El director estadounidense se coloca como el icono indiscutible de la Generación Z, desafiando las convenciones establecidas y liderando una revolución de género. Con su preferencia por el género fluido, ha lanzado un libro que trata la moda sin hacer distinción de lo que debe ser para hombre o para mujer.
[Harris Reed, la promesa de la moda de "género fluido"]
Comparado con el renombrado John Gallianno, Harris Reed encarna una nueva era de creatividad y expresión. Su estilo único y su presencia inconfundible lo han catapultado a la cima de la moda contemporánnea, ganándose la admiración de figuras como Harry Styles, Beyoncé o Adele. Aunque su edad suene prematura (27 años), ostenta desde hace dos años el título de director creativo de Nina Ricci consolidando su posición en la élite de la moda.
El diseñador, que reside en el emblemático barrio de Notting Hill junto a su pareja, Eitan Senerman, ha dado un paso más allá al lanzar su libro Fluid: A Fashion Revolution. Esta creación literaria, publicada por Abrams en Nueva York, no se limita a ser una obra autobiográfica o un simple álbum de fotos. Pues se trata de una exploración profunda que va más allá de la moda, abordando aspectos históricos, filosóficos, sociológicos, psicológicos y empresariales de la fluidez de género.
Fluid es una mirada a la evolución de Harris Reed, desde su innfancia hasta convertirse en un referente de la moda contemporánea. Imágenes de su niñez, con largas pelucas rubias y botas altas, dan testimonio de su valiente exploración de la identidad desde una edad temprana. Pero, más allá de la moda, el libro se convierte en un manifiesto apasionado dedicado "a todos los niños queer acosados en el patio del recreo que sueñan con ser escuchados, vistos y valorados", confesaba Reed.
La filosofía de Reed es clara: la fluidez no es solo una cuestión de moda, es una forma de ser y de expresarse. En sus propias palabras, "la fluidez es una exploración de quien eres. Puede dar miedo, como adentrarse en la oscuridad del sótano de tu casa cuando eras un niño pequeño, pero también puede ser muy liberador". Este enfoque integral de la fluidez, que va más allá de la ropa, marca a Harris Reed como un pionero que abraza la autenticidad y la diversidad en todos los aspectos de la vida.
La relación de Reed con celebridades como Florence Pugh y su colaboración con Harry Styles para la histórica portada de Vogue en 2020 han contribuido a consolidar su posición en la industria. Compartiendo una identidad 'genderless' con Styles, la asociación resultó no solo pertinente sino también influyente, gracias a la intervención de la directora de la edición estadounidense de 'Vogue', Anna Wintour.
Pero Harris Reed no se limita a dirigir la creatividad de otras marcas. Su propia línea de ropa, con su última colección titulada Shadow Dance, demuestra su habilidad para fusionar la arquitectura y la dramaturgia en creaciones que toman inspiración del siglo XIX. El mundo victoriano, los títeres de sombra y los seres de cuentos de hadas se entrelazan en vestidos de noche con siluetas arquitectónicas y una estética que evoca una sofisticación misteriosa y nostálgica.
En su búsqueda de trascender los límites de la moda, Harris Reed destaca que la fluidez de género es un valor en alza en la industria. Señala que, en 2019, más de la mitad de la Generación Z compró fuera del departamento de su sexo, lo que impulsó el auge de la neutralidad de género y la ropa unisex. Sin embargo, Reed no aboga por una moda unisex reduccionista.
Su enfoque es exuberante, llamativo y celebra la individualidad, alejándose de la idea castradora de la ropa sin género. Él declara con seguridad: "Mi cliente es alguien que quiere llamar la atención, causar revuelo, que quiere ser único, lucir un vestido de demi-couture y sentirse fabuloso. Un actor por derecho propio, atravesando los géneros e incluso los mundos".
Harris Reed no solo está redefiniendo la moda; está liderando una revolución cultural que abraza la diversidad, la autenticidad y la expresión sin barreras. Con su libro Fluid y sus creaciones vanguardistas, Reed se erige como el arquitecto de una nueva era en la que la fluidez de género no solo es un concepto de moda, sino una filosofía de vida que invita a todos a explorar y abrazar su verdadera identidad.