Del vestido negro de Holly en Desayuno con diamantes a los zapatos rojos de Dorothy en El mago de Oz pasando por la falda de tutú de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York... no son pocos los ejemplos que confirman los lazos profundos que unen el cine y la moda.
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El ejemplo más reciente es el de la película Barbie. Estrenada el pasado verano, supuso un terremoto a nivel mundial: vendió más de un millón de entradas en su primer fin de semana y se convirtió en la película más taquillera del año. Además de auparse como el símbolo de una feminidad liberada de sus ataduras, propulsó la estética de moda barbiecore.
Tono alegre, poderoso y fascinante a la vez, el rosa, que nunca abandonó como tal el mundo de la moda, volvió al primer plano gracias a la película. "No sé si se puede decir que la película ha influenciado a la industria de la moda en cuanto a diseño; sin embargo, en cuanto a ventas y marketing, la película y las marcas de moda han hecho un tándem increíble", nos adelanta Ana Vicens, Doctora en Comunicación Audiovisual y Docente en el Área de Moda de UDIT, Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología. ¿A qué se debió su éxito?
Una muñeca y un color
La muñeca de Mattel, creada por la empresaria por Ruth Handler en 1959, se popularizó rápidamente pese a contar con detractores en sus inicios. Inspirada en la muñeca alemana llamada Bild Lilli, tomó su nombre de la hija de su creadora, Barbie, cuyo nombre completo era Barbara Millicent Roberts.
La primera muñeca fue concebida con una melena rubia. Pese a los diferentes cambios aplicados a las versiones posteriores, se convirtió en uno de los elementos distintivos del juguete que, a diferencia de otros de la época, contaba con rasgos adultos. El logo, que también vivió diferentes modificaciones, mantuvo, sin embargo, una característica clave: su color rosa.
El poder del rosa
La asociación de la muñeca al color rosa se impuso naturalmente, en parte debido a su relación con el género femenino: "Hay distintas teorías de la historia y la psicología del color que hablan del porqué de esta feminización del rosa. Pero queda claro que no es tanto una preferencia real y psicológica, como una imposición social", explica la docente.
"De hecho, en muchos países europeos, los colegios y orfanatos usaron durante siglos el rosa para niños y el azul para niñas. Es a partir de la segunda mitad del siglo XX, con el culmen del capitalismo y la venta de juguetes (entre los que destaca Barbie), que el rosa se empieza a asociar a las niñas y el azul y el rojo a los niños", subraya.
"Los productos y películas para el público infantil han estetizado lo masculino y lo femenino, tanto en formas como en colores. En este sentido, Barbie ha sido de suma importancia, por feminizar el rosa y las formas curvas y redondeadas como vemos en los productos y el logo de la marca", concluye.
Más allá de su imposición de género, el tono afianzó su poder estético el siglo pasado gracias a personajes tan diferentes como Mamie Eisenhower, quien lució un vestido rosa de Nettie Rosenstein en la fiesta posterior a la investidura de su esposo y llevó su pasión por el color a la Casa Blanca, y Marilyn Monroe, quien convirtió su vestido de escote palabra de honor de color rosa Barbie en Los caballeros las prefieren rubias en un icono.
El éxito del rosa llegó a todas las esferas de la moda y se mantuvo con el paso del tiempo. "Toda la alta costura de la época, que vivía el último esplendor del gremio en París con los Dior, Balenciaga, Fath, Balmain, Dessès, Castillo, etc., trabajó el color rosa en sus distintas variables", recordaba, en este sentido, el Museo del Traje en la exposición 'La Vie en Rose'.
Margot Robbie, su embajadora en 2023
La actriz, quien da vida a la muñeca en la película, se convirtió en la mejor embajadora de la tendencia barbiecore este 2023. En los estrenos mundiales, lució looks inspirados en los estilismos clásicos de Barbie, con guiños claros al tono rosa.
