Visionario, atrevido y moderno. Son solo algunas de las palabras que podrían resumir el legado de Cristóbal Balenciaga (Getaria, 1895 - Jávea, 1972), el llamado 'maestro de la costura', quien no solo marcó su época, sino el conjunto de la historia de la moda.
Su carrera estelar inspiró la serie biopic Cristóbal Balenciaga, que llega en exclusiva a Disney+ el 19 de enero. Esta ha sido creada por Lourdes Iglesias y los 12 veces ganadores del Goya Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga y protagonizada por Alberto San Juan como el maestro de Getaria.
Bina Daigeler, nominada al Premio de la Academia® por la película de acción real Mulán de Walt Disney Studios, y el figurinista Pepo Ruiz Dorado, han sido los encargados de recrear todo el vestuario de la serie a partir de los bocetos originales del diseñador.
Esta serie se presenta como una nueva oportunidad para recordar el historial de una casa que nunca dejó de reinventarse, sin perder su ADN. El diseñador, quien siguió creando pese a la Guerra Civil española (que aún así le obligó a huir a Francia) y la Segunda Guerra Mundial, fue en la década de los 50 que el diseñador se propuso cambiar por completo la silueta femenina. ¿Su gran logro? Conquistar perfiles tan diferentes como los de la duquesa de Windsor y Audrey Hepburn, confirmando que sus diseños eran trascendentales.
Su obra influenció en gran medida el trabajo de artistas como Oscar de la Renta, André Courrèges (quien integró su taller en 1950) y por supuesto Hubert de Givenchy, quien se convirtió en unos de sus grandes amigos. ¿Pero qué diseños marcaron especialmente su trabajo? Recordamos algunos clave.
Los diseños clave
Entre sus primeros éxitos destaca el vestido baby doll, presentado en 1958. "Su innovadora silueta trapezoidal se oponía a la silueta tradicional de cintura marcada y caderas resaltada", recuerda el museo homenaje al diseñador. Resultado de una larga experimentación, se convirtió en un símbolo de libertad por sus volúmenes amplios, airosos, que abogaban por una liberación del cuerpo femenino. El diseño fue inicialmente concebido con un escote cerrado y redondo y una falda de corte evasé.
Otro modelo icónico fue el vestido saco, una de las creaciones más atrevidas y polémicas del diseñador. Lanzado en la década de los 50, se presentó como una sorpresa por su carácter más holgado, opuesto a otros diseños más ceñidos que triunfaban en la época.
La década los 50 fue también la del lanzamiento de las mangas melón y de las faldas globo, presentadas en su colección en 1952, diseños que como lo indican sus nombres, también jugaron con los volúmenes y supusieron en sí una pequeña revolución. Al final de esta década, causaron sensación los vestidos pavo real, modelos que como su nombre lo indican, eran más cortos en la parte delantera que trasera, imitando de esta manera la silueta del pájaro.
En 2015, la dirección creativa de la casa se queda en manos de Demna Gvasalia, en sustitución de Alexander Wang. El espíritu rebelde y vanguardista del diseñador quedó plasmado en diseños potentes que, aprovechando el poder de las redes sociales, no tardaron en recorrer cada punto del globo.
En el verano de 2022, se hicieron virales unos pendientes hechos con cordones, vendidos por 195 euros. El modelo se agotó en tan solo cuatro horas. Los pendientes estaban formados por una pequeña placa de plata con la B grabada y unos cordones negros o rosas anudados a esta.
Este otoño 2023, fue la 'falda toalla' de la casa que causó sensación. Como su nombre lo indica, se trata de un modelo que imita el objeto de nuestro cotidiano, con algunos detalles diferenciadores: "unisex, con cinturón ajustable, hebilla oculta y el logotipo bordado tono sobre tono en la parte delantera", según explica la casa en su cuenta de Instagram.
Tienen, asimismo, obligada mención las París Sneakers, deportivas de aspecto completamente 'destrozado' vendidas al precio de 1.450 euros, o de un bolso que simulaba una bolsa de basura, vendida al precio de 1.750 euros, que fue sumamente polémico. Tantos diseños revolucionarios que tan solo confirman que la casa nunca dejó de sorprender.