Neus Catalá sobrevivió al campo de concentración de Ravensbrück.

Neus Catalá sobrevivió al campo de concentración de Ravensbrück. Fundación Neus Catalá

Magas-Mujeres en la Historia

Así es la española que lideró los sabotajes contra los nazis en el único campo de exterminio para mujeres: le salvó el humor

Neus Catalá capitaneó el 'Comando de las gandulas', un grupo de mujeres que dejó de fabricar armas deliberadamente para engañar a los nazis.

27 julio, 2024 02:36

Los altos comandantes nazis al cargo del campo de concentración de Ravensbrück se pensaban que sus prisioneras no sabían trabajar, que eran unas vagas, o que simplemente eran mujeres. Sin embargo, estas 'simples mujeres' estaban ideando un plan para sabotearles: dejar de trabajar en la construcción de armas para frenar la guerra y poder escapar.

El 'Comando de las gandulas', llamado así por los nazis, fue un grupo de prisioneras del único campo de exterminio ideado exclusivamente para mujeres, el de Ravensbrück, a 90 kilómetros de Berlín. En él, destacó la figura de una española, la de Neus Catalá, que ayudó a hacer realidad estos sabotajes.

Tras aguantar los maltratos y las humillaciones de los nazis, Neus Catalá consiguió sobrevivir al nazismo, aunque saliera de Ravensbrück pesando 35 kilos. Desde entonces, dedicó su vida a contar al mundo los horrores que vivió para que no se vuelvan a repetir. ¿Quién sería capaz, en su sano juicio, de superar el Holocausto?

Imagen de archivo del campo de concentración de mujeres.

Imagen de archivo del campo de concentración de mujeres. Fundación Neus Catalá

El campo de Ravensbrück 

Esta zona de exterminio nazi comenzó a operar en mayo de 1939 y aguantó hasta el 30 de abril de 1945, cuando 3.500 mujeres fueron liberadas por el Ejército Rojo ante su avance por el país germano.

Según Amnistía Internacional, unas 50.000 féminas perdieron la vida debido a las malas condiciones de salud, entre otros factores. Además, otras 2.200 fueron asesinadas en las cámaras de gas.

Sara Helm, la autora del libro Ravensbrück: Life and Death in Hitler's Concentration Camp for Women, calcula que llegaron a morir hasta 80 mujeres al día. Esta escritora también afirma que el campo de concentración llegó a albergar hasta 45.000 presas simultáneamente, hacinadas en sus habitáculos.

Sea como fuere, el campo de concentración de Ravensbrück torturó y denigró a unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países. Y, entre todas ellas, hubo un grupo de 400 españolas.

Por el campo de concentración pasaron unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países.

Por el campo de concentración pasaron unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países. Archivo

Este campo de concentración estuvo situado a unos 90 kilómetros de Berlín, en un terreno de difícil acceso. Este factor ha provocado que este campo de exterminio sea uno de los más desconocidos, a pesar de ser el único creado para el exterminio exclusivo de mujeres.

Además, los datos que quedan hoy en día sobre los horrores que allí tuvieron lugar son confusos, ya que los documentos fueron quemados en los hornos crematorios.

Torturadas por ser mujeres

Las mujeres que fueron a parar a Ravensbrück, para su desgracia, fueron gitanas, judías, migrantes, prostitutas, lesbianas, presas políticas, testigos de Jehová o delincuentes comunes. Todas ellas sufrieron maltratos inhumanos, muchos de ellos por el hecho de ser mujer.

En Ravensbrück, las aufseherinnen (guardianas nazis en alemán), iban equipadas con perros, látigos y pistolas. Entre otras torturas, se dedicaron a realizar abortos provocados, aplicar inyecciones para eliminar la menstruación de las prisioneras, y otras prácticas experimentales

Además, si las mujeres se quedaban embarazadas debido a las violaciones de los jefes nazis, las aufseherinnen les sacaban los fetos y las dejaban sin coser para que se murieran. Allí, los bebés que conseguían nacer eran exterminados automáticamente, al igual que todos los menores de ocho años.

Sin embargo, la opresión y el maltrato no fue lo único que destacó en este campo de concentración. La hermandad entre las mujeres que lucharon por sobrevivir,  su solidaridad, su trabajo y convivencia codo con codo, hicieron de Ravensbrück un lugar tétrico y oscuro, pero con mucha alma.

Contra los nazis, rebeldía femenina

En el campo de concentración de Ravensbrück, sus presas se dedicaban a trabajar en la industria del armamento. Concretamente en la fábrica de Holleischen. Las mujeres realizaban jornadas de trabajo de hasta 16 horas seguidas.

De hecho, tras tanto tiempo trabajando sin parar, las prisioneras idearon algunos planes para engañar a los soldados nazis a través de su trabajo. De esta manera, mientras los alemanes pensaban que eran inútiles y poco productivas, las mujeres saboteaban las armas para frenar la guerra y poder escapar.

Este grupo de mujeres, apodadas el 'Comando de las gandulas' por las autoridades germanas, mermaron la calidad de la pólvora, añadiendo moscas muertas o aceite, entre otras prácticas. De este modo, consiguieron reducir la producción de material diaria.

Se calcula que el sabotaje de 'las gandulas' inutilizó unos 10 millones de proyectiles y numerosas máquinas de fabricación de armamento. Por ello, estas mujeres se convirtieron en auténticos símbolos de resistencia contra los nazis.

El cometido de estas mujeres era la fabricación de armas para ser utilizadas en la guerra por los nazis.

El cometido de estas mujeres era la fabricación de armas para ser utilizadas en la guerra por los nazis. Real Academia Europea de Doctores

Entre ellas, destacó una española: Neus Catalá, que en muchas ocasiones fue la encargada de capitanear los planes de rebelión contra los nazis. ¡Qué mujer más valiente!

Neus Catalá, toda una luchadora

Esta auténtica heroína nació en 1915, en un pueblo de Tarragona. Se diplomó en enfermería y, en 1939, en plena Guerra Civil Española, cruzó la frontera francesa con 180 niños huérfanos. Su vida estuvo vinculada a la resistencia francesa y llegó a dar refugio a exiliados políticos.

Fotografía de Neus Catalá en los campos de exterminio.

Fotografía de Neus Catalá en los campos de exterminio. Fundación Neus Catalá

Por dicho motivo, fue arrestada por las autoridades nazis junto a su marido en el año 1943. Neus Catalá fue destinada a una comuna francesa, donde abusaron de ella, hasta que en 1944 fue deportada al campo de concentración de Ravensbrück.

Después de ser liberada del campo de Ravensbrück, lugar del que salió pesando 35 kilos, volvió a Francia para luchar en la clandestinidad contra la dictadura de Franco. Desde entonces, la catalana dedicó el resto de su vida a la defensa de los derechos humanos y la memoria histórica.

Finalmente, esta mujer valiente murió el 13 de abril del pasado año 2019, habiendo superado los 100 años de edad y con un espíritu libre, una fortaleza contagiosa y un legado inimaginable a sus espaldas.

Un ejemplo de resistencia

Quien la conoció, destaca su vitalidad y su gran sentido del humor a pesar de su extensa edad. De hecho, es ella misma quien afirmó que fue su buen humor lo que la mantuvo en pie durante sus días en los campos de concentración.

Neus Catalá recibió múltiples premios y reconocimientos por su lucha contra la desigualdad y su perseverancia por dar a conocer al mundo uno de los episodios más tristes y oscuros de la historia de la humanidad.

La Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona le entregaron la Cruz de San Jorge y la Medalla de Oro al Mérito Cívico. También la capital francesa le otorgó la Medalla de la Villa de París.

Además de Neus Catalá, hubo otra decena de mujeres que se dedicaron a contar los horrores nazis tras su salida como prisioneras de los campos de concentración. Ellas también fueron un verdadero ejemplo de resistencia.

Mercedes Núñez Targa, que trabajó durante la República como secretaria de Pablo Neruda cuando fue este, cónsul de Chile en Barcelona, también sufrió los horrores del Holocausto. Olvido Fanjul, asturiana, embarcó rumbo a la Unión Soviética con mil niños para protegerles y acabó en un campo de concentración. Al igual que ellas, cientos y cientos de nombres que ocultan tras de sí una historia de resistencia, superación, hermandad y lucha.