El patrimonio también se puede volver inclusivo: ¿por qué no van a caber mujeres en un monumento funerario nacional? Esa deuda discriminatoria la quiere corregir el Gobierno de Pedro Sánchez. Una de las medidas que contempla la bautizada como ley de Memoria Democrática es revertir la denominación del Panteón de Hombres Ilustres —el nombre ya lo dice todo, aunque la paradoja es que se construyó por mandatado de una mujer, la reina María Cristina de Habsburgo, esposa del Alfonso XII—. Ahora se pasará a llamar Panteón de España, para que el mausoleo no acoja exclusivamente los restos mortales de varones.
El edificio, erigido sobre el solar de la antigua basílica de Nuestra Señora de Atocha, a escasos pasos del Retiro, y gestionado por Patrimonio Nacional, acoge las tumbas de ilustres políticos y militares españoles a caballo entre los siglos XIX y principios del XX. Mateo Sagasta, Antonio Cánovas del Castillo, Eduardo Dato, Antonio de los Ríos Rosas, José Canalejas, Juan Prim, Gutiérrez de la Concha o el Marqués del Duero son algunos de los nombres que se pueden leer en los nichos moldeados por artistas como Mariano Benlliure. Ninguna mujer. Aquí una lista de relevantes y recientes figuras femeninas que se merecerían un hueco en un panteón nacional. Son también historia de España. Nada tienen que envidiarle a sus colegas.