Imagen de la colaboración de Hand Over x Stradivarius

Imagen de la colaboración de Hand Over x Stradivarius

Moda

De crear los calzoncillos más buscados a colaborar con Stradivarius: los secretos del éxito de Hand Over

Conversamos con Ariadna Díaz, su fundadora, que cree firmemente en el poder de esta prenda íntima, originalmente masculina.

4 junio, 2024 02:00

"Los bóxers de tu ex ahora son tuyos". Este lema tan llamativo como provocador es el de Hand Over, una firma española que, en tan solo unos años, ha forjado su éxito sobre esta prenda inesperada.

Detrás de esta apuesta se encuentra Ariadna Díaz (Madrid, 1995), diseñadora de interiores de formación, quien emprendió sin imaginar la repercusión que podría llegar a tener. Sus calzoncillos llamaron la atención de Kendall Jenner y en la actualidad, cuenta con más de 42 mil seguidores en Instagram. 

Entre sus últimos éxitos se encuentra la colaboración con Stradivarius, una de las firmas del gigante Inditex: "Me contactaron porque les gustaba mucho todo el imaginario de la marca y las prendas que teníamos. Me dijeron que querían hacer algo en conjunto. Ha sido lento, porque soy bastante de improvisar, en total, fueron ocho meses de proceso. Ha sido genial ver cómo trabajaban".

Imagen de la colaboración de Hand Over x Stradivarius

Imagen de la colaboración de Hand Over x Stradivarius

La cápsula incluye, por supuesto, bóxers pero también camisas, vestidos y complementos como bolsos, a precio asequible. "En cuanto a diseño y confección, ha sido una retroalimentación mutua. Querían plasmar la esencia de Hand Over y me han dado bastante libertad y margen para opinar", explica Ariadna. La diseñadora sueña con otras colaboraciones: "Me haría mucha ilusión con una marca más moda, más divertida, como Jean-Paul Gaultier o Desigual".

¿Pero cómo llegó a la cima del éxito este proyecto? "Empecé con una cuenta Vinted, donde vendía ropa de segunda mano, por ocio, porque me gustaba hacer fotos editoriales, el estilismo, la escenografía, el atrezo… poco a poco, fui incorporando los calzoncillos porque utilizaba literalmente los de mis exnovios. La gente me preguntaba mucho, me decía ''¡Qué chulos!'. No había ninguna marca basada en calzoncillos, para la 'calle'".

Esta prenda se convirtió naturalmente en su seña de identidad: "Es una prenda íntima de hombre, superpráctica y supercómoda. Creo que tiene mucho sentido que se pueda utilizar mucho más que para eso". Su uso, fuera del ámbito íntimo, afianza la eliminación de las fronteras de las prendas interiores y exteriores: "Creo que se van a borrar muchísimo las líneas que definen lo que tiene que ser interior o exterior, igual que lo que tiene que ser para chico y para chica".

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Su balance es más que positivo: "Desde el principio, la acogida ha sido bastante increíble. No pretendía llegar tan lejos. Lo hice de forma superorgánica y la marca no ha parado de crecer, se ha multiplicado por ocho. Ha sido muchísimo trabajo, durante dos años, pero el balance es muy positivo".

Parte de su éxito se debe a su compromiso sostenible: "Me gusta mucho producir en España. Lo que pasa es que al haber poca oferta, es bastante caro. A veces escuchas otros precios y da tentación, pero al fin de cuentas, prefiero producir aquí. Desde que recibimos las telas hasta que es un bóxer... todo se hace en España".

El uso de las redes es otro de los ingredientes de su éxito, aunque es consciente de su parte negativa: "Tenemos la suerte de que cualquier proyecto, cualquier idea que tengamos, se puede trasladar, es un altavoz para el mundo. Pero, por otro lado, hay millones de personas haciendo lo mismo, entonces también hay más competencia y creo que es difícil que un proyecto salga adelante de verdad".

Ariadna confiesa que le encantaría ver a Camille Charrière y Zendaya con sus diseños, que sigue muy de cerca marcas emergentes, aunque encuentre mucha inspiración en firmas como Ralph Lauren. Pero "más que en diseñadores o marcas en sí, me inspiro en películas o fotos o cosas un poco aleatorias, como American Beauty", según confiesa.

Permanece muy optimista sobre el futuro: "Me encantaría que la marca terminara siendo todo un armario de una chica Hand Over, que en definitiva se resume en poder ir cómoda, pero a la vez estar guapa, sentirte a gusto, sin la necesidad de ir arreglada o con cierto tipo de prendas que se consideraban antes necesarias para 'ir bien'".

Añade: "También he estado fantaseando muchísimo con tener una tienda física últimamente. Me haría ilusión, pero tengo dudas sobre si tiene sentido". Actualmente trabajando en otras prendas, como la americana, nos desvela su combinación de estilo ideal para el bóxer: "Un par de botas, al 100%, una camiseta con un dibujo y una blazer". ¿Te atreverás?