Love is in the Air nace hace aproximadamente una década de la mano de Isabel Ruiz para revolucionar el mundo de las novias en Madrid.
Siempre apasionada del mundo de la moda y de la alta costura, Isabel ha viajado por todo el mundo en busca de nuevas tendencias nupciales y de los diseñadores más cotizados para poder ofrecer una experiencia única y diferente.
Love is in the Air tiene la misión de acompañar a las novias en uno de los días más especial de su vida: la elección del vestido soñado.
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Isabel trae a España el servicio de alquiler nupcial, una prestación muy novedosa en nuestro país, pero que es un habitual en lugares como Estados Unidos o Inglaterra. Love is in the Air se ha unido a Borow, la plataforma de alquiler de ropa y complementos de invitada, para recibir su asesoramiento, quienes les han guiado en la operativa logística necesaria.
Así, el estudio de Isabel Ruiz se mantiene, como no podía ser de otra forma, a la vanguardia en el mundo de la alta costura para novias. Este nuevo servicio mantiene intacta la experiencia de la novia en la elección del vestido de sus sueños, ya que desde la primera cita, hasta la última, Isabel ofrece un trato personalizado.
Desde Magas, hablamos con Isabel Ruiz sobre este nuevo proyecto.
¿Cómo surge la idea de montar 'Love is in the Air'?
La idea surge cuando me voy a casar. Yo quería un vestido que fuese diferente y de alguna firma internacional, pero cuando me puse a buscar no encontré nada en Madrid, tuve que irme hasta París y fue allí cuando se me ocurrió la idea de hacer un negocio de vestidos de novias de marcas internacionales. Esto fue hace diez años y con el paso del tiempo hemos is ido metiendo nuevas marcas y cambiando los vestidos según las tendencias.
Dónde buscas inspiración para seleccionar los vestidos que luego traes a la tienda
En cuanto a la inspiración, de todas partes, pero ahora Instagram es una gran fuente de información. Sobre todo voy a Nueva York, que es el sitio donde suelen hacen todos los shows. También voy a París, Londres y Tel Aviv, ya que últimamente hay un montón de diseñadores israelíes que están super de moda. En estos viajes acudo a los desfiles de novia, luego elijo cinco o seis vestidos que más me han gustado de la colección o que pienso que pueden funcionar mejor, los traigo a la tienda. Después la clienta viene aquí, se lo prueba, y lo encargamos a su medida.
Ahora te juntas con Borow para alquilar los vestidos de novia… ¿Cómo surgió la idea?
En España no había, hasta ahora, casi ningún servicio de alquiler de vestidos de novia. La idea surgió porque había muchas clientas que nos pedían vestidos de grandes firmas que soñaban con llevar, pero que no les alcanzaba el presupuesto. Yo ya conocía a Eva de Borow de cuando se compró su vestido de novia, y un día la llamé para proponerle la idea. Le encantó la idea y desde entonces ha sido todo muy fácil.
Elegir un vestido de novia es una experiencia muy especial… ¿Cambia eso al alquilar el vestido?
La experiencia de la clienta no va a cambiar por mucho que alquile el vestido. Va a venir a la tienda a probárselo con la experiencia completa, igual que si lo comprara. La única diferencia es que después de la boda lo tiene que devolver, pero también realizaremos los ajustes que necesite el vestido para que le quede perfecto. Comprar un vestido de novia es un momento muy especial que vamos a seguir cuidando, también en esta nueva etapa de rental. Al final, lo que buscamos es contribuir a un modelo de economía circular y más sostenible.
¿Cuáles son los objetivos que tienes en esta nueva etapa?
Esperamos llegar a mucha más gente, porque al final me daba pena gente que venía, que se quería comprar un vestido porque les encantaba, pero por culpa del presupuesto no podían cumplir su sueño de llevar un vestido de alta costura el día de su boda, y se tuviese que conformar con otro que le gustase menos. De esta manera, todas las novias que quieran podrán llevar el vestido de sus sueños.