalie Chandler volvió a cautivar también con diseños clásicos como un destacable traje con falda y camisa blanca, blusas de cuello redondo cerrado o chalecos de corte más convencional, eso sí, siempre con un punto diferenciador.
La diseñadora ya nos lo había confirmado con su anterior colección: Breaks Code, inspirada en la burguesía parisina de los años 90 y la moda de la época, pero de manera deconstruida. El chic no es incompatible con la estética detroy.
Outsiders Division, marca independiente creada por David Méndez Alonso en 2012, celebró a su vez el poder de lo extraordinario con una colección presentada bajo este mismo título. La colección no se salió de los márgenes de la firma: el espíritu naif, underground y contemporáneo tomó vida en siluetas de contrastes de lo más llamativas.
Del vestido con escote de zanahorias, al sombrero con forma de champiñón pasando por la reproducción de personajes de dibujo animado en carne y hueso... las siluetas superaron los propios límites de la moda con diseños a medio camino entre la realidad y el imaginario. Algunos modelos parecían directamente sacados de un cómic.
Faldas de tul, jerséis y cárdigan de dimensiones exageradas, un bolso hecho en cerámica y zapatos sobre 'cojines', entre otros, remataron esta propuesta preppy, punk e irresistible que confirmó que la firma buscaba, efectivamente, ir más allá de lo ordinario. Todo ello bajo la envolvente Tienaté, de Nu Genea, la banda sonora definitiva de una colección que se quedó impregnada en todas las retinas.
Entre los desfiles más esperados se encontraba el de Gala González. Amlul, lanzada formalmente en 2020, celebra, con su nueva línea titulada The Secret Garden, un guiño a la película basada en la novela homónima de la escritora inglesa Frances Hodgson Burnett, el poder de la naturaleza y el misterio. Peonías, liliums, buganvillas, lavanda… toman el control estético de la línea, huyendo, sin embargo, de una percepción excesivamente romántica.
Los tonos tierra imperan en la propuesta, completados por matices de burdeos, verde e incluso azul celeste, con un objetivo claro: vestir a la mujer para todas las ocasiones y sea cual sea su cuerpo. También superando el concepto de temporadas, la nueva propuesta de la firma puede alardear de proponer diseños que premian la calidad, como lo lleva haciendo desde sus inicios.
No podía faltar un diseño inspirado en el Qipao, seña de identidad de la firma, siluetas de corte lencero, detalles metalizados, trajes de máxima fluidez, conjuntos más ceñidos y por supuesto, un vestido de novia con volumen. En esta ocasión, con un imponente pero aparentemente ligero vuelo. No es la primera vez que un diseño nupcial aparece en el desfile de Amlul: la modelo Lucía López abrió el desfile de la colección Sunrise to sunset con un modelo extra corto que se hizo viral.
Cerró la jornada la propuesta de Dominnico, marca de prêt-à-porter genderless fundada en 2006 por Domingo Rodríguez Lázaro, titulada MAEMUKI. La colección se presentó como un tributo "a la cultura japonesa y a las tribus urbanas como la Gyaru y las Sweet Lolitas", que hacen eco a las influencias tan marcadas de la firma como el Steam Punk, la estética Kawaii y las tonalidades dulces.
En esta línea, la lencería clásica, marcada por fruncidos, volantes, lazos y cintas encuentra su contrapunto en la estética BDSM, representada por arneses, vinilo, hebillas en forma de corazón y aplicaciones y fornituras metálicas.
Destacan esencialmente conjuntos formados por tops y minifalda de tablas, con detalles sumamente sugerentes y cortes XXS, propicios a reforzar este contraste estético.
Los tejidos mayoritarios son el cuero, el pelo pero también la licra, versátil y sugerente. Todo ello dentro de una paleta cromática muy definida, con colores pop como el rojo, el rosa o el naranja, asociados a neutros como el blanco. Mención especial a Carmen Lomana quien participó en el desfile, por elección propia, descalza.