La figura de la mujer en la industria del vino: de roles secundarios al liderazgo
Mayte Calvo de la Banda, directora técnica de Bodegas Bilbaínas, profundiza sobre el papel de las mujeres como principales responsables de enología y viticultura y la especialidad de los vinos de Haro, conocida como la ‘Capital del Rioja’.
Aunque las mujeres siempre han estado presentes en las bodegas, su participación durante muchos años ha estado relegada a actividades secundarias, ejerciendo trabajos en la parte técnica de laboratorio, como asistentes del enólogo principal, o en la parte de producción. Sin embargo, en los últimos años, este sector masculinizado ha sufrido una gran transformación y las mujeres han empezado a desempeñar más funciones de responsabilidad.
A pesar de estar cada vez más presentes en el mundo del vino, las mujeres del sector aún se enfrentan a numerosos retos: “El principal desafío es que, a pesar de todos los avances que hemos experimentado hasta la actualidad y que hoy en día nuestra figura como responsables de enología y viticultura es cada vez más valorada, los equipos de trabajo están formados por hombres, tanto en bodega como en el viñedo, y liderar estos equipos no siempre resulta sencillo”, asegura la enóloga Mayte Calvo de la Banda, licenciada en Química y Enología por la Universidad de Rioja. Sin embargo, “hoy en día existe un gran respeto hacia la figura de las mujeres como principales responsables de enología y viticultura de muchas bodegas”, aclara Calvo de la Banda, que se incorporó como directora técnica en las Bodegas Bilbaínas
Con la incorporación de Mayte Calvo de la Banda, Bodegas Bilbaínas, una de las más emblemáticas de La Rioja ubicada en el histórico Barrio de la Estación de Haro, ha reforzado su compromiso con el liderazgo femenino y, como es evidente, con la industria del vino.
El secreto de los vinos de Bodegas Bilbaínas
Con más de 120 años de historia, la bodega combina tradición y excelencia, enfocándose en la mejora continua de sus vinos y en el cuidado meticuloso de cada etapa del proceso, desde el viñedo hasta su llegada al mercado. Desde sus orígenes, el objetivo de Bodegas Bilbaínas ha sido convertirse en embajadora de la cultura vitivinícola de La Rioja y “reflejar los valores del respeto por nuestras raíces y nuestros viñedos, haciendo vinos honestos que hablen y muestren la riqueza de los paisajes únicos de los que proceden”, explica Calvo de la Banda.
El secreto de su longevidad se encuentra en la capacidad de la bodega de hacer convivir el estilo clásico de La Rioja y el espíritu inquieto e innovador que ha movido a los enólogos que han formado parte de esta casa, desarrollando nuevas familias de vinos que elevan la expresión de los viñedos. Tal y como asegura la directora técnica de la bodega, “esto ha sido la clave para mantener el reconocimiento de nuestros vinos durante más de un siglo, haber sido fieles a este estilo de vino fino y elegante de Rioja Alta que tanto nos caracteriza”.
A esto se suma también el imparable trabajo de la bodega basado en una filosofía centrada en el respeto por el entorno y la sostenibilidad y, por otro lado, “el haber sabido reflejar este terruño de nuestros viñedos a través de la elaboración de nuestros vinos, dotándolos a cada uno de ellos un estilo indiscutible de vino fino de Rioja”, añade la directora.
Así, en sus 225 hectáreas de viña y 3.400 m2 de calados subterráneos (laberínticas cavas para conservar el vino) se elaboran vinos que ya se han convertido en todo un emblema de la región, como Viña Pomal o Viña Zaco. Precisamente, Viña Pomal nace en 1904 con la idea de dar al consumidor un vino que refleje la riqueza de los viñedos de Haro y en 1908 ya se comercializaba su primera botella, una enseña de referencia que identificaría la bodega para el resto de su historia. Desde el principio, “nuestra filosofía fue dar protagonismo al viñedo, como muy bien aparece identificado en su nombre. Viña Pomal siempre ha mostrado la mejor expresión de nuestros tempranillos, siendo un vino preparado para un elegante envejecimiento”, comparte Calvo de la Banda.
Aparte de destacar un clásico como Viña Pomal, Bodegas Bilbaínas ha lanzado recientemente, por la celebración de su 120 aniversario, su primer vino de viñedo singular (clasificación especial dentro del sector vitivinícola que se otorga a ciertos viñedos que cumplen criterios estrictos de calidad y autenticidad), Viña Zaco. Estamos hablando de un tinto (100% tempranillo) de intenso rojo cereza con reflejos violáceos que cuenta con la máxima categoría de calidad de vinos de la D.O.Ca Rioja y que pertenece a la viña histórica más antigua de la bodega y una de las mejores de Haro.
Esta riqueza vinícola y gastronómica en España hacen del vino una cultura, una tradición y un legado. Una herencia que ha llegado de los pueblos hace más de 2.000 años y “es nuestro deber el mantener este legado, el seguir siendo transmisores de la importancia de esta cultura del vino como parte fundamental de nuestras vivencias y gastronomía”, comparte la directora. En definitiva, “en España, más que beber vino, vivimos el vino”, concluye.