Marta Velázquez
Publicada

Nueva York se ha vuelto a convertir en el epicentro del mundo de la moda. A lo largo de la semana, más de 50 casas y diseñadores, entre nombres consagrados y nuevos talentos, han presentado sus colecciones otoño-invierno 2025-2026.

Esta NYFW ha regresado en un momento de grandes retos para la industria de la moda global. En un contexto de incertidumbre económica, con inflación persistente y cambios significativos en los hábitos de consumo, la ciudad sigue siendo una de las principales capitales del diseño, mostrando cómo la creatividad puede mantenerse viva incluso en tiempos de adversidad.

Mientras la sostenibilidad y la viabilidad comercial ocupan un lugar primordial, los diseñadores se han enfrentado al desafío de crear propuestas que no solo resuenen con los consumidores, sino que también mantengan la esencia innovadora de la moda.

Las pasarelas se han convertido, en este sentido, en la representación de una moda que desafía las expectativas, adaptándose a los nuevos tiempos pero sin perder la esencia de la alta costura. 

En este contexto, las tendencias más destacadas de la temporada 2025 han sido una clara muestra de cómo la moda puede reinventarse, combinando lo clásico con lo experimental y brindando una mirada fresca y atrevida al futuro de la industria. Analizamos algunas de las más destacables.

El retorno del maximalismo

Figuras del desfile de Carolina Herrera en Nueva York. Getty Images

Una de las grandes sorpresas ha sido el regreso del maximalismo, que se ha apoderado de las pasarelas con prendas de gran volumen y dramatismo.

Diseñadores como Carolina Herrera no han dudado en llevar esta tendencia al extremo, presentando vestidos de volúmenes exagerados, lazos gigantes y accesorios con siluetas estructuradas que añaden una dimensión completamente nueva a la estética contemporánea.

Esta tendencia no solo apuesta por la grandiosidad, sino que también incorpora elementos permitiendo que la moda se exprese con un poder visual único.

Motivos naturales

Figuras del desfile de Anna Sui en Nueva York. Getty Images

El estampado floral, por su parte, ha regresado con una fuerza renovada. Lejos de ser un simple decorado, las flores se han convertido en símbolos de transformación y fuerza.

En colecciones como la de Altuzarra en vestidos de gasa y satén evocan paisajes naturales que cuentan historias de evolución, al mismo tiempo que subrayan el aspecto romántico y empoderador de esta tendencia. Las flores ya no son solo un detalle más, sino un mensaje visual en la moda de 2025.

El nuevo 'tailoring'

Siluetas del desfile de Calvin Klein en Nueva York. Getty Images

El tailoring ha experimentado una reinvención. Marcas como Calvin Klein han actualizado los clásicos con cortes estructurados y una reinterpretación moderna del esmoquin y los trajes de cinco botones.

La sastrería se ha vuelto más minimalista, centrada en la precisión de los cortes y en el uso de materiales de lujo, sin necesidad de recurrir al exceso decorativo. Este tailoring moderno busca capturar la esencia de la elegancia atemporal, pero con un enfoque más depurado y contemporáneo.

Paleta otoñal

Siluetas del desfile de Brandon Maxwell en Nueva York. Getty Images

En cuanto a la paleta cromática, los diseñadores han apostado por una mezcla intrigante de tonos cálidos y contrastes dramáticos. Mientras que desfiles como el de Brandon Maxwell optaron por una gama de colores neutros y otoñales, como negros, marrones y beige, Anna Sui rompió con esta sobriedad, incorporando tonos saturados como el magenta y el púrpura imperial.

Esta combinación de colores refleja una temporada en la que conviven la serenidad de los tonos más clásicos con la energía de los colores vibrantes, creando una propuesta visualmente fascinante y llena de contrastes.

Cortes y prendas atrevidas

Siluetas del desfile de Kim Shui en Nueva York. Getty Images

La sensualidad también ha jugado un papel fundamental en las colecciones de esta temporada, que exploran nuevas formas de expresión femenina. Con el regreso de la corsetería reinventada y la incorporación de detalles atrevidos como el uso del cuero sintético y los cortes estratégicos, diseñadores como Khaite y Kim Shui han redefinido la feminidad desde una perspectiva contemporánea.

La fluidez y la estructura se fusionan en prendas que no solo resaltan la figura, sino que también transmiten un mensaje de empoderamiento, llevando la sensualidad a nuevos niveles.

Con estas propuestas, la Semana de la Moda de Nueva York no solo ha mostrado el potencial creativo de los diseñadores, sino que también ha confirmado el papel central de la ciudad como epicentro de la moda global, incluso en tiempos de incertidumbre económica.

Las tendencias vistas en las pasarelas de Nueva York 2025 reflejan una moda dinámica, en constante evolución y abierta a nuevas ideas, adaptándose a los cambios y, a la vez, reafirmando su relevancia cultural y comercial en el panorama mundial.