El mes de diciembre anuncia la llegada de una de las temporadas más esperadas del año: la del esquí. Durante varios días o semanas, las pistas no solo se convierten en escenario de una práctica deportiva intensa, también en una auténtica pasarela de moda.
No son pocas las firmas que desarrollan, año tras año, opciones para esquiar (o el après-ski) con estilismos de ensueño. Algunas han dado incluso un paso más: Chanel presentó su colección otoño-invierno 2019-2020, la última de Karl Lagerfeld, realizada junto a la exdirectora creativa, Virginie Viard, en un decorado de pueblo nevado que fascinó al mundo de la moda.
Pero la ropa específica para esquiar encuentra su origen mucho más allá. Se empezó a popularizar a principios del siglo XX. Practicado por las élites, aún no contaba con una indumentaria totalmente adaptada. En los años 30, el sastre Armand Allard ideó un modelo de pantalones prácticos, el fuseau, más ajustado al cuerpo. El campeón Emile Allais lució esta prenda innovadora en el marco del Campeonato del Mundo de esquí alpino celebrado en Chamonix en 1937.
Casi a la vez surgió otra prenda no solo relevante para los esquiadores, sino para la moda en general: el plumón. Inspirado en la ropa con relleno de plumas que usaban los montañeros en la década de los 20 para combatir el frío, fue obra de Eddie Bauer, propietario de una tienda de ropa deportiva en Estados Unidos. El interés por esta prenda creció de forma progresiva, hasta convertirse en un must.
En la actualidad, el segmento de moda destinado a esta práctica no decrece. Este 2024, Dior, Louis Vuitton o GUESS vuelven a sorprendernos con sus propuestas para la nieve, que incluyen prendas y complementos de gran impacto visual y de características técnicas destacables. Descubre nuestra selección.