No hay boda en la que el vestido blanco de la novia no sea el protagonista, al menos en lo que respecta a las bodas más tradicionales. Una opción elegida por numerosas mujeres en España, pero también en el resto del mundo y cuya tradición está ligada a una sola reina.
Una reina que durante su vida se decantó por dos colores muy concretos: el negro total para el luto y los vestidos de novia blancos. Vestidos en los que esta reina amante de la moda huyó de lo tradicional, extendiendo después su estilo a otros países y a manos de otros líderes europeos. ¿Quieres saber quién fue esta reina y cómo el vestido de novia ha pasado a convertirse en un imprescindible? Sigue leyendo.
La reina que popularizó los vestidos de novia blancos
Como te hemos adelantado, al igual que no siempre se han llevado ramos de novia a las bodas, tampoco todas han llegado al altar sobre el mismo tipo de vestido de novia. El paso del tiempo, la evolución de las tradiciones y por supuesto la moda han tenido mucho que ver en todo ello.
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Y es que, a pesar de su actual protagonismo, el vestido de novia era algo poco importante y, aunque el blanco simbolizaba la virginidad de la novia, no solía ser el color favorito para una boda. Este fue un color que puso de moda la reina Victoria de Inglaterra en su casamiento con Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha en 1840.
Un vestido de estilo victoriano y blanco, con la pompa de la falda y el velo acompañados de una larga cola. Un estilo que más o menos se ha mantenido hasta nuestros días. Todo ello, en una época en la que lo más común era casarse con vestidos de diferentes colores y en la que no existía un protocolo establecido al respecto.
¿Por qué la reina Victoria se decantó por el color blanco para casarse?
Aunque podría parecer simplemente una cuestión de gusto personal, la realidad es que esta elección de la reina estuvo llena de simbolismo. Y es que, como te hemos adelantado, el blanco estaba asociado a la pureza y a la inocencia. Ambos valores que se buscaban transmitir en una ceremonia matrimonial.
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Fue a partir de ese momento y en pleno siglo XIX, cuando el vestido blanco de novia comenzó a popularizarse no solo en Reino Unido, sino también en otros países, pasando a convertirse en una tradición que ha perdurado hasta nuestros días.
Un gran acontecimiento histórico en el que en su día fue uno de los eventos de la corona británica más esperados por la población. Eso unido a que la reina Victoria fue un icono de moda de su tiempo, siempre de la mano de grandes modistos y diseñadores, convirtieron su elección y su vestido en toda una fuente de inspiración para muchas otras novias en el mundo.
¿Quién puso de moda la costumbre del vestido de novia?
Esta prenda tradicional ha existido a lo largo de diferentes culturas y épocas a lo largo de la historia, no pudiéndose atribuir su popularización a una única persona, ya que su evolución ha estado influenciada por factores tanto culturales como sociales.
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Lo que sí se conoce, es que el uso de vestidos de novia en ceremonias matrimoniales se remonta a la antigüedad y a diferentes culturas, cada una con sus propias tradiciones de vestuario nupcial.
Concretamente durante la Edad Media, los vestidos de novia solían ser de diferentes colores como rojo, azul o negro, en función de la región y las costumbres locales. No sería hasta el siglo XIX a través de la reina Victoria, cuando el color blanco pasó a ser un imprescindible en este tipo de vestidos.
Aún así, es importante destacar que otras culturas en el mundo cuentan con sus propias tradiciones y estilos de vestidos de novia diferentes al enfoque occidental. De hecho, en la cultura china el color rojo es considerado auspicioso y es utilizado habitualmente en los vestidos de novia. Una evidencia de que cada cultura cuenta con su propia historia y evolución en cuanto a los vestidos de novia y tradiciones nupciales.