El mundo de la moda fue testigo de un evento histórico: del 1 al 4 de septiembre tuvo lugar la Semana de la Moda de Ucrania. La 55.ª edición del encuentro, que se celebró en su capital, Kiev, acogió las colecciones de la temporada primavera-verano 2025 y algunas de la de otoño-invierno 2024-2025.
Tras el arranque de la guerra por parte de Rusia, en febrero de 2022, Ucrania no pudo celebrar su Semana. Durante cuatro temporadas, sus diseñadores presentaron sus propuestas en diferentes capitales europeas, como artistas invitados.
Según Iryna Danylevska, cofundadora y directora ejecutiva de la Semana de la Moda de Ucrania, el objetivo de esta semana era promover el diseño y la creatividad de los diseñadores, que tuvieron que adaptarse a una nueva realidad. También fue una vía para recordar el coste humano de una guerra que ya lleva dos años afectando al país.
El evento de inauguración, celebrado el día 1, con un Manifiesto, realizado por más de 40 representantes influyentes de la industria de la moda ucraniana ante la comunidad internacional, fue un primer recordatorio. En las escaleras de la Casa Ucraniana, ubicada en la Plaza Europea, se reunieron diseñadores ucranianos de fama mundial, nuevos talentos y otros protagonistas del sector.
Este evento se presentó como un símbolo de la unidad de los ucranianos, la unidad de la industria, la devoción a los ideales de libertad y la fe en el futuro del país, según la organización. Los representantes de la industria de la moda llevaron carteles con mensajes evocadores: "Valientes para crear el futuro" o "Diseñamos esperanza a pesar de la guerra".
"La guerra continúa. Pero vivimos en esta guerra, luchamos por la victoria, trabajamos por el presente y el futuro, y el mundo debería recordarlo", comentó Danylevska.
Momentos clave
La Semana de la Moda de Ucrania, fundada en 1997, contó con diseñadores de renombre y nuevos talentos, como Kateryna Beslik, Starchak/Yadviganetyksha, Sidletskiy y Viktor Anisimov en esta edición.
A través de sus colecciones, se esmeraron en recordar la realidad del país. Los diseñadores Andreas Moskin y Andriy Bilous emocionaron haciendo desfilar a veteranos de guerra. "Queríamos mostrar que la moda ucraniana se está adaptando a la sociedad, a las personas con amputaciones que sobrevivieron a la guerra", dijo Bilous a la agencia Associated Press.
"Estamos demostrando que las personas son inquebrantables: sin extremidades, pueden tener estilo. Necesitan ser amados, respetados y percibidos como parte integral de la sociedad", añadió.
En el mismo momento en el que aplaudía la audiencia el desfile, surgió la noticia de que decenas de personas habían muerto en un ataque con misiles rusos en un centro de entrenamiento militar y un hospital cercano en Poltava, a unos 350 kilómetros al sureste de Kiev.
La diseñadora Maria Starchak creó, por su parte, una cazadora bordada con la imagen del teatro de Mariópol, donde un gran número de civiles murieron en un ataque aéreo ruso.
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La colección de GASANOVA se esmeró, a su vez, en recrear el ambiente de la infancia, con pompas de jabón simbolizando la alegría y la despreocupación. Al mismo tiempo, refleja el presente, pero deja espacio a la luz y la esperanza.
La colección SS25 de BOBKOVA, inspirado en el cine poético ucraniano y las imágenes míticas de las mavkas, se celebró en las Bodegas Metropolitanas de la Catedral de Santa Sofía. La mavka, una heroína de la mitología de los Cárpatos, central en las obras de Mykhailo Kotsiubynsky, Lesia Ukrainka, Oleksandr Oles e Ivan Franko, sirve como imagen central de la colección.
Otra colección destacable fue la de Julya Kros, Unbreakable Flowers. "Está dedicada a todas las mujeres que, siendo aparentemente frágiles y tiernas, a lo largo de los años de guerra, han adquirido una fuerza interior posible que puede superar cualquier cosa. Cada día, pasando por la tristeza y el dolor, como una flor después de una sequía, vuelve a encontrar recursos dentro de sí misma y florece con nuevas fuerzas, inspirando a otros con su belleza creativa", según sus palabras.
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Para garantizar la seguridad de esta Semana y de sus asistentes, se habilitaron búnkeres. En todos los lugares externos elegidos por los diseñadores para presentar sus colecciones, también había refugios antiaéreos, a menos de 500 metros. Todo ello, con la esperanza de volver a celebrar una nueva edición, con el valor y la esperanza como bandera.