Uno de los desfiles más esperados de la Semana de la Moda de París, que se cerró oficialmente el 1 de octubre, era el de Balenciaga. La casa, envuelta en polémicas en los últimos años, ha cambiado de rumbo estilístico, afianzándose de nuevo como una referencia global. "La moda sigue siendo mi mayor relación amorosa desde hace treinta y cinco años", recalcaba Demna Gvasalia, director de Balenciaga, antes de dar comienzo a su desfile.
Con su colección primavera-verano 2025, el diseñador no solo consiguió plasmar su visión estética, sino que logró mezclar la funcionalidad con un enfoque conceptual, transformando la ropa deportiva en un símbolo de estilo contemporáneo.
Al ritmo de uno de los éxitos musicales de la histórica cantante Britney Spears, Gimme More, Balenciaga presentó un repertorio de prendas que evocaban una moda más masculina, con cortes amplios y siluetas de inspiración deportiva.
Esta colección capturó la atención del público, no solo por su diseño arriesgado y moderno, sino también por la mezcla de tradición e innovación que caracterizan a la marca. Cada pieza parecía contar una historia, una narrativa de la evolución del vestuario femenino que conecta el pasado con el presente.
Dior no se quedó atrás implantando esta nueva moda en el segundo día de su desfile en París presentando su nueva colección primavera-verano 2025, una colección puramente atlética.
En 1947, fue cuando por primera vez esta marca apostó por incluir conjuntos deportivos en su línea de vestuario. Desde entonces ha continuado incluyendo esta estética en varias ocasiones como en el caso de Dior Sport - Designed by Christian Dior, hasta la actualidad en París.
Esta última colección prêt-à-porter de Dior mezcla elementos de alta costura con un estilo deportivo que forma parte de este legado de la marca. Monsieur Dior se inspiraba en la imagen de su madre, quien vestía como amazona cuando montaba a caballo, y de ahí nació la silueta Amazona en la temporada otoño-invierno de 1951-1952. Ahora, Maria Grazia Chiuri retoma esa esencia y le da un giro moderno en su nueva propuesta.
El deporte como inspiración
El concepto de ropa deportiva femenina no es nuevo, y sus raíces se remontan a mediados del siglo XIX, cuando las mujeres comenzaron a apropiarse de prendas más funcionales, inspiradas en el vestuario masculino. En esa época, el deporte no era una actividad común, especialmente para las mujeres, que estaban limitadas a actividades como la equitación.
Sin embargo, algunas de ellas empezaron a modificar sus vestidos y conjuntos para ganar mayor movilidad y, sobre todo, comodidad. El simple hecho de añadir detalles como ojales para ajustar las enaguas al montar a caballo fue un paso significativo hacia una mayor libertad de movimiento.
Este cambio sentó las bases de lo que más tarde se convertiría en una auténtica revolución en la moda femenina. En las primeras décadas del siglo XX, la moda deportiva comenzó a hacerse más prominente, especialmente con la popularización de actividades como el tenis y el atletismo.
Prendas como las blusas de tenis y los trajes de baño de una sola pieza comenzaron a ser aceptadas, lo que permitió a las mujeres no solo participar en deportes, sino también lucir elegantes mientras lo hacían. Esta aceptación de la ropa deportiva como parte del vestuario cotidiano marcó un hito en la historia de la moda.
Con el paso de las décadas, especialmente a partir de los años 70 y 80, el auge de la cultura del fitness y el crecimiento de marcas deportivas como Nike y Adidas llevaron la ropa deportiva a nuevas alturas.
Las mujeres empezaron a adoptar prendas más ajustadas y técnicas, como los leggings y las mallas, que no solo ofrecían comodidad, sino que también resaltaban la figura. Este periodo fue crucial para la evolución del athleisure, un estilo que fusiona lo deportivo con lo casual y que se ha vuelto omnipresente en la moda contemporánea.
Hoy en día, marcas de alta costura como Balenciaga rinden homenaje a esta evolución histórica en su pasarela este 2024 en París, destacando la conexión entre la moda y el deporte.
Una tendencia extendida
No obstante, no solo las firmas de lujo han integrado la ropa deportiva en sus colecciones. Marcas más accesibles como Bershka, Zara y Pull&Bear han seguido esta tendencia, adaptando las siluetas oversize, las sudaderas y los pantalones jogger, entre otras prendas, para incluirlas en sus colecciones de este otoño 2024.
Las chaquetas imitando a la 'mítica' de Adidas tienen un gran alcance esta temporada. Con una gama cromática visiblemente otoñal: marrones, azules, verdes o negros, llegan pisando fuerte.
Los pantalones jogger que siempre hemos visto en los espacios para hacer deporte, reaparecen con fuerza en el mundo de la moda, poniendo sobre la mesa una apuesta clara por la comodidad, sin dejar atrás el estilismo.
Esta evolución demuestra que la ropa deportiva ha dejado de ser exclusiva del gimnasio para convertirse en un elemento esencial del guardarropa moderno, reflejando cómo la moda ha ido cambiando para adaptarse a los deseos y necesidades de la sociedad actual.