Virginia Torrecilla (1994, Mallorca) nos abre las puertas de su nueva casa. Este año puso rumbo a Villarreal con el objetivo de volver a disfrutar del deporte que tanto ama. Esa niña que un día comenzó a escondidas de su padre y sin referentes femeninos, nunca se hubiese imaginado hasta dónde podría llegar. Ella afirma que como era muy orgullosa, “el fútbol femenino está cambiando, aunque tengan que luchar día a día por sus derechos básicos”.

Tras disfrutar de su mejor etapa deportiva en el año 2019 y de triunfar con la selección y su club, un año después se tuvo que enfrentar al partido más importante de su vida contra el cáncer. Una enfermedad que le tuvo apartada del terreno de juego y que junto al accidente con su madre marcaron una etapa muy dura pero de la que asegura “que con la ayuda de mi familia y la gente que me quiere he podido volver a sonreír”.

Nos encontramos con una Virginia nueva, con ganas de comerse el mundo y de dejar atrás la enfermedad. Ahora quiere centrarse en su carrera profesional y volver con fuerza al campo. El fútbol le echaba de menos.