Los Premios Oscar son una de las grandes citas para el mundo audiovisual, pero también para la moda y la belleza. Se trata de un gran escaparate donde, cada año, vemos vestidos que forman a pasar parte de la historia. Estos diseños no solo nos inspiran de cara a futuros eventos, sino que nos dan pistas sobre tendencias que veremos en la calle los próximos meses.
La alfombra roja es una de las partes más importantes de la gala, ya que, a través de sus elecciones, las actrices tienen la oportunidad de mostrar su estilo y personalidad. Este año, el vestido que más ha sorprendido y que promete convertirse en viral es el de Anya Taylor-Joy, de Alta Costura de Dior y con una clara tendencia mermaidcore.
El look de Anya Taylor Joy
La elección estilística de la actriz se concentra en un espectacular vestido de Alta Costura de Dior. Es un diseño muy especial, de palabra de honor y con una parte superior que funciona como segunda piel en un gris clarito decorado por pedrería. Para la parte de abajo, nos encontramos con una falda voluminosa cubierta con diferentes capas, también en pedrería, que forman lo que parecen escamas.
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Un vestido que encaja a la perfección en una de las tendencias favoritas del 2024, el mermaidcore, que se caracteriza por la inspiración marina con conchas, pedrería y escamas como principales protagonistas.
Este vestido, además, es un guiño al icónico vestido Junon que Christian Dior diseñó para su colección otoño-invierno 1949-1950 y que Natalie Portman reinventó el año pasado en el Festival de Cannes.
La actriz combina el vestido con un espectacular collar con cadena fina y joya en forma de estrella, y pendientes a juego. Sorprende la combinación de diferentes anillos, con diferentes piedras en rosa y verde y en diferentes dedos, aportando un toque más diferente y juvenil al estilismo. A juego, también vemos la manicura con unas uñas del mismo tono que el vestido.
En cuanto al look beauty, Anya apuesta por lo natural. Maquillaje sencillo, donde destaca su mirada con unas largas y voluminosas pestañas, iluminador en la zona de las mejillas y la nariz, y un pintalabios nude en un tono melocotón. Por último, su melena rubia y larga, tan característica, acompaña al vestido suelta y con la raya en medio.
Un estilismo que expresa a la perfección la personalidad de Taylor-Joy, combinando la sofisticación y la elegancia que se requiere en una gala de este alcance, y las tendencias y el punto juvenil propio de su generación.