"Fuera de la película, las alfombras rojas fueron una extensión de la trama. Margot Robbie y Ryan Gosling no salieron de sus papeles de muñecos, lo que llevó a una divertidísima promoción de la película, apoyada también en los looks de ambos, siempre rosas y de grandes firmas de moda", afirma la experta.
Cabe, por ejemplo, destacar este look hecho a medida de Schiaparelli Haute Couture, diseñado por Daniel Roseberry que la actriz lució en Los Ángeles. Se trataba de un vestido bustier bordado con lentejuelas, terminado con múltiples capas de tul y adornado con una rosa pintada a mano. En la mano, la actriz llevaba un pañuelo de seda en rosa pálido.
"En Seúl, la actriz apareció en una rueda de prensa con este brillante conjunto de Moschino. La colección primavera/verano 2015 de Moschino, firmada por Jeremy Scott, fue un homenaje en toda regla a Barbie y su universo. Modelos rubias platino desfilaron con prendas llenas de cristales de Swarovski, patines, teléfonos móviles y cinturones de cadena", según nos recuerda la plataforma Vestiaire Collective.
"El conjunto de Robbie, que combinó con un sombrero pillbox, un bolso en forma de corazón, unas sandalias de Manolo Blahnik y joyas de Tiffany & Co. recreaba el traje de los años sesenta de la Barbie Sparkling Pink", añade.
"Durante la gira de prensa en México, Margot representó con su look a la Barbie Totally Hair, la Barbie más vendida de la historia de Mattel. Con el pelo rizado, Robbie lució un minivestido del maestro de los estampados psicodélicos, Emilio Pucci. Completaban el conjunto unos pendientes con el logotipo de Chanel y unos zapatos de tacón. Todo rosa, por supuesto", añade la plataforma.
En la propia película, la actriz luce todo lujo de diseños, con el tono como protagonista y símbolo de una nueva feminidad: "La película ha dado una vuelta de tuerca al concepto del magenta. En los últimos años, el rosa era para niñas, pero no tanto para mujeres", subraya Ana Vicens.
"Gracias a películas como Chicas Malas o Una rubia muy legal, el color se ha estigmatizado para chicas extremadamente superficiales o tontas. La película Barbie ha hecho que el rosa se vuelva a asociar a las niñas, pero también a las mujeres", añade".
En las pasarelas
El rosa asentó también su poder en las colecciones otoño-invierno 2023-2024. Givenchy lo incluyó de forma sutil, con un vestido de corte fluido con transparencias, desvelando piel sin excesos.
Rick Owens, fiel a su estilo atrevido, apostó por volúmenes exagerados y tejidos satinados, superando los límites estéticos preestablecidos.
Carolina Herrera recordó el impacto estético de la combinación del rosa y del rojo, con un conjunto de rayas de cuello barco y mangas abullonadas. Romántico y sensual a la vez, ahondó precisamente en la esencia del rosa, dulce y sexy a la vez.
Con el color como ADN, era de esperar la propuesta rosa de Benetton. De cara a este otoño-invierno, nos anunció el éxito de su combinación con tonos fríos como el verde.
En sus diferentes versiones, el rosa Barbie encontró naturalmente su lugar, compitiendo de forma directa con colores clásicos de gran calado como el rojo o el morado.
En el street style
El éxito del rosa se debió, en parte, a su omnipresencia en tiendas y calles. "Parte del fenómeno Barbie se ha debido a la omnipresencia en casi todas las marcas de moda y belleza. A través de las colecciones cápsula con Zara, Women’s Secret, Mango, Primark - y un largo etcétera - todos los escaparates se han cubierto de rosa, siendo una prolongación más del marketing promocional de la película", recuerda Ana Vicens.
Subraya, sin embargo, que "en la mayoría de los casos, el diseño no tiene tanta importancia puesto que la influencia de la marca se veía solo en el color rosa y en el logo. Más interesante fue la colección de hace unos años de Moschino, inspirada en la muñeca, en la que se crearon distintos looks centrados en el storytelling de Barbie. A raíz de la película, quizá la colección más interesante sea la de Zara, que reinterpreta los looks más icónicos de la película".
Según datos de Pinterest, la influencia de Barbie ha sido mayor de lo que muchos esperaban, ya que las búsquedas de barbiecore y barbie moodboard han aumentado un 980% y un 1.290% respectivamente en comparación con el año pasado.
La plataforma también destacó un incremento de los términos: 'look temático de Barbie' (+485%), 'botas vaqueras fucsia' (+70%), 'look maquillaje barbie' (+310%) o 'peinados inspirados en barbie' (+415%), 'looks barbie en negro' (+85%), 'look chaleco fucsia' (+425%), 'qué combinar con pantalones fucsia' (+230%), 'look de trabajo con americana fucsia' (+120%) y 'look con tacones de plataforma rosa fucsia' (+145%).
Las ventas de las gafas de sol con forma de corazón, como las que se vieron en la película, se incrementaron un 5887% en España en agosto de 2023, en comparación con las ventas de principios de enero de 2023, según destacó Klarna, la red global de pagos y asistente de compras impulsada por IA, en su segundo informe anual de tendencias, The Checkout.
Cine y moda, una ecuación lógica
Ante el éxito del color, a raíz del de la película, cabe preguntarse por qué ambos mundos siempre se responden. "Desde el nacimiento del cine, la moda siempre ha sido un factor esencial en el desarrollo del séptimo arte.
Primero con los fashionable shows, esos vídeos que grababan los primeros cinematógrafos con mujeres enseñando sus looks. Con la llegada de la ficción, el vestuario se convirtió en un factor fundamental para la construcción de personaje. Grace Kelly en La ventana indiscreta, por ejemplo, se define según sus looks.
Como Barbie que, según va evolucionando en la película, se van cambiando sus looks hasta llegar a una ropa actual, más moderna y cómoda, más de mujer real. Existen escenas icónicas cinematográficas que no serían lo mismo sin el vestuario adecuado, como el vestido blanco de Marilyn Monroe en La tentación vive arriba o las famosas chupas de cuero de Grease.
Además, el cine tiene el factor alfombra roja y celebrities, elementos esenciales que llamaron la atención de las grandes marcas. Por eso, las firmas de lujo vestían a las actrices y a los actores en la pantalla con la idea de vestirles luego en el día a día, y así surgieron grandes parejas de cine y moda como Givenchy y Audrey Hepburn.
Incluso se ven ejemplos de marcas diseñando todo el vestuario, como Chanel en Jackie y en Spencer (apropiándose de dos iconos de la moda del siglo XX a través del cine), o el famoso vestuario que las hermanas Rodarte diseñaron para El cisne negro. La lista es interminable.
El mismo concepto de fashion film, nos habla de la unión de estos dos artes. La moda se sirve del cine y de sus grandes directores para ese formato mezcla de branded content, cine y publicidad que es el fashion film. Así tenemos a Polanski, Wes Anderson o Sofia Coppola dirigiendo fashion films.
Y, del revés, tenemos una larga lista de largometrajes que giran en torno al mundo de la moda como Women de George Cukor o Funny Face de Stanley Donen. Estas películas han evolucionado y representado la moda y lo chic de cada época, así lo vemos en ejemplos más recientes como El diablo viste de Prada que es prácticamente un anuncio muy largo de grandes marcas.
Interesante en este sentido es Cruella, que también basa la trama en la industria de la moda y hace un recorrido de la evolución de la moda en occidente a través de la evolución de la protagonista de niña buena a malvada Disney.
Algo así hace también Barbie, que cogiendo los looks icónicos de la muñeca te muestra prendas diseñadas por grandes marcas y que van hablando de todas las décadas desde su nacimiento hasta la actualidad", analiza Ana Vicens.
Ante la llegada del 2024, toca preguntarse si el éxito del rosa perdurará más allá de la película. "Sin duda, el rosa Barbie ya es parte de la cultura popular. Es extremadamente icónico y fácil de reconocer por grandes y pequeños", concluye la experta.