Adiós a la plancha: el sencillo truco que arrasa en España para colgar vestidos largos sin que se arruguen o arrastren

Con la primavera llamando a la puerta, los vestidos largos comienzan a tomar protagonismo en España. De todos los colores, estampados y texturas, se convierten en la prenda más versátil de nuestro armario que escogemos siempre que queremos vernos bien, pero también cuando no tenemos mucha originalidad para pensar en algo más elaborado. 

El invierno no nos deja disfrutar de estas joyas tal y como nos gustaría, por eso cuando vemos un pequeño rayo de sol ya comenzamos a sacarlos del fondo del cajón, del canapé o del trastero donde los guardamos mientras esperamos a que llegue el momento. Los abrigos de plumas y los jerséis dejan de tener menos protagonismo y toca hacerle hueco a todos nuestros vestidos. Incluso a aquellos que no tenemos, pero vamos a comprar. 

Sin embargo, el momento de organizarlos no es tan satisfactorio como el de ponérnoslos. Ocupan mucho, arrastran por la parte de abajo por su largura y cuando queremos lucirlos, están completamente arrugados. Estos problemas en vestidores no ocurren, pero para quienes tenemos muebles habituales, existe una solución muy fácil y rápida.

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No importa si es de lino, algodón o seda, cuando los vestidos están mal guardados se quedan en el tejido algunas de las arrugas que se han creado durante el tiempo que han estado colgados. A pesar de que con el tiempo se haya querido implementar la tendencia de la ropa arrugada, lo cierto es que hay piezas que sí o sí tienen que pasar por la tabla de planchar si queremos lucirlas bien.

Los vestidos son uno de ellos, sobre todo los que llegan a los pies. Siempre podemos darles un planchado rápido, pero hay momentos en los que el tiempo no nos da o simplemente no tenemos ganas. Con este sencillo método no solo nos evitaremos de hacerlo, sino que ahorraremos mucho más espacio y no sentiremos la incomodidad al verlos arrastrando cuando abrimos el armario.

El método definitivo para colgar los vestidos

Lo único que necesitamos para conseguir que nuestros vestidos queden intactos y no ocupen espacio es la percha que vayamos a utilizar. No tiene que tener unas características concretas, simplemente que pueda sujetar bien las mangas o que tenga la pequeña abertura con la que cuentan la mayoría de ellas.

Colgando el vestido sobre la cama y asegurándonos de que esté sin pliegues, vamos a doblar los dos extremos de la cola de la pieza y a pasarla por la percha, únicamente la parte que cuelga del vestido. El siguiente y último paso es asegurarnos de que no vaya a caerse y colocar las mangas en los extremos de la percha.

Tal y como ha compartido bborganizer, es la forma más sencilla de conseguir organizar nuestros vestidos. Además, también nos puede servir para los vaqueros u otras prendas que sepamos que son verdaderamente incómodas de colocar en el armario. Únicamente tenemos que seguir los mismos pasos y utilizar la pequeña abertura que tiene la percha para sujetarlo.

Tener el armario organizado supone una sensación de paz que se iguala con pocas cosas. Gracias a este método podremos ver todos los vestidos que tenemos en el armario, ponérnoslos en el momento y colocar muchos más gracias a el poco espacio que ocupan.