Cuando se trata de calzado infantil, la regla es 'libertad de movimientos'. En sus primeros pasos, es aconsejable dejar a los niños descalzos en la medida de lo posible, mientras sigan en proceso de aprendizaje.
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En esta etapa, los zapatos sólo sirven para protegerles de las condiciones externas, como las inclemencias del tiempo, un suelo en mal estado o una superficie sucia. A medida que crecen, los niños necesitan zapatos que respeten su desarrollo y sean cómodos de llevar.
Xavier Alfonso Cornes es ingeniero biomecánico y director técnico del Centro de Biomecánica UMANA. Junto a Naw, la firma española de zapatillas deportivas, ha elaborado una guía con los elementos clave para elegir el calzado adecuado, respetuoso y agradable para sus pies.
Naw es una firma reciente ya que nació en 2023 en España como una marca de zapatillas deportivas de pisada natural para niños que incentiva el movimiento libre y el desarrollo natural desde la infancia. Naw es una marca comprometida con el ecodiseño y la relocalización industrial con el fin de tomar conciencia y desarrollar el calzado deportivo de pisada natural en Europa.
Con sede en San Sebastián, País Vasco, el calzado se fabrica y diseña en colaboración con Centros Tecnológicos y proveedores especializados. Las suelas se componen de un solo material para poder ser recicladas al final de su vida.
A la hora de elegir un calzado para un niño, el primer elemento en el que hay que fijarse según Cornes, es la horma. Para que el calzado sea cómodo debe tener una horma ancha, conocida como foot shaped, donde la puntera tiene la forma del pie para que los dedos puedan expandirse y moverse con libertad.
El segundo paso es la suela con tecnología drop zero. Sin zapatos, nuestros pies caminan de forma plana; y el talón y los dedos se apoyan completamente en el suelo al mismo nivel. Lo que busca Xavier Alfonso Cornes es que la sensación sea la misma con unos zapatos. "Es habitual ver en muchos zapatos como el talón está más elevado y por lo tanto está más arriba que los dedos. Esto hace que el pie deje de estar en plano y, por lo tanto, se modifique su pisada natural", admite el ingeniero.
Luego, recomienda fijarse en una plantilla estrecha. En efecto, que el conjunto suela-plantilla sea lo más fina posible favorece la pisada natural además de desarrollar las capacidades de activación y equilibrio. El ingeniero argumenta que el desarrollo de estas capacidades fomenta la capacidad sensorial al contactar con el suelo. Es fundamental que los niños lleven zapatos que respeten su desarrollo.
Asimismo, hace hincapié en la flexibilidad y ligereza del calzado. "Cuando nos ponemos un calzado rígido que no nos permite flexionar los dedos de los pies, ya no somos capaces de hacer una pisada natural", comenta Xavier Alfonso.
Tanto en la flexión y en la torsión, el calzado tiene que ser flexible para permitir al pie desarrollar un desplazamiento libre y sobre todo natural. De igual manera, el zapato tiene que ser ligero para no interferir en el movimiento del pie y suponer menos esfuerzo al niño.
Finalmente, Xavier Alfonso Cornes recuerda la importancia de un calzado sin sistema de control o estabilidad para niños pequeños. Estas propiedades que pretenden mejorar la estabilidad del pie e incluso prevenir posibles lesiones se pueden incorporar una vez que el bebé se convierte en niño y comienza a realizar deportes con ciertos impactos.