En los últimos dos años el estilo de Anne Hathaway ha ido cambiando de manera significativa. La actriz, que saltó a la fama interpretando a Mia Thermopolis en Princesa por Sorpresa, parece haber dejado atrás los estampados florales y los escotes corazón, para atreverse con una moda más experimental.
En sus últimas apariciones hemos podido verla con piezas como un vestido de Alaïa con capucha, un top vaquero o unas plataformas muy altas. En resumen, vemos a Hathaway mucho más segura de sí misma y atrevida.
Un claro ejemplo de ello ha sido el último look que ha llevado en el desfile de Versace en la Semana de la Moda de Milán, al que ha acudido para apoyar a su amiga, la diseñadora Donatella Versace, en su última colección otoño 2024.
La actriz lució un vestido de la nueva colección de Versace con una clara inspiración dominatrix. El diseño, en rojo, cuenta con un corpiño encorsetado, volúmenes estructurados en la zona de la cadera y un acabado brillante que emana sensualidad y poder a partes iguales.
Hathaway lo combino con unos kitten heels rojos acabados en punta, con detalle de lazo en la parte frontal, y un bolso negro.
En cuanto al look beauty, apostó por la melena suelta y un maquillaje centrado en los ojos, muy marcados con un delineador negro. Un estilismo arriesgado y diferente que la intérprete defiende a la perfección.
La mujer Versace
Anne Hathaway llevó un estilismo que define a la perfección lo que Versace propone en su nueva propuesta, “una mujer de actitud rebelde y un corazón salvaje, refinada pero sexy”.
Donatella apuesta por una colección en la que los colores predominantes son el rojo y el negro. Observamos detalles punk como gargantillas de pinchos y accesorios metálicos. No falta esa nostalgia a los años 80, una década que parece estar a punto de revivir sobre la pasarela.
“Esta colección es pura actitud rebelde, con un corazón noble. La mujer que representa es la niña buena de alma indómita. Es pudorosa, sí, pero también sensual. Una mujer con la que no se puede jugar. El hombre representado es su alma gemela, un genio tímido y discreto. Juntos rompen las reglas para crear otras nuevas”.
“Nuestras prendas adoptan los códigos de la sastrería formal contemporánea y los transforman con cortes, drapeados y adornos. La colección se centra en líneas puras y tejidos innovadores que transmiten esa idea de alma salvaje pero respetuosa. Eso es lo que somos. ¡Somos Versace!”, con estas palabras Donatella define la nueva colección.
La elegante sastrería clásica de la casa se lleva a los extremos. Las proporciones pasan de los largos kilométricos de los guardapolvos y vestidos formales, a los diseños recortados de chaquetas Spencer y minifaldas.
La masculinidad de los diseños femeninos se ve contrarrestada por la feminidad de los masculinos, con chaquetas formales que destacan por su corte que recuerda a los característicos volúmenes de reloj de arena de la casa.
Una colección tan salvaje como respetuosa, en la que las piezas de sastrería se transforman, los estampados se deconstruyen y los tejidos de Atelier Versace se convierten en girones que se cosen a mano en nuevos materiales